Un jardín de carnívoras

Plantas carnívoras

Solo con mencionar las carnívoras ya se despierta la imaginación. Hay infinidad de formas correspondientes a once familias, dieciocho géneros y 671 especies. Los géneros Utricularia, Nepenthes y Drosera son los más numerosos en especies, con más de cien cada uno. Y presentan una variada gama de colores, casi tanto como de formas. Las hay rojas, verdes, rosas, violetas, donde tan solo las hojas son la parte carnívora. Su hábitat y procedencia es global, es decir, viven en todo tipo de hábitats –acuáticos, terrestres y epifitos (encima de otras plantas)– y en los cinco continentes.

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Figura A

Las carnívoras son plantas realmente fascinantes. La dionea, procedente de Carolina del Norte (EE UU) debe su nombre a la diosa Dione, madre de Afrodita, y le fue otorgado por John Ellis, un comerciante que introdujo numerosas plantas americanas en el continente europeo. Posteriormente Charles Darwin la definió como la planta más maravillosa del mundo y le dedicó un extenso capítulo dentro de su volumen consagrado al estudio de las plantas carnívoras, porque estas hacían las delicias de sus hijos.

Para los que tenéis experiencia con la jardinería, os proponemos una actividad inusual para crear un jardín o una pequeña colección, o simplemente por el gusto de disfrutar cultivando plantas carnívoras. Como cualquier otro cultivo, puede hacerse a partir de semillas. Es fácil conseguirlas en la red, pero en este caso os proponemos un paso más: hacer esquejes o multiplicarlas por división de mata. Conseguir mantener viva cualquier planta carnívora es todo un reto, por eso os daremos unas pautas no solo para cuidarlas sino también para crear vuestro propio jardín o colección.

 

ACTIVIDAD: UN JARDÍN DE CARNÍVORAS

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Figura B

Para la actividad, os proponemos utilizar los géneros más fáciles de encontrar y combinar para crear un jardín: Sarracenia, Darlingtonia, Heliamphora, Drosera, Dionaea, Utricularia, Pinguicula, Nepenthes, Cephalotus, Byblis e Ibicella.

Metodología para la multiplicación por división: 

1 Preparad a partir de un tiesto de dionea o sarracenia. Se puede empezar a partir de dos géneros muy llamativos. Para hacerlo hay que extraer la planta con cuidado y colocarla en una superficie protegida (figura A).

2 Limpiad la planta de tierra hasta ver las raíces, la operación se puede facilitar tirando un poco de agua encima para eliminar el sustrato.

3 Separad pequeños trozos de planta que mantengan la raíz.

4 Preparad un sustrato con una proporción de esfagno, turba y perlita o cualquiera de los sustratos que hemos recomendado anteriormente (figura B).

5 Preparad el tiesto con un fondo para el drenaje, con piedras o arcilla expandida.

6 Llenadlo con sustrato hasta altura media.

7 Colocad el trozo de planta y llenad el tiesto con la mezcla hasta el borde (figura C).

8 Regad con el tipo de agua aconsejada. Si tenéis hormonas de arraigo, añadidlas al agua, o mojad las raíces ligeramente antes de introducirlas en el sustrato. Al cabo de unos días veréis la evolución.

Ya podéis diseñar el jardín y poner las macetas que habéis comprado. Los nuevos ejemplares servirán para reponer las plantas de este jardín. De cada una, se pueden sacar otras nuevas separando esquejes o multiplicándolas por división.

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Figura C

CUIDADOS BÁSICOS PARA PLANTAS CARNÍVORAS

Luz. En primavera y verano les gusta la luz directa del sol. Pueden vivir en el exterior si la temperatura acompaña.

Agua. Sin cal ni cloro, puede ser de lluvia o agua mineral o destilada, con un pH de 3 a 7. También necesitan humedad ambiental.

Tierra. Los sustratos más adecuados son esfagno, turba, corteza, perlita y arena. Hay muchas posibilidades de combinar y mezclar estos tipos. Cada género puede tener una composición, por ejemplo: Nepenthes, con cualquier combinación; Cephalotus, con esfagno y turba; Darlingtonia, turba y arena; Dionaea y Sarracenia, esfagno y arena; Utricularia y Pinguicula, arena, corteza y esfagno.

Recipientes. En tiestos, si es posible blancos o recipientes transparentes que no acumulen demasiado calor al exponerlos a la luz y con un buen drenaje.

Latencia. Dionaea, Darlingtonia, Sarracenia y algunas especies de Drosera, Pinguicula y Utricularia pasan por períodos de latencia en las estaciones frías. Si los sustratos están ventilados y aireados, pueden aguantar hasta que la temperatura y la luz sean las adecuadas.

Temperatura. Puede ser fresca. Algunas incluso prefieren temperatura de invierno, aunque hay que tener cuidado con las heladas.

Bibliografía

Carow, T., 2011. Plantas carnívoras. Susaeta. Madrid.

Catalano, M., 2009. Growing Carnivores: An Italian Perspective. Wow. Praga.

Darwin, Ch., 2008. Plantas carnívoras. Laetoli. Navarra.

© Mètode 2013 - 76. Mujeres y ciencia - Invierno 2012/13
Responsable del Gabinete de Didactica del Jardín Botánico de la Universitat de València entre los años 1988 y 2018.
Gabinete de Didáctica del Jardín Botánico de la Universitat de València.
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