Christa Sommerer: «Creo que incluso las artes están volviéndose más científicas»

Bióloga, botánica y artista

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Christa Sommerer es una artista de reconocido prestigio internacional, pionera en la creación de instalaciones interactivas, así como en la investigación y desarrollo de sistemas de vida artificial aplicados al arte. La transversalidad de sus obras viene marcada por su propia trayectoria, desde su formación como bióloga y botánica hasta la educación artística y la escultura moderna.

«La inspiración para mis obras viene de campos científicos, como la nanotecnología, la vida artificial o los aspectos generativos de la ciencia»

Es coeditora de libros donde acerca ambas disciplinas, arte y ciencia; ha sido galardonada con diversos premios, y es profesora en la Universidad de Arte y Diseño de Linz en Austria. Exposiciones por todo el mundo con obras «que hacen época» avalan una vocación que tiene el objetivo de establecer puentes de carácter interdisciplinario.

Con motivo del segundo congreso internacional «ACC: Arte, Ciencia, Ciudad», que tuvo lugar en Valencia los pasados 22 y 23 de octubre, hemos entrevistado a Christa Sommerer, que participaba como ponente. Con ella hablamos de esta confluencia de disciplinas y del particular enfoque de la artista que queda plasmado en cada una de sus obras.

¿Cómo se relacionan arte, biología y ciencias computacionales?
Creo que es una conexión muy personal, pero podría decirse que hay una relación entre el interés por las estructuras subyacentes y el estudio de los procesos.

¿Dónde encuentra la inspiración para sus obras?
Recientemente me influyen temas relacionados con la historia del arte, los dadaístas, los artistas del movimiento Fluxus o del grupo Gutai, así como diferentes desarrollos artísticos interesados en implicar a la audiencia en su arte. Pero, la inspiración viene de campos más científicos, como la nanotecnología, la vida artificial o los aspectos generativos de la ciencia. Mostramos interés en áreas amplias, pero nuestro objetivo final siempre es comprimirlo en una obra de arte, traducir unos principios de otros campos en una obra de arte.
¿Qué tenemos que entender por «arte interactivo»?
El arte interactivo comenzó a popularizarse en los años noventa, cuando los artistas comenzaron a utilizar ordenadores para procesar la producción de imágenes. A pesar de ello, ya tenía una larga historia gracias al arte cibernético. El cine expandido es un campo en el que ya se ha experimentado con muchos procesos relacionados, pero también ha habido contribuciones de otros movimientos, como el arte cinético o el arte lumino-cinético. En definitiva, existen muchos movimientos que nos ayudan a trabajar en el campo del arte interactivo.

«Creo que hoy en día la gente se está independizando más de la tecnología y está volviendo a mensajes más artísticos»

¿Considera que el boom tecnológico de las redes sociales ha cambiado la esencia del arte interactivo?
Creo que hoy en día la gente se está independizando más de la tecnología y está volviendo a mensajes más artísticos. La tecnología ya está disponible en todos los sitios y no tiene que desarrollarse por cuenta propia, así que resulta más fácil de utilizar. Además, gracias a las redes sociales hay mucha comunicación en las plataformas online y eso puede resultar muy útil, especialmente en el arte comunicativo, como el arte en Internet o las obras que implican cierto grado de participación. Creo que hay mucho potencial y tenemos muchos ejemplos.

Sus obras han sido descritas como «sistemas vivos», buscando una interacción natural con el mundo virtual.
La obra de arte es como un proceso abierto en que el usuario o los participantes aportan su participación. Nuestro sistema captura, en cierta medida, esta interacción y la traduce en un resultado artístico, y la traducción se lleva a cabo mediante los algoritmos internos que desarrollamos previamente, de manera que la obra de arte siempre está cambiando.

 

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Foto: Laura Sanantonio


Y si tuviera que destacar una de sus obras, ¿cuál escogería?
Posiblemente la última, que acabé hace un par de meses, llamada «Portrait on the Fly». Es una pantalla y uno se queda parado delante. Hay 10.000 moscas. Si te paras, las moscas intentan posicionarse en los rasgos de la cara. Aunque es una interacción muy sencilla, creo que es fascinante porque a la gente le gusta verse a sí misma. En esta instalación creo que la gente se queda con esta idea de que todo es muy frágil y la vida desaparece rápido. Te ves a ti mismo en un momento, pero rápidamente la imagen desaparece. Trata de este aspecto de lo efímero.

«Pienso que el arte es una nueva forma de concienciación sobre temas sociales»

¿Cómo consigue que el público se implique en las obras?
Es muy interesante ver como podemos captar la atención de la audiencia, no sólo haciéndolos moverse delante de la pantalla, sino incitándolos a se parte de la obra de arte y a pensar sobre su propio papel en la obra.

¿Cómo cree que evolucionará la intersección entre ciencia, arte y tecnología?
Mucha gente está estudiando cómo combinar campos como el arte, la ciencia y la tecnología. En términos generales, creo que incluso las artes están volviéndose más científicas. Por ejemplo, en la universidad los estudiantes de arte no sólo realizan su obra, también tiene que investigar y redactar una presentación por escrito. Me parece que es un buen proceso, porque significa que puedes hacer tus propios conceptos, pero también tu método resulta más transparente y la gente lo entiende mejor. Tenemos que incorporar la parte académica pero también parte de libertad.

En una entrevista anterior dijo que «los científicos a menudo tienen fantásticas mentes, pero no siempre ven la relevancia social de lo que hacen».
Lo que quería decir con esto es que, cuando trabajé en un laboratorio de investigación, rodeada, sobre todo, de ingenieros informáticos, observé que algunos científicos investigan un tema sin pensar demasiado en las consecuencias que tendrán sus resultados. Cuando se trata de inventar una tecnología nueva, lo hacen con el único objetivo de inventarla, no tanto por las implicaciones que pueda tener; mientras que los artistas son mucho más conscientes de lo que desarrollan y de cómo debería afectar a la sociedad.

«Es muy interesante ver cómo podemos captar la atención de la audiencia, incitándola a ser parte de la obra de arte y a pensar sobre su propio papel en la obra»

¿Podría decirse que el arte puede llevar a la gente a conocer el desarrollo de la investigación científica?
El arte no es sólo un instrumento para explicar la investigación científica. Creo que el gran beneficio del arte es que busca el nivel emocional; que la gente puede, si es buen arte, entender de forma intuitiva los mensajes que hay detrás. Y eso no solamente genera nuevo conocimiento, sino también nueva experimentación emocional, que es lo que consiguen los buenos artistas. Pienso que es más una nueva forma de concienciación sobre temas sociales.

© Mètode 2015

Estudiante de Biología de la Universitat de València.