Fallas locas hechas ciencia

El profesor Jesús Català nos explica cómo el discurso fallero representa la ciencia

na-jordanda_web

na-jordanda_web

Falla Na Jordana | Monumento con el lema Leonardo Da Vinci plantado por la Falla Na Jordana en 2012.

La reciente candidatura de las Fallas de Valencia como Patrimonio Inmaterial de la UNESCO nos obliga a hacer un esfuerzo de reinterpretación de la que es la fiesta más conocida de la ciudad de Valencia y que se encuentra representada en la mayoría de localidades cercanas al Cap i Casal, pero incluso también en la provincia de Alicante y Castellón.

Con motivo de esta candidatura, hemos querido consultar al profesor e historiador de la ciencia, Jesús Ignacio Català. El profesor, que actualmente imparte clase en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, ha publicado varios artículos resaltando la relación existente entre ciencia y fallas. Una relación que no siempre es plácida, pero que queda patente.

Y es que no es extraño encontrar que los monumentos falleros contengan ninots con motivos científicos. En esta línea, el profesor opina que «hay un discurso fallero propio el cual da una interpretación social de la ciencia». Las fallas al final son eso, una interpretación, una crítica, «pero no son un mero reflejo de la realidad» y por tanto dejan una huella cultural. ¿Qué problema tiene esta huella? La falla es una representación efímera dado que solo se exhibe cuatro o cinco días hasta la noche de la cremà.

Aún así, numerosas evidencias han llegado a nuestros días de estas representaciones de forma indirecta mediante el registro fotográfico o los esbozos de las fallas en sus libretos de los cuales Jesús Català ha hecho una selección en diferentes aspectos científicos.

Las grandes teorías

Las grandes teorías científicas se desarrollan desde el ámbito recluido de las comunidades científicas hasta la aceptación por el conjunto de la sociedad. Quizá el ejemplo más claro de esta aceptación en el mundo fallero es la que la comisión Visitación-Oriola hizo de la teoría de la evolución de Charles Darwin en su monumento La lucha por la vida. Este, ganó el premio a mejor falla de sección especial y representaba a dos fieras luchando con un hombre encima de un libro. Quizá lo más interesante de esta falla es, que fue plantada el 1959, justo cien años después de El origen de las especies.

Casualidad o no, no es la única falla que representa el fenómeno de la evolución, ya que la burla a la transición evolutiva de la especie humana es un referente habitual como representa el monumento El alba, plantado por la comisión Lepanto-Guillem de Castro el año 2000. «Las fallas tienen una codificación del lenguaje propia», resalta el historiador de la interpretación cómica que se hace del proceso evolutivo.

Falla-Visitacio_web

Falla Visitació-Oriola | Falla con el lema La lucha por la vida plantada per la comisión Visitació-Oriola el año 1959 que representa a dos fieras peleando con un hombre sobre un libro.

Eventos históricos con repercusión social

Es difícil de predecir en qué grado llegan estos eventos al ciudadano de a pie, cómo repercuten más allá de ámbito de estudio. Aún así, es interesante resaltar que el 1958, la Falla Plaza del Mercado llevaba el lema: El Año Geofísico Internacional. «Una falla clásica, que tiene un punto de apología, de reivindicación» apunta el profesor sobre esta falla que con un telescopio miraba hacia el sistema solar. «La falla se ocupa de eso, de la Big Science»,  concluye Jesús Català.

En este sentido las fallas parecen ser un reflejo del avance científico, y así lo demuestra, también, la falla de 1901 de Rusafa-Ciril Amorós que daba la bienvenida al siglo XX mediante la exaltación de progreso técnico. Aún así, la relación de fallas y progreso no siempre ha sido positiva, ya que muchas veces se asocia el progreso a la pérdida de las tradiciones, cosa que también ha sido criticada como en el monumento de Na Jordana de 1975 titulado Naufragan las tradiciones.

Falla-Avgda.-Burjassot_Pare-Carbonell_web.png

Jesús Català | Monumento con el lema Rebelión en la granja de la comisión Avenida Burjasot-Padre Carbonell del año 2002 donde se aprecian Einsteins clonados.

Descubrimientos científicos

Por otro lado, lo que también se puede encontrar en la fiesta fallera representado son los nuevos descubrimientos científicos que se realizan hoy en día. Quizá uno de los que más repercusión tienen y más representados ha sido es la «clonación».

Un ejemplo claro de la sátira valenciana sería el juego de palabras que utilizó la falla de Convento de Jerusalén el 1998 llamada Clon, clon. El uso de la reiteración de esta onomatopeya es verdaderamente ingenioso, ya que la falla mostraba ovejas haciendo de badajos en un campanario y un gran número de campanas clonadas a sus pies.

Aún así, no solo de diversión se construye el discurso fallero, la crítica va mucho más allá, incluso a reflexiones tan importantes como el uso de animales de laboratorio en ensayos científicos. En este sentido el monumento Rebelión en la granja de la comisión Avenida Burjasot-Padre Carbonell del año 2002, además de hacer referencia a la obra del gran escritor George Orwell, escenifica un laboratorio donde una oveja clona pequeños Einsteins que juegan con los utensilios de investigación. La complejidad de esta escena no solo nos hace reflexionar sobre la situación de los animales de laboratorio, sino que además se pregunta qué es lo que clonamos, dado que una oveja a la hora de clonar un humano, clonaría al que es considerado uno de los científicos más prestigiosos de la historia.

«Ya no son grandes eventos de los que la falla se sirve. En este caso es la falla la que construye el discurso con un propósito», asegura Jesús Català.

Grandes científicos y divulgadores

Quizá muchos recuerden el monumento que el 2012 plantó la Falla Na Jordana, Leonardo Da Vinci. Este tuvo un gran impacto ya que mostraba la vertiente científico-técnica del gran inventor con los descubrimientos que realizó saliéndole de la cabeza y alrededor de él.

Pero no es el único científico representativo. En este sentido, grandes divulgadores como Jacques Cousteau son ninots recurrentes que se han encontrado varias veces en fallas, incluso científicos del ámbito nacional como Juan Luís Arsuaga, codirector de las excavaciones de Atapuerca.

Por tanto, parece indiscutible que la ciencia tiene una amplia representación dentro del discurso fallero, y que este no solo se nutre de ella, sino que además, hace una interpretación y da su opinión. Habrá que esperar a las fallas de este año para ver cuáles son los eventos científicos seleccionados para ser devorados por las llama en unas fallas locas hechas de ciencia, por ciencia y con ciencia.

Marcos Morales Peláez. Estudiante de Biología de la Universitat de València.
© Mètode 2016

© Mètode 2016

Estudiante de Biología de la Universitat de València.