El patrimonio vegetal: las variedades viníferas

Plant heritage: vine varieties. The vineyards of Catalunya and Valencia posses a heritage of vine varieties, in line with their tradition of specialising in wine making. Among the varieties of black grape, the most outstanding local vines are Boval and Monastrell, which thrive in a dry climate. The most representative among the white grapes are Macabeu and Moscatel, and others that are well-adapted to the influence of the sea.

Siendo como es el litoral mediterráneo desde el Rosellón hasta Alicante una zona vitícola cuya tradición se remonta a la colonización griega y fenicia, y habiendo desarrollado hasta bien entrado el siglo XX el mayor viñedo comercial de la península Ibérica, no es de extrañar que su patrimonio vitícola sea uno de los más ricos y particulares de Europa. Algunas de sus variedades viníferas, grandes productoras de vinos tintos como son la bobal y la monastrell, están consideradas como autóctonas, mientras que en el caso de la garnacha tinta esta capitalidad es compartida con el vecino Aragón; también se pueden clasificar como autóctonas las variedades blancas parellada y macabeo. Fruto de una adaptación milenaria serían la moscatel y la malvasía, mientras que la difusión de la riojana tempranillo es mucho más reciente.

Variedades tintas: bobal, monastrell, garnacha y tempranillo

    Bobal. Definida por primera vez por el eminente ampelógrafo valenciano Simón de Rojas Clemente y Rubio como Vitis vinifera austerisima, la variedad bobal se extiende actualmente por más de 40.000 hectáreas, la mayor parte localizadas en la comarca de Requena-Utiel. Se le conocen varias sinonimias: boval (en Tortosa), tinto de Requena, requení, provechón (en Aragón) y Bovale di Spagna (Cerdeña). Estudios recientes la identifican también como sinónima de la moravia agria manchega, aunque Rafael Janini las describiera como diferentes en 1922. Su etimología, según Alcover y Moll, parece derivar del latín bovis, en referencia a su forma, que recuerda a la cabeza de un buey.

    Considerada como autóctona de la zona de Requena (antes también había en Sagunt) su antigüedad se remonta cuanto menos a la edad media, ya que es nombrada en varias ocasiones por Jaume Roig en su Espill o Llibre de les Dones (1460) como una de las más representativas de Valencia, junto a la monastrell, la negrella, la montalbana y la ferrandella.

    Como ya resaltara Clemente a comienzos del XIX, la bobal es una cepa muy austera, resistente a las inclemencias climáticas y muy productiva, aunque su mayor cualidad es el intenso color tinto de sus vinos que, por esta razón, han sido y siguen siendo cotizados como el componente ideal para mejorar el color de otros vinos más flojos. Los avances enológicos recientes han descubierto también su cualidad para obtener tanto vinos tintos y rosados jóvenes como crianzas y reservas.

    Monastrell. Conocida también por los nombres de gayata (Murcia), ros (Sagunt), garrut (Tarragona) y mourvedre (Francia), esta variedad tinta es tenida también como propia del litoral catalanovalenciano, pues es aquí donde históricamente se concentró su cultivo antes de ser difundido hacia el interior peninsular (Yecla, Jumilla), Aragón y sur de Francia. Actualmente su principal zona de cultivo de España está en la comarca del Vinalopó (interior de Alicante) y las zonas contiguas de Els Alforins (Valencia), Almansa, Yecla y Jumilla. En épocas pasadas fue la variedad reina de los viñedos de Sagunt, que le dio su nombre medieval (Morvedre) y también se cultivó en comarcas más septentrionales (Eximenis cita una “monastrell d’Empordà”). Su etimología deriva del latín monasteriellu, diminutivo de monasteriu, por lo que podría hablarse de una posible intervención de los monjes en su difusión por Cataluña y Valencia.

    Muy adaptada a los glacis calcáreos del Vinalopó y altiplanicies de Jumilla y Yecla, la monastrell resiste muy bien el clima árido y produce vinos muy tintos y alcohólicos, aptos para el envejecimiento, base de famosos vinos de postre dulces y “rancios”, como viene siendo desde el siglo XV el de Alicante o fondellol

    Garnacha tinta. Aunque es casi seguro que el nombre garnacha procede de Vernazza, lugar de la Liguria italiana, la variedad que ahora nos ocupa debe tener su origen en Aragón, ya que también es conocida como tinto aragonés, siendo muy probable que tomara el nombre de la italiana por su parecido y mayor fama de aquélla. Se le conocen muchas sinonimias, lo que es un fiel indicativo de que esta variedad alcanzó gran difusión ya en la edad media: negrella en Valencia, vernatxa en Gandesa y Sant Mateu, cannonou en Cerdeña, giró en Mallorca y Xaló, etc. aunque su nombre más común a escala internacional, aparte de garnacha, es el de Alicante, sin duda alguna debido a la fama que desde mediados del siglo XV alcanzaron los vinos tintos de Alicante y a que la garnacha debía ser entonces (luego sería la monastrell) la base de su elaboración. En la actualidad la garnacha está extendida por Galicia, Navarra, Rioja y Aragón (Cariñena, Borja). En Valencia sólo reviste cierta importancia en la Vall de Xaló y en Requena. En Cataluña se puede encontrar en La Terra Alta y en El Priorat.

    Del resto de variedades tintas la más importante es la tempranillo, la noble cepa riojana, cuya expansión por El Penedès y Els Costers del Segre (aquí se le llama ull de llebre) es muy reciente, así como por Requena-Utiel, donde también se le conoce como cencibel, la sinonimia manchega. Todavía más reciente es la introducción de variedades francesas como la cabernet-sauvignon y la merlot, que van (fondillón). cobrando fuerza tanto en Cataluña y en Valencia como en el revitalizado viñedo de Binissalem (Mallorca).

Variedades blancas: macabeo, parellada, moscatel y malvasía

    Macabeo. Esta variedad blanca, tenida como una de las mejores de España, parece originaria de Cataluña, desde donde se debió de extender luego hasta Aragón, la Rioja (donde se le llama viura) y Valencia. Actualmente se cultiva en el Rosellón (especialmente en Rivesaltes), El Penedès (donde comparte la primacía con la parellada), El Camp de Tarragona y, desde hace pocos años, también en Requena, a cuyo clima frío se ha adaptado muy bien. En épocas pasadas sirvió como base principal para elaborar el vino blanco de postre de Benicarló, que tanto gustaba a las familias ricas de Barcelona y Valencia. La macabeo es una cepa muy productiva que da vinos aromáticos que generalmente se embotellan como monovarietales (sólo macabeo), aunque también sirven de base, junto con la parellada y el xarel·lo, para la elaboración del cava.

    Parellada. Aunque está menos extendida que la macabeo, la parellada o montònec (montónega) es otra de las variedades blancas más propias de la antigua corona de Aragón. Sus cepas producen gran cantidad de uva, razón por la cual sus vinos suelen ser de baja graduación alcohólica y resisten muy poco el paso del tiempo, por lo que deben consumirse jóvenes, a menos que se mezclen con otros más vigorosos como los de macabeo y xarel·lo para elaborar así los vinos de cava y otros blancos de Tarragona y La Conca de Barberà. Elaborados por sí solos, dan vinos muy suaves al paladar y ligeros. Aunque hoy sólo reviste importancia en las comarcas catalanas de El Penedès (DO Cava), La Conca de Barberà y El Camp de Tarragona, en épocas pasadas tuvo una mayor representación en los viñedos aragoneses, donde, según Ignacio de Asso (finales del XVIII), era conocida como montonet o montoncico. Tampoco queda nada de la montona de Pollença, que prosperó en Mallorca entre los siglos XIV y XIX, ni de la montònec que se cultivaba en la edad media en las huertas de Orihuela y de Valencia, cuando Jaume Roig, experto viticultor a la vez que médico y escritor, elaboraba un blanco de montònec del que era gran devoto el mismísimo rey Juan II.

    Moscateles y malvasías. Esta relación de viníferas quedaría incompleta sin una referencia a dos familias tan antiguas y diversificadas como son las moscateles y las malvasías. Las primeras podrían tener su origen en la apiana, una variedad blanca muy dulce y espirituosa citada por el latino andaluz Columela y por Isidoro de Sevilla. Su actual nombre deriva de muscat o moscado, en referencia a su sabor a almizcle. Desde que se la conoce, la moscatel ha servido tanto para elaborar vinos dulces como para ser consumida en fresco o en forma de pasas. Por eso su aceptación fue muy buena entre los musulmanes, que fueron sus grandes difusores en España y Portugal. Necesita de la vecindad del mar, que le aporta el grado de humedad necesario para su óptima vegetación. De acuerdo con estas condiciones, las zonas productoras de esta variedad han coincidido siempre con comarcas litorales: Lepe y Málaga en Andalucía, Dénia, Sagunt y ahora Cheste en Valencia, Tarragona y Vilanova en Cataluña; Banyuls en el Rosellón, etc. En el momento actual las principales comarcas que cultivan y elaboran vinos de moscatel son La Marina (Alicante) el Campo de Cheste y Chiva (Valencia) y el Rosellón.

La malvasía procede del sur de Grecia (Monembasia, Cantia) desde donde venecianos, genoveses y aragoneses la difundieron por el resto del Mediterráneo cristiano a partir del siglo XII o XIII. Se trata por tanto de una variedad típicamente “griega” o “medieval”, destinada a elaborar vinos dulces de postre, que se aclimató bien, como la moscatel, en diversos puntos cercanos al mar, entre los que cobraron fama Nápoles en Italia, las islas Madeira y Canarias y, ya en nuestro ámbito, Sitges (Barcelona), Banyalbufar (Mallorca) y Torís (Valencia). Su baja productividad y su sensibilidad a las plagas criptogámicas la han erradicado de muchos lugares y hoy sólo reviste cierta importancia en Torís, donde quedan poco más de mil hectáreas.

Juan Piqueras Haba. Departamento de Geografía. Universitat de València.
© Mètode 29, Primavera 2001. 

 

Las tres principales variedades negras autóctonas de la antigua corona de Aragón son, de arriba a abajo, la boval, propia de la zona de Requena, la monastrell o mourvedre, que vegeta en las tierras áridas del Vinalopó, y la garnacha, que está presente en casi todas las comarcas valencianas y catalanas. 

 

 

De arriba a abajo, uva tinta de tempranillo o ull de llebre, idónea para el envejecimiento de vino en madera, variedad muy extendida por tierras de Requena y el Penedès; uva blanca de macabeo, presente en toda Cataluña y Requena; y moscatel, relegado hoy a las comarcas de Chiva-Cheste y la Marina. 

© Mètode 2013 - 29. La ciencia del vino - Disponible solo en versión digital. Primavera 2001

Departamento de Geografía, Universitat de València.