A pesar de tener solo una cuarta parte de las especies que viven a la península Ibérica –o puede que precisamente por eso–, en Inglaterra siempre ha habido una auténtica obsesión nacional por las mariposas diurnas. Peter Marren es una de las figuras más destacadas que publica habitualmente en la revista British Wildlife y es autor de más de veinte títulos.
El libro empieza explicando, de la forma más tierna y emotiva, sus aventuras y desventuras de pequeño cuando perseguía mariposas y observaba maravillado la metamorfosis de las que criaba, fascinación con la que muchos nos sentiremos identificados. Esperaba ansioso las vacaciones porque era una nueva oportunidad de encontrar especies que todavía no había visto. Describe cómo las coleccionaba y que el mejor regalo era un ejemplar que le faltara o uno de aquellos libros con preciosos grabados. Para conseguirlo recorría las antiguas tiendas de Londres y se leía con delirio todos los libros que caían en sus manos sobre el tema.
En la madurez, sin perder la ilusión y su gran sensibilidad, profundiza en la mirada de la sociedad sobre la captura de estos insectos. Por su forma de razonar y explicar el coleccionismo, el conservacionismo y la situación que viven las especies en su país (algunas se han perdido a causa de la alteración ambiental), demuestra un gran conocimiento biológico tanto de la entomología, claro, como de la ecología y la evolución. Así se ha convertido en una autoridad en la historia del estudio de este grupo de insectos, lo que le permite mostrar cómo ha ido evolucionando en los últimos siglos la investigación y la representación gráfica, artística y literaria.
En este viaje erudito y fascinante que recorre la historia natural de los últimos trescientos años, narra su colaboración con grandes eminencias de la especialidad, como Miriam Rothschild, una de las científicas británicas más célebres. Es también un trabajo de investigación multidisciplinario sobre la atracción que las mariposas han causado en el ser humano y el lugar que les reservamos en nuestro corazón.
Ha sido un placer hacer la adaptación a nuestra realidad sustituyendo todos los nombres ingleses de las mariposas por los castellanos y añadir la nomenclatura científica para evitar cualquier confusión, así como algunas investigaciones de nuestro país para que resulte todavía más atractiva para el aficionado a quien va dirigida esta edición.
La obra tiene un interés que transciende las mariposas porque, a través de ellas, nos hará reflexionar sobre las relaciones del ser humano con la naturaleza. Hay que agradecer que no utilice un lenguaje pedante y académico, sino informal (el título ya nos da una pista), incluso irónico y espontáneo, que resulta divertido y a veces nos arrancará una sonrisa. Los que compartimos la fascinación por estos seres diminutos –y por el mundo natural– seguiremos el libro sin esfuerzo y nos haremos cómplices de los sentimientos que Peter nos ha sabido transmitir de forma tan apasionada.