Zoología bastarda (con vocación educacional)

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oviditwins2Ovidi Twins
Parotet, el cadencioso corte elegido para el primer videoclip, está dedicado a los insectos del orden Odonata y, a la manera de los antiguos bestiarios, recoge algunas denominaciones populares de este bicho.

A finales del año pasado se publicaba Animalets (La Casa Calba, 2013), una peculiar aproximación al reino animal de la mano de Ovidi Twins, ahora reconvertidos en trío y alejados de la caja de ritmos que había caracterizado sus trabajos anteriores. El disco, pensado en principio para un público infantil, emula los bestiarios que se popularizaron en la Edad Media, libros que recogían datos sobre todos los animales existentes –y algunos inexistentes– de los que se tenía constancia. Esta incursión en la zoología no queda exenta del habitual tono socarrón del grupo, que en todo caso se agudiza en medio de una enorme mezcla de estilos musicales. Entre tanta fiera todavía queda espacio para recuperar unos versos de Estellés, una canción de los Beatles y, cómo no, el Libro de las bestias de Ramon Llull, en un álbum que se enriquece con las aportaciones de unos colaboradores excepcionales.

Se hace difícil establecer una categorización taxonómica de las criaturas que han escogido los Ovidi Twins, pero alguna cosa se puede sacar en limpio. Parotet, el cadencioso corte elegido para el primer videoclip, está dedicado a los insectos del orden Odonata y, a la manera de los antiguos bestiarios, recoge algunas denominaciones populares de este bicho. Encontramos más insectos en Grills, bellísima canción en la que los gríllidos toman el protagonismo a través de un fragmento del Coral Romput de Vicent Andrés Estellés, cantado sobre una música del cantautor griego Sokratis Malamas y endulzado por la voz de Clara Andrés: «Hay en los versos que escribo, entre todos mis versos / ciertas palabras que todavía tienen un no sé qué de grillos».1 La cantautora de Oliva colabora también en Mamífers, una entrañable canción de cuna que nos recuerda a los humanos cuál es nuestro sitio en el reino animal.

 

 

«El disco emula los bestiarios que se popularizaron en la Edad Media, libros que recogían datos sobre todos los animales de los que se tenía constancia»

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Fragmento de la portade de Animalets (La Casa Calba, 2013), realizada por la ilustradora Inma Lorente.
 

 

«Turistes abandonats, con regusto balcánico, se compadece de las palomas y las tórtolas perdidas en las grandes ciudades»

De mamíferos, precisamente, el disco va cargado. El gosset ambelloner es un bolero-fandango que recomienda comprarle al abuelo de la casa un perro ratonero valenciano –raza originaria de estas tierras– para que lo pasee por la calle. Mientras que L’haqueta del retor relata, a ritmo de rumba funk, la historia de la yegua de trabajo que, de tan bien enseñada a pasar hambre que estaba, se murió, según cuenta la fábula. Orifany –la manera en que Ramon Llull y sus coetáneos llamaban al elefante– transforma una melodía de El carnaval de los animales de Camille Saint-Saëns en una cándida narración sobre un paquidermo que camina por la selva en pijama. Y, por último, un mamífero marino: bajo el título Mmmmeah!!!! se esconde una disparatada versión de I Am the Walrus de los Beatles, es decir, «yo soy la morsa».

También hay sitio en el disco para las aves. Encontramos Dos pardalets i una aguileta, adaptación de una canción popular, y la divertida Turistes abandonats, con regusto balcánico, que se compadece de las palomas y las tórtolas perdidas en las grandes ciudades: «¿Por qué no hacéis como la golondrina / que sabe bien hacia dónde vuela?».2 En cambio, solo hay un tema dedicado a los reptiles, pero tiene un papel importante: Dinosaures de marjal, la canción central del álbum y la más larga, cuenta con la magnífica participación de Vicent Torrent (Al Tall), a la voz, y Spyros Kaniaris (L’ham de foc), a la lira.

Más complicados de clasificar que cualquier otro animal son los propios Ovidi Twins, que escapan de todas las categorías y continúan entestados en ir a la suya. Siguiendo el heterodoxo camino que abrieron hace diez años, con un pie en la música tradicional valenciana y el otro danzando entre diversos estilos, en Animalets mutan en cada canción y beben de mil sonoridades diferentes. Pero a lo largo de todo el trabajo se mantienen dos constantes. Por un lado, el peculiar sentido del humor marca de la casa. Y, por otro, quizás como consecuencia de la propuesta infantil inicial, una cierta vocación didáctica, requisito indispensable que ha de cumplir cualquier bestiario que se precie.

1. «Hi ha en els versos que escric, entre tots els meus versos / certs mots que encara tenen un no sé què de grills». (Volver al texto)
2. «Per què no feu com l’oroneta / que sap ben bé cap a on vola?». (Volver al texto)

Felip Pineda. Periodista. Revista Mètode, Universitat de València.
© Mètode 2014.

Para escuchar:
Ovidi Twins, 2013. Animalets. La Casa Calba. Valencia.

 

 

 

«Más complicados de clasificar que cualquier otro animal son los propios Ovidi Twins, que escapan de todas las categorías y continúan entestados en ir a la suya»

© Mètode 2014
Periodista. Revista Mètode, Universitat de València.