Una amenaza real y actual

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cc_1Irene Yuste

«El cambio climático está ya entre nosotros». «No hay recambio para nuestra Tierra». «Hay pocos temas que tengan una importancia tan vital para el mundo como el caso que nos ocupa ahora». «El cambio climático está aquí». Todas estas son afirmaciones que se escucharon en la jornada «El futuro del clima y nuestro futuro», celebrada en Valencia el 4 de noviembre y organizada por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA) con la colaboración de las Cortes Valencianas. En el acto se reunieron expertos de distintos perfiles profesionales, pero todos ellos relacionados con el cambio climático, un problema que lejos de ser distante y ambiguo debe ser visto ya como una amenaza real, actual y muy cercana. Vicente Boluda, presidente de la FVEA, José Luis Rubio, director de la jornada, Isabel Bonig, consellera de Infraestructuras, Territorio y Medioambiente, Alejandro Font de Mora, presidente de las Cortes, y Santiago Grisolía, presidente del Consell Valencià de Cultura, inauguraron un encuentro marcado por las conclusiones del reciente informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC): el cambio climático es inequívoco.

La jornada se dividió en tres sesiones. La primera se centraba en la situación actual, las implicaciones y las consecuencias del cambio climático. Una de estas consecuencias, que ya estamos viviendo, es el aumento del nivel del mar. Sólo desde el año 1500 hasta el 2000 ha subido veinte centímetros. «España vive de las costas, del turismo. En estas zonas el aumento de un centímetro del nivel del mar supone un retroceso de un metro de la línea de playa», alertaba Joan Grimalt, ingeniero químico y profesor del CSIC. José María Baldasano, director del área de ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Centre-Centro Nacional de Supercomputación, destacó la importancia de la modelización, del diseño de distintos modelos climáticos que tengan cada vez más factores en cuenta. Y para que la recogida y filtrado de datos sea idónea tan necesaria es la supercomputación como disponer de profesionales preparados.

 

«España vive de las costas, del turismo. En estas zonas el aumento de un centímetro del nivel del mar supone un retroceso de un metro de la línea de playa»
(Joan Grimalt)

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De izquierda a derecha, Joan Grimalt, José María Baldasano y José Navarro Pedreño, ponentes de la primera sesión.
   

Cerraba la sesión José Navarro Pedreño, subdirector del Master Interuniversitario en Análisis y Gestión de Ecosistemas Mediterráneos. Navarro centró su presentación en los efectos del cambio climático en la cuenca mediterránea y el País Valenciano. Estamos viviendo ya una gran alteración en los aportes de agua dulce y de sedimentos de los ríos, un aumento de la temperatura y salinidad de las aguas profundas, la reducción del caudal del río Ebro y notables modificaciones en la línea de costa valenciana. El País Valenciano es, de hecho, uno de los ejemplos típicos de territorio en riesgo por el cambio climático, con graves consecuencias económicas y sociales. Sin embargo José Navarro afirma no ser pesimista y ver en los suelos una oportunidad para mitigar los efectos del cambio climático. La solución pasaría por volver a su anterior uso y manejo, a partir de medidas como la recuperación del abonado orgánico o la recuperación de las zonas con vegetación, especialmente de ribera y marginales. Todo con el fin de fijar carbono en el sistema suelo-planta en lugar de liberarlo.

Vistas las consecuencias del cambio climático y el impacto en nuestra propia casa, el paso siguiente es defenderse ante la amenaza. Así, la segunda sesión estaba dedicada a la respuesta institucional, de la ciencia y de la sociedad. Lejos de negacionismos, a lo largo de la jornada se incidió en la idea de que el actual cambio climático no es algo cíclico, sino culpa de la acción humana. Por ello, para mitigar este proceso «es fundamental sensibilizar y concienciar a la población», señalaba Vicente Tejedo, director general de Calidad Ambiental de la Generalitat Valenciana. Otros objetivos a alcanzar serían el desarrollo sostenible, la implantación de energías alternativas o la potenciación del I+D+i. «Hay que empezar a actuar cuanto antes», sentenció Enrique Bailly-Bailliere, de la Oficina Española de Cambio Climático.

 

«El País Valenciano es uno de los ejemplos típicos de territorio en riesgo por el cambio climático, con graves consecuencias económicas y sociales»

 

 

 

 

 

«El actual cambio climático no es algo cíclico, sino culpa de la acción humana»

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Vicente Tejedo, Enrique Bailly-Bailliere, Xavier Querol y Martí Domínguez participaron en la segunda sesión de la jornada..
   

Sobre la respuesta de la ciencia habló Xavier Querol, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC. «El cambio climático es un problema muy complejo, que solo la ciencia puede abordar en cuanto a estrategias de diagnosis, mitigación y adaptación», afirmó. Además propuso potenciar la relación entre ciencia y política ambiental, y lanzó una reivindicación: «invertir en ciencia ha sido, es y será siempre muy rentable». Esta segunda sesión terminó con la presentación de Martí Domínguez, director de Mètode, que lanzaba una pregunta: «¿Por qué la sociedad no responde ante la amenaza del cambio climático?». Una posible respuesta estaría en los medios de comunicación, y más concretamente en los generadores de opinión. A pesar de las afirmaciones rotundas sobre el cambio climático, con adjetivos como «incuestionable» o «inequívoco», esto no se ha visto reflejado ni en las informaciones ni en los artículos de opinión. Desde el año 2007 hasta el 2014 ha habido una pérdida de la presencia informativa del cambio climático y, en el mejor de los casos, cuando se trata es de una forma neutra, distante, demasiado cientifista. Pero en otros casos, por lo general en medios de tendencia conservadora, sigue habiendo una visión negacionista, escepticista, politizada, e incluso que cataloga de dogma o religión la lucha contra el cambio climático. Lo que queda tras todo esto es «una actitud de no tomarse en serio el cambio climático», cuando los medios deberían ser «no sólo fuentes de información, sino también de formación». Así, Martí Domínguez cerró su intervención con un decálogo para el tratamiento informativo del cambio climático, donde los tópicos, la saturación, el sensacionalismo y la politización no tienen cabida.

La tercera y última sesión, con la que terminaba la jornada, llevaba por título «Obligados a cambiar. Nuevos paradigmas e innovación en las estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático». Y tras ella, las conclusiones y la clausura. A grandes rasgos se puede resumir que el calentamiento global es inequívoco y que la influencia humana en este cambio es clara. Pero igual que somos los culpables está en nuestras manos mitigarlo. En las distintas presentaciones de la jornada se enumeró una buena muestra de propuestas para combatir esta amenaza, tanto desde las administraciones como desde la ciencia y la sociedad civil. Distintos ponentes resaltaron la importancia de la educación, de la formación, frente al actual déficit científico y cultural que atribuyen a la sociedad española. «La concienciación ambiental ha fallado», lamentaba desde el público uno de los asistentes. «Cuando la gente hable tanto del cambio climático como lo hace del futbol, estaremos cerca de la solución», sentenció otro.

Íngrid Lafita. Periodista. Revista Mètode, Universitat de València.
© Mètode 2014.

 

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«El cambio climático es un problema muy complejo, que solo la ciencia puede abordar en cuanto a estrategias de diagnosis, mitigación y adaptación»
(Xavier Querol)

© Mètode 2014