No deja de ser sorprendente que, bien entrado el siglo xxi, aún no tuviésemos una guía de los Países Catalanes del grupo de animales más popular: las aves. Y eso que la tradición ornitológica catalana es bastante digna: ya en los años diez del siglo xx Josep Fuster publicó sus «claves» (1913) y el naturalista Ignasi de Sagarra, la primera parte del atlas de aves (1914), con dibujos del estilo de la escuela alemana. Mucho más completa fue la obra de Joaquim Maluquer: Els ocells de les terres catalanes, editada en 1956. Justo al año siguiente salía la primera guía de campo europea en castellano: la famosísima Peterson, que fue la única disponible en nuestro país durante muchos años.
En efecto, tuvimos que esperar hasta 1971 –cuando apareció el Bruun y Singer– para poderla comparar. Y aún tuvieron que pasar 20 años más para tener una guía en catalán: la traducción del Peterson (1991). Al año siguiente apareció la Jonsson, con espectaculares dibujos de la escuela escandinava.
Entonces se produjo una feliz coincidencia: parece como si varios autores no quisiesen esperar a la nueva centuria para terminar sus obras, apareciendo tres importantes:
Primero, la de Mullarney, Svensson, Zetterström y Grant (1999), de gran éxito, con 3.500 dibujos minúsculos y descripciones breves pero suficientes. Se trata de una traducción al castellano (muy bien hecha por el experto Manuel Pijoan) del original sueco, que incluye todas las especies europeas.
Después, la de F. Jutglar y A. Masó (1999), que es la primera guía realizada por biólogos del país, con extensísimas descripciones y un millar de dibujos muy reales y precisos. Tiene la ventaja de contener todas las 488 especies de la Península Ibérica y Baleares, incluyendo las introducidas y las accidentales, pero ninguna de las foráneas.
Finalmente, la de De Juana y Varela (2000), «la guía de la SEO (Sociedad Española de Ornitología)». Es pequeña y muy práctica, y también ha sido realizada por autores de aquí.
Y aún tuvo que pasar otra década hasta que pudimos disponer de una guía original, con todas las especies catalanas (375) y ninguna más. Esta es la principal característica de la obra que comentamos. Francesc Jutglar es autor de la mayoría (más del 95%) de los mil excelentes dibujos, que son los que ya aparecen en la guía de Jutglar y Masó, pero aquí están más ampliados y se han añadido algunos de Toni Llobet.
Los textos van a cargo de Joan Estrada, toda una garantía de precisión. Son breves –diría que telegráficos– pero muy rigurosos y acertados y normalmente suficientes, siempre que los complementemos con los dibujos. Por ejemplo, se dice «macho no nupcial similar a la hembra». Sin embargo, encontraréis los dibujos de los dos sexos porque son semejantes, pero no iguales.
Está avalada por el Instituto Catalán de Ornitología (ICO) y el hecho de que los autores sean naturalistas catalanes le proporciona un valor añadido porque incorpora la visión local y la experiencia sobre el terreno.