El camino de los «pelegrins de les Useres»

El decreto 40/2007 de la Generalidad Valenciana declaró Monumento Natural el camino de els pelegrins de les Useres, que hay que preservar porque sustenta una de las celebraciones más antiguas del país y al mismo tiempo cualquier caminante lo puede recorrer según el talante que lo impulse: una devoción ciega, o la simple intención, como si cada uno pudiese escoger lo que más le convenga.

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La sacralidad popular tradicional no se concibe sin claras referencias espaciales: cruces de término, ermitas y santuarios jalonan el territorio, otorgándole significado. En la imagen, els pelegrins de les Useres regresan dejando atrás Chodos. /Àlvar Monferrer i Monfort

Fue camino de los hospitalarios, que subían de Valencia a Aragón y se hospedaban en Sant Joan de la Font Coberta, con gloria en el centro del templo y hogar en medio de la cocina, y de capellanes, comerciantes y tratantes de caballos y acémilas, cazadores de alimañas y captadores de voluntad para destruir madrigueras de animales, campesinos y pastores con sus ganados… Ahora es el GR-33, que sube de Castellón al Peñagolosa y enlaza con el GR-7, que lleva de Cádiz hasta la Europa Central.

De buena mañana el peregrino remonta La Vilavella y el Corral Blanc. En el término de Lucena, en vistas del Peñagolosa y a orillas de la masía de la Polla Rossa, se adentra en los caracoleos de valles y cimas, cuestas y barrancos, atraviesa la simple pradera, la colina de coscoja y aliagas y el pinar amable. La masía de La Vall ofrece fuente al caminante y, tras la bajada hasta el barranco de la Pallissera, emprende la cuesta del castillo de Les Torrosselles y la ermita de San Miguel, donde beberá del pozo y, después de comer, reposará a la sombra de muros y portales.

Por la tarde, pasa por la masía de Timó, remonta la loma de Bernat y de bajada disfruta de las vistas de Chodos, el pueblecito apiñado sobre la roca, cuyos rectores también lo eran de Les Useres en otros tiempos. Se detiene en las sombras de las fuentes de Els Possos y L’Arxivello y se refresca en sus chorros, mientras sube el Marinet. A la puesta de sol caminará por el Pla de la Creu, todo de bajada, hasta el santuario del Baptista, precursor y nuncio de la buena nueva.

Rituales

Es camino de antiguos rituales de fe y penitencia, de esperanza y caridad, de consuelo mutuo. Pide por las faltas de los hombres y no por los pecados, con conciencia pretridentina, en consuetas que varían poco a lo largo de los siglos, el día dividido en seis estaciones y la noche de transformación hasta el momento capital de la iniciación colectiva: dentro de la cueva, envuelto en humo, palabras de súplica, humildad y comprensión en las horas oscuras y, al alba, en la sala de los exvotos, la lección consuetudinaria del guía, padre y maestro que rememora, escucha, aconseja, lava los pies, los besa y pide perdón. Cada peregrino hará lo mismo con él. Ahora volverán a casa con la aureola de santos, habiendo cumplido el voto ancestral del pueblo.

«El de «els pelegrins de les Useres» es el camino de antiguos rituales de fe y penitencia, de esperanza y caridad, de consuelo mutuo. Pide por las faltas de los hombres y no por los pecados, con conciencia pretridentina, en consuetas que varían poco a lo largo de los siglos»

Camino de canto llano y melodías quizá procedentes de la escuela de Nôtre Dame de París (siglos xii o xiii), transmitidas por franciscanos y diversificadas por cantores locales. Camino de plegarias, que pasaran del salterio mínimo al rosario de las cofradías, y de responso.

Rituales, cantos y plegarias en tierras tremendamente secas, que necesitan agua para sacar las cosechas con media decencia, y salud y paz, siempre deseadas por la gente de todo el mundo.

Peregrino

«És camí d’un lloc sagrat dels més pregons de la nostra terra, camí iniciàtic per antonomàsia, oblidat dels historiadors, perquè mai no va pertànyer a ningú»

Barba sin afeitar, sombrero de alas caídas, vesta de buriel, rosarios alrededor del cuello y colgando del cinturón, vara ritual… como en los viejos retablos de los lugares de peregrinación. A pesar de la sorpresa del paisaje, es camino escondido, humilde, espiritual, de sabios, en el que se puede encontrar el eco del espíritu, que no quiere perder la riqueza interior, que lo hermana con los compañeros que le han correspondido. Es camino de un lugar sagrado de los más profundos de nuestra tierra, camino iniciático por antonomasia, olvidado de los historiadores, porque nunca perteneció a nadie. Camino de hombres conscientes de sus límites y de la voluntad de ser libres, ya que, como dice el poeta: «Déu mateix és a la vora,/ estadant del pis de dalt»1.

© Mètode 2012 - 75. El gen festivo - Otoño 2012

Historiador (Castellón de la Plana). Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona.