La primavera divulgativa

El I Congreso CTEM valenciano pone en marcha iniciativas para difundir la ciencia

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02-ctemokImatge de José Azkárraga

Cientos de profesionales de la enseñanza compartieron experiencias y buscaron alternativas innovadoras para mejorar la formación científica en el I Congreso CTEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) de la Comunidad Valenciana. El objetivo: ir «hacia la alfabetización científica, matemática y tecnológica en el siglo XXI», tanto en las aulas de secundaria, como fuera de ellas. El IES Benlliure de Valencia abrió sus puertas durante los días 13, 14 y 15 de mayo para convertirse durante todo un fin de semana en un hervidero científico-divulgativo.

La actividad, enmarcada dentro de la Primavera Educativa y organizada por la Consellería de Educación, trató de ser un puente entre ciencia y sociedad. ¿Por qué los jóvenes no eligen la ciencia para los estudios superiores? ¿Por qué el sistema educativo tiene carencias para hacer llegar los conocimientos científicos? ¿Por qué la cultura científica está tan poco extendida? Son algunas de las cuestiones que divulgadores, investigadores y profesores tuvieron que debatir para resolver los principales obstáculos a los que se enfrentan ciencia y sociedad si no se complementan y retroalimentan.

Profesionales de todo el territorio valenciano estuvieron presentes en el acto. Las mesas redondas fueron un avispero de ideas para buscar una educación más rica y una ciudadanía más culta. Entre las principales conclusiones, la formación del profesorado. Precisamente un acto como el CTEM, además de poner de manifiesto la intención de llevar la divulgación a capas más amplias de la sociedad, ponía en marcha este objetivo. Se habló mucho de compartir experiencias y estrategias. Las actividades de este tipo son importantes porque, mediante estos proyectos, los docentes se proveen de la metodología más acertada para enseñar la ciencia.

José Azkárraga, miembro del equipo organizador del congreso y profesor en el departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales de la Universitat de València, ya explicaba en una entrevista para Mètode la importancia de que la población tenga unos conocimientos científicos básicos. Tender un puente entre ciencia y sociedad es una tarea compleja. El CTEM ha sido el primer escalón de una larga tira.

En esta línea fue la conferencia de Martí Domínguez, escritor, biólogo, profesor en la Universitat de València y director de la revista Mètode. Un letraherido, pero también un «cienciaherido». La prueba de que la cultura no está reñida venga del ámbito que venga. La ciencia es un método para analizar la realidad, pero el resto de especialidades participan también dentro de esta realidad diversa. Por lo tanto, en la revista dirigida por Domínguez encuentran también lugar artistas, filósofos, y profesionales de muy distintos ámbitos.

01-ctemokImatge de José Azkárraga

No hay, sin embargo, sociedad y cultura científicas si no tenemos personas que se dediquen a la ciencia. Una de las mayores preocupaciones del profesorado es la falta de jóvenes que se suman a la aventura científica para dedicarse profesionalmente. Los estudios científicos ya no garantizan el trabajo y, como consecuencia, hay un número menor de gente que elige hacer carrera científica. En el CTEM se debatieron los puntos de conflicto: la escasa labor de divulgación de la ciencia, que debería ser accesible y comprensible para una gran parte de la sociedad, y el hecho de que cultura y ciencia sean conceptos desligados –se entiende lo científico como campo de estudio, pero no como bagaje cultural personal–.

«Nadie me ha preguntado si esta profesión merece la pena porque me hace feliz… hay que explicarles que es así», dijo José Pío Beltrán, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). «Es una carrera que te da la oportunidad de estar en el proceso de creación del conocimiento», continuó. Con el fin de extender este aprecio por la ciencia, el investigador expuso varios proyectos que iban desde actividades culturales para gente adulta, hasta juegos escolares para aprender con diversión en la Secundaria. Por ejemplo, en la plaza de la Virgen se creará un nuevo centro de estudios biológicos, que será un espacio permanente de divulgación de la ciencia, abierto a toda la ciudadanía.

Los asistentes hablaron de cómo superar los obstáculos y empezar los retos divulgativos. La aplicación correcta de la ciencia en nuestra vida diaria viene de la mano de la extensión a ámbitos culturales de la propia ciencia, y de una buena educación científica. El primer paso para trazar el puente entre ciencia y sociedad ya se ha dado. Eso ha sido el I CTEM de la Comunidad Valenciana.

Marta Navarro. Estudiante de Periodismo de la Universitat de València.
© Mètode 2016.

© Mètode 2016

Estudiante de periodismo de la Universitat de València.