Mujeres, ciencia y Twitter

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dones-twitterMiguel Lorenzo

Recientemente, la web de Mètode publicó un artículo donde presentábamos un listado de los científicos más seguidos en Twitter, elaborado por la redacción de Mètode. El listado, tal y como advertíamos en el propio texto, no era una lista exhaustiva y se había realizado de forma no sistemática, buscando en listas de ciencia, en cuentas de organismos públicos de investigación y de enseñanza, etc. El artículo, en una especie de juego, invitaba a nuestros lectores a proponernos nuevos nombres para ir completando el listado.

En seguida, una de las cosas que detectasteis rápidamente fue la poca representación de mujeres en este listado (en la primera versión, solo aparecía una, Esther Samper). Y la polémica ha ido creciendo hasta la elaboración de una lista alternativa formada exclusivamente por mujeres y elaborada con unos criterios diferentes. Era una circunstancia que nosotros también habíamos advertido, y sobre la que abríamos algunas preguntas en el artículo.

De las propuestas que nos hicisteis llegar, muchas hacían referencia a divulgadoras muy conocidas en la red social que no eran el objeto del artículo. Nos queríamos centrar en investigadoras e investigadores en activo que publican en revistas científicas de impacto. Y, para establecer un criterio, acertado o no pero que permitía hacer una selección, que tuvieran más de un millar de seguidores. Pretendíamos abrir una reflexión a partir de un artículo publicado en Science, que analizaba la relación entre seguidores en Twitter y el índice h (que se realiza teniendo en cuenta las citas de los artículos científicos). El debate nos parecía más que interesante. Nos preguntábamos si se podía criticar a un investigador (o a una investigadora) por el hecho de tener muchos seguidores en las redes sociales. Desde Mètode siempre hemos potenciado que los mismos científicos se involucren en tareas divulgativas, y artículos donde se critiquen a los investigadores e investigadoras más populares nos parecía que no ayudaba a potenciar la participación del ámbito científico en las redes.

Lo cierto es que a lo largo del fin de semana, recibimos también propuestas de nuevos tuiteros científicos, tanto de mujeres como de hombres, que añadimos al listado actualizado. De un listado de 19 tuiteros y una tuitera, pasamos a uno de 25 tuiteros y 5 tuiteras. Seguramente se podría ampliar el listado de científicas tuiteras, pero también se podría ampliar el de tuiteros.

En ningún momento asegurábamos que no existían mujeres tuiteras y científicas, y dejábamos el listado abierto sugerencias y propuestas. Pero lo que es cierto es que, tal y como analizábamos en nuestro monográfico sobre mujeres y ciencia, las mujeres aún se encuentran menos representadas que los hombres en todos los ámbitos de nuestra sociedad. No es una justificación a la no inclusión inicial de estas mujeres, que como se ve hacen un trabajo constante de comunicación de la ciencia a través de las redes. Pero si que es una cuestión que enlaza con algunas de las preguntas que dejábamos abiertas en el texto, y que por la polémica del listado incompleto no se han analizado en su justa importancia.

El artículo pretendía ser una reflexión sobre la dificultad de compatibilizar las elevadas exigencias de publicación en revistas de impacto para los investigadores con una necesaria labor de comunicación en el ámbito de sus disciplinas.

Lucía Sapiña. Observatorio de las Dos Culturas. Revista Mètode.
Anna Mateu. Redactora jefe de la Revista Mètode.
© Mètode 2014.

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Periodista. Revista Mètode.