La astucia de los insectos y otros artrópodos, de Jairo Robla

¿Sabías que hay insectos que convierten a sus presas en zombis? ¿Que otros le roban el agua al viento? ¿Que hay artrópodos que tienen su hogar en las cimas más altas del mundo, donde nadie puede vivir a causa del frío y viento extremos? ¿Que hay especies bioluminescentes que emiten luz? ¿O que la seda que fabrican algunas orugas es más resistente que el acero?

Hay mariposas que se parecen tanto a una hoja que las tienes que tocar para ver que se mueven y convencerte de que son animales; que las hormigas son capaces de levantar centenares de veces su propio peso; que las avispas inoculan huevos en una oruga para que las larvas se alimenten de sus tejidos hasta el final, etc.

Pero… ¿los milpiés tienen mil pies? Si alguna vez te lo has preguntado, aquí encontrarás la respuesta. Y es que, de la misma manera que muestra hechos increíbles, también desmiente leyendas urbanas… y rurales, así como los mitos que circulan por la «sabiduría popular» y que no son ciertos.

Estos bichejos no solamente son fascinantes por ellos mismos, sino también por el éxito ecológico que han logrado. Efectivamente, se han adaptado a todo tipo de ecosistemas: desde los desiertos hasta los glaciares, y desde las montañas hasta las sabanas, pasando por bosques, simas, ríos, volcanes… y, por supuesto, nuestras ciudades.

Otro aspecto fascinante son su comportamiento y sistemas de defensa. El libro explica desde los espectaculares cortejos sexuales hasta las estrategias que tienen para eludir a los depredadores: camuflajes que los convierten en «invisibles» sobre el sustrato, colores chillones premonitorios de su toxicidad, mimetismos que te hacen creer que una mariposa es una abeja, o que una oruga es una araña… Te sorprenderá hasta dónde ha llegado la evolución para conseguir la supervivencia de las especies.

En definitiva, se trata de un libro de entomología, pero muy peculiar. No hallaremos en él ni listas taxonómicas, ni claves de determinación, ni descripciones morfológicas, ni áreas de distribución. Sí que encontraremos narraciones que nos parecerán tan inverosímiles que nos harán dudar de su veracidad. Pero podéis estar tranquilos: todo lo que dice es cierto y lo explica de forma muy comprensible y atractiva, de forma que mantiene la atención del lector.

Es indiscutible que los insectos, y los artrópodos en general, son astutos, muy astutos, pero también lo ha sido Jairo Robla al recopilar tantas proezas de este mundo en un libro cuya lectura resulta apasionante: cada cada página te sorprende, a la siguiente te vuelve a sorprender… y así hasta la 315. ¡Agotador!