En busca de carne de caballo

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© USDA

La crisis provocada por el hallazgo de trazas de carne de caballo en hamburguesas ha abierto las puertas a Imegen (Instituto de Medicina Genómica) para ampliar su mercado y darse a conocer en el exterior. Mediante el desarrollo de una innovadora herramienta, un kit que permite localizar ADN de caballo en la carne, esta empresa valenciana de análisis genético y genómico trata de hacerse hueco en el panorama biotecnológico, tanto nacional como internacional, reivindicando así el potencial de la ciencia valenciana.

En España la alarma saltó hace poco más de un mes cuando se descubrieron dos marcas (Eroski Basic i Alipende) que comercializaban hamburguesas que  contenían carne de caballo no identificada en el etiquetado. Pero hasta la fecha actual la lista de productos cárnicos afectados por esta irregularidad se ha ampliado más, como es el caso de las albóndigas distribuídas por la cadena sueca IKEA o los canelones rellenos de carne de La Cocinera, artículos que ya han sido retirados del mercado por las autoridades.

La oportunidad surgió cuando la multinacional estadounidense Life Technologies encargó a Imegen la creación de esta herramienta tecnológica a raíz del escándalo de la carne que se originó en Irlanda y se ha extendido por toda Europa. Pero esta petición «no fue questión de casualidad» resalta Manuel Pérez, cofundador y director de la firma valenciana, ya que la compañía americana era bien conocedora de la trayectoria y capacidad de trabajo de Imegen (de hecho habían trabajado juntos desarrollando tecnología para detectar materiales transgénicos en productos agroalimentarios). Gracias a este proyecto Imegen ha firmado un convenio de colaboración con Life Technologies para los próximos cinco años, según afirmó su gerente Ángela Pérez.

 

 

«Se ha conseguido “empaquetar” el proceso íntegro de análisis en una caja que contiene todos los utensilios necesarios para llevarlo a cabo»

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© Imegen
El equipo humano de Imegen, la empresa valenciana que ha desarrollado un test para detectar ADN equino en los productos cárnicos.
 

 

 

«Si los investigadores desarrollamos lo que la sociedad necesita, hay camino para la ciencia en España»

Manuel Pérez

En tan solo un mes completaron el reto, eso sí: «hemos puesto la totalidad de la empresa dedicada a este fin. Hacíamos turnos y no hemos cerrado ningún día, porque teníamos que dar una respuesta rápida a este asunto, combatir un fraude», explica el director. Existen dos modalidades de test: un kit de detección cualitativa (que determina la presencia o ausencia de ADN de caballo en la muestra) y otro para establecer la cantidad. El precio del primero ronda los 500 euros y permite hacer 44 análisis, mientras que el segundo asciende a unos 600 euros aproximadamente, de acuerdo con las cifras proporcionadas por Ángela Pérez.

Pero antes de crear el test de ADN, Imegen ya ofrecía servicios de análisis que implicaban el envío de resultados al organismo o empresa que los encargaba. Por eso la verdadera novedad yace en que se ha conseguido «empaquetar la totalidad del proceso dentro de una caja que contiene todos los utensilios necesarios y un libro de instrucciones. De este modo podemos extender nuestra tecnología al resto de laboratorios», señala Manuel Pérez, quien es además profesor titular del Departamento de Genética de la Universitat de València.

Expansión de la ciencia valenciana

Tanto la gerente como el director de Imegen se muestran muy satisfechos de la acogida que ha tenido su producto, que sólo lleva «días en el mercado» y del que ya se han vendido 50 unidades a países com Reino Unido, Francia e incluso India. Un ejemplo de compañía que ha adquirido un kit es Findus, una de las marcas afectadas por el escándalo. «Además, tenemos 120 encargos más en proceso de fabricación», cuenta Ángela Pérez. La investigadora también avanza que Imegen ya está trabajando en el desarrollo de nuevos kits para detectar ADN ovino, bovino o porcino, ya que «puede ser de gran utilidad en países que, por motivos ideológicos o culturales, no aprueban el consumo de cierto tipo de carne, como es el caso de Arabia Saudí y el cerdo».

Para ambos científicos, este logro repercute favorablemente en el ámbito de la investigación valenciana, todavía muy poco desarrollada y víctima de una precariedad acentuada por la crisis económica. «Hemos demostrado que un laboratorio valenciano es capaz de producir una buena tecnología y exportarla a una multinacional con reconocimiento internacional», opina Manuel Pérez. Para él, la clave del éxito científico se halla en «desarrollar lo que la sociedad necesita. Si lo hacemos, hay camino para la ciencia en España», concluye.

Laura Garsando. Periodista (Valencia).
© Mètode 2013.

   
© Mètode 2013