La lucha antinuclear y ecologista en la Comunidad Valenciana
Una exposición en la Nau reflexiona sobre el ecologismo de los años setenta
Entre los años 1959 y 1975 el gobierno de España planteó la construcción de hasta 25 centrales nucleares, según la estrategia recogida en el Plan Energético Nacional de 1975. Por eso, los años setenta, especialmente en 1977, fueron una época de mucha lucha y vida en la calle. Numerosas protestas ecologistas y organizaciones surgieron en defensa del territorio con influencias anticapitalistas y de reivindicación a la sociedad de consumo. La exposición «Archivo Ecologista. Memoria y cultura visual del ecologismo en Valencia desde los años setenta», organizada en el centro de la Nau, hace una revisión de estos años con una colección de material inédito para el público.
Uno de los momentos claves de esta lucha fue la construcción de la central nuclear de Cofrentes en 1973, por la que muchos colectivos y comunidades de vecinos se movilizaron para protestar por el impacto medioambiental y las repercusiones que el proyecto podía suponer.
Panorámica de la central nuclear de Cofrentes. /Foto: Foro Nuclear
Del movimiento antinuclear a la conciencia ecológica
En esta exposición, impulsada por el Vicerrectorado de Cultura y Sociedad con el motivo del nombramiento de Valencia como Capital Verde Europea 2024, se recuerda esta época con una numerosa colección de fotografías, carteles y documentación. El material ha sido aportado por entidades como el Fondo de Documentación del Medio Ambiente de la Casa Verda, Marfull-Acció Ecologista Agró, Colectivo Margarida i altres herbes y otros prestadores individuales y organizaciones. La exposición está comisariada por Alberto Berzosa, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y Jaime Vindel, investigador del CSIC, y se puede visitar en la Sala Abierta del Centro Cultural La Nau de la Universidad de Valencia hasta el próximo 9 de junio.
El recorrido por la muestra incluye cuatro secciones diferentes. La primera presenta un aspecto más interactivo con el público, mediante el uso de tabletas y otros dispositivos, e incluye un mapa de la Comunidad Valenciana que permite visualizar los principales grupos activistas de los setenta. La segunda sección expone carteles de los movimientos antinucleares, ya que, como recuerda Maribel Amado del Grup Ecologista Llibertari (GEL), «se empapelaba Valencia entera» y «las marchas en la calle y en Cofrentes eran masivas». En la tercera sección hay un foco más directo a espacios de gran relevancia como la Albufera y la Huerta, donde se expone material de las campañas de protección de estos hábitats. Finalmente, en la cuarta sección el público podrá ver campañas más concretas relacionadas con la polución, el uso del transporte y las energías renovables.
Visibilizando a las mujeres activistas
Dentro de los actos que acompañan la exposición, el pasado 13 de marzo se celebró una mesa redonda previa a la inauguración con el título «Bases del ecologismo del País Valenciano». En el coloquio, el comisario Alberto Berzosa realzó «la memoria del ecologismo a partir de mujeres activistas para dar otra perspectiva del activismo valenciano». En la charla dieron testimonio tres activistas de diferentes movimientos ecologistas, como Conxa Delgado Amo (Güin), del movimiento ecologista Margarida, Maribel Amado y Cristina Domingo, miembro de Acció Ecologista-Agró.
Mesa redona «Bases del ecologismo del País Valenciano», de izquierda a derecha participan: Maribel Amado (GEL), Conxa Delgado (Margarida), Cristina Domingo (Acció Ecologista-Agró), Alberto Berzosa y Jaime Vindel (comissaris de l’exposició)./Foto: Esther Figueres
Güin recordó los inicios del colectivo Margarida, que nació en 1976 para enfrentarse a la construcción de la central nuclear de Cofrentes: «Éramos unos pocos jóvenes que pensábamos cambiar el mundo», indicaba el activista. Describió el proceso como «un momento muy intenso de formación» para poder rebatir los temas más complejos con los técnicos de la central nuclear. También describió cómo «los sábados se colocaba una verdulería nuclear, con verduras pintadas de color terrorífico que repartían a la gente para concienciar» como uno de los muchos actos que protagonizó la organización para mover a las masas y dar a conocer la problemática.
«Verdulería radiactiva» organizada por Margarida en los años setenta (ca. 1976-1978)./Foto: Fons de Documentació del Medi Ambient de La Casa Verda/ Biblioteca Historicomédica de l’IILP-Margarida
Poco después en el tiempo se constituyó GEL, la cual, en palabras de Maribel Amado, «denunciaba a la sociedad de consumo y la acción capitalista como el origen y la causa». En el coloquio, la activista se refirió a «cómo las cosas se hacían rápido y mal», mientras mostraba los registros de los incidentes técnicos asociados a la central nuclear que elaboraban y la continua denuncia del colectivo. Además, finalizaba, «de una ilusión se pasó a una frustración», ya que «la represión era muy dura». Cristina Domingo recordaba cómo el lema «Nuclear NO, gracias» se veía en todas las motos y los coches tras el accidente de Chernóbil en 1986. «La gente no notaba como ahora el cambio climático –indicó–, hablábamos de la alternativa de las energías renovables, pero la sociedad no era muy permeable. Ahora es diferente».
Maribel Amado (izquierda), del grupo GEL, muestra las reuniones en las que participaban los activistas./Foto: Esther Figueres
En la exposición se puede hacer un recorrido histórico y rememorar la lucha y los documentos que estos colectivos han dejado en forma de carteles, fotografías y folletos, algunos de los cuales se podrán ver por primera vez por el público. Con este material, la ciudadanía será capaz de hacer memoria de los episodios históricos durante las protestas ecologistas que se dieron en Valencia en los años setenta del siglo pasado, «ya que es muy importante para los jóvenes saber cómo empezaron estas luchas», en palabras de Cristina Domingo, y continuar la llama encendida para poder seguir protegiendo nuestro entorno.
