Mons humans, mons naturals
Josep E. Oltra i Benavent
Edicions 96. La Pobla Llarga, 2021. 15 × 21 cm, 146 páginas.
Cuando se publicó la gran obra Història natural dels Països Catalans, mucha gente se extrañó porque ya estaban apareciendo libros de «la siguiente época», la «posthistoria natural». Pero es que en el mundo de la investigación de la naturaleza siempre hemos ido un poco atrasados, a la cola de Europa. Cuando otros países ya hacía tiempo que habían superado esta fase, aquí nos faltaba hacerlo.
Hemos tenido naturalistas de labor muy meritoria y valiosa, pero de alcance local, sin mucha repercusión en el extranjero ni demasiada visión global. Y es que no habíamos pasado por la recopilación del conocimiento naturalista nacional. Por eso fue una gran idea la de Ramon Folch de emprender el notable esfuerzo de hacer realidad una historia natural, nuestra historia natural.
¿Nos hubiéramos podido saltar esta etapa? Evidentemente, pero las cosas no hubieran ido por el buen camino. Los actuales investigadores no habrían dispuesto de la base para llegar a las metas de las diferentes especialidades. Veo un paralelismo entre la Història natural dels Països Catalans y la obra Ecología, de Ramon Margalef. Sin ella, las investigaciones ecológicas posteriores no hubieran sido lo mismo.
Pues bien, entre tantas publicaciones modernas de grupos concretos, surge esta de un botánico valenciano que reúne cuarenta textos basados en la más tradicional concepción de la historia natural: la contemplación de la naturaleza. No encontraréis claves dicotómicas, análisis genéticos, estudios cladísticos, modelos matemáticos… sino los componentes de la naturaleza o, como dice el autor, los animales, plantas, setas, meteoros, nubes y peñas junto con la visión que el hombre rural ha ido creando de ellos a lo largo de los siglos. Cada tema es comentado a partir de las lecturas de naturalistas, antropólogos, folcloristas, lingüistas, etc., que añaden su interpretación sobre la vida, costumbres o denominación de un pájaro, una flor, una mala hierba, un helecho, un caballito del diablo…
Al principio encontramos un prólogo de Josep Cuello, tan largo como interesante, que enmarca muy bien la obra. Entre esto, la introducción, índices, etc., los cuentos empiezan en la página 23, de forma que el libro tiene poco más de un centenar. Es corto, pero el placer de ver recuperada la auténtica ciencia antigua y la forma de expresarse de los naturalistas griegos lo hace aún más corto para nostálgicos. Acabaremos con unas palabras del prologuista: «Nada más alentador que leer este libro, cargado de humanismo».
