Miedo a los herbolarios

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Ya es la tercera vez que me ofrecen pastillas para la erección. No, no es que me hagan falta… (ejem). Lo que pasa es que habiendo escrito un libro de ciencia y sexo, algunas empresas me hablan de sus productos, imagino que para ver si me gustan y hago cierta publicidad. No lo veo necesariamente problemático, y al final la semana pasada probé algunas. Pero el resultado me dejó muy pensativo.

Las primeras pastillas que me ofrecieron ya hace un año y medio se llamaban Naturagra, y eran muy –pero que muy– especiales. Fijaos si lo eran, que, según la web, se trataba de un complemento alimentario compuesto por productos naturales que –atención– «no lleva ningún compuesto químico en su composición». ¡Impresionante! ¿No? Deben ser «pastillas de vacío». 

De hecho, en la sección «preguntas frecuentes» de la web aclaran que se puede tomar sin receta médica porqué «no tiene componentes que afecten al organismo». Un poco contradictorio cuando después dice que hace la misma función que la Viagra o Cialis… Eso sí, sin ninguna contraindicación por el hecho de tratarse de un producto 100% natural.

Esto último es lo que más me sorprendió. Yo no negaré de entrada la eficacia de las pastillas. Sobre todo porqué, al fin y al cabo, eso de las erecciones depende en gran medida del sistema cardiovascular y, efectivamente, hay muchas substancias naturales que pueden ser vasodilatadoras y facilitar la potencia sexual. Nada en contra por lo que a este planteamiento se refiere, que incluso tiene apoyo científico. 

Pero esta idea de que por el hecho de ser natural no tiene contraindicaciones… eso ya no lo tengo tan claro. El café también es un producto natural, y si tienes la tensión alta, seguramente el médico te recomendará moderación. 

De hecho, siguiendo el argumento planteado, imaginemos que una empresa prepare unas pastillas «para la atención» a base de extractos de café, y que tengan el equivalente en cafeína de diez tazas. Posiblemente sí que funcionarían para la atención, pero, por muy naturales que fueran, demasiado saludables no serían y, sin duda, tendrían efectos secundarios. Alguna cosa parecida podría ocurrir con un producto para la erección que funcionara alterando el sistema cardiovascular: por mucho que fuera un extracto de productos naturales, si se hubieran pasado, podría incluso llegar a ser peligroso. Pregunté a la representante de Naturagra si tenían algún estudio –por pequeño que fuera– que explicara qué ingredientes lleva y que asegurara que no tiene efectos adversos, pero no me respondió. Mmmm… Sospechoso. ¿Vosotros os fiaríais antes de la Viagra o de Naturagra? De hecho… ¿no os daría miedo tomar Naturagra?

Yo sí que tuve miedo la semana pasada cuando Michelle, una amiga de mi compañera sex-writer Twanna Hines, me ofreció en Washington DC las Ajax Max; un «non-prescription all-natural male sexual enhancer» para el que ella estaba haciendo de comercial.

Lo primero que hice fue mirar la composición. El sobrecito de Ajax Max decía que llevaba yohimbine, ginko, L-argenina, ginseng, maca y otras sustancias, algunas de la cuales sí estaba demostrado que podían aumentar la libido y la respuesta sexual. Pero me continuaba preocupando el tema de la dosis. Sobre todo porque, mucho más honestos que los embaucadores de Naturagra, en el sobre de Ajax Max, sí que ponía «Atención: consulta al médico si tienes la tensión alta o problemas cardiovasculares.» Pregunté a Michelle si habían hecho estudios para analizar si eran seguras, y me dijo abiertamente que no, que era absolutamente natural y que confiaban en un señor de la isla de Grenada que hacía años que lo preparaba con éxito. 

No digo que no, pero cuando llegué a casa, dispuesto a tomarme las tres pastillas del sobrecito para ver si notaba algún efecto especial, me pasó una cosa curiosa: tuve miedo. ¿Y si me daba un yuyu? De hecho, pensando en lo que decíamos antes sobre las dosis, ¿cómo sabía yo que aquellas tres pastillas además de dilatar los vasos de mi pene no dilatarían demasiado algunos otros? Al fin y al cabo, la Viagra actúa sobre señales relacionadas con el óxido de nitrógeno, de manera mucho más localizada en la zona genital. Para mí, de verdad, que la Viagra sea sintética y el Ajax Max un extracto de plantas no es un dato que me dé la tranquilidad en cuanto a eficacia y seguridad. La Viagra ha pasado mil controles, hay muchas evidencias de que funciona, y están bien acotados los casos de problemática. ¡Yo qué sé del Ajax Max y del maldito Naturagra! 

De hecho, esta es la reflexión que os quería transmitir: Si tuvierais problemas de erección, ¿os fiaríais más de la Viagra o del Ajax Max? Y, por extensión,  ¿no os da un cierto miedo tomar a saber qué de la herboristería? Natural no es sinónimo de inocuo ni de eficaz, y a mí, viendo la falta de escrúpulos y los intereses comerciales que hay también detrás de la industria de los productos naturales, me ha entrado un poco de miedo. 

Sin ir más lejos, en octubre de 2013 el NYT publicaba un gran reportaje a partir de un estudio científico en el que los investigadores cogieron 44 muestras al azar de productos naturales de 12 compañías diferentes, y haciendo DNA barcoding vieron que una gran cantidad de los componentes analizados sólo eran polvo de arroz sin ningún resto de la sustancia que anunciaban. El mensaje del artículo era la poca regulación que tienen los productos naturales.

De hecho, recuerdo otro estudio muy gracioso, que vi en 2012 en el Congreso Internacional de Medicina Sexual en Chicago, cuando fui para documentarme para mi libro S = EX2: en el estudio habían analizado la composición de una gran cantidad de productos naturales para la erección, y vieron que casi un 20 % de ellos tenían restos de sildenafil, el principio activo de la Viagra. Es decir que funcionaban porqué estaban adulterados.

Al final, ciertamente me cogió miedo y me tomé una pastilla del Ajax Max en vez de tres. No noté ninguna diferencia. «Ya, pero tu no tienes problemas de erección» me decía Michelle. «Claro, claro…» respondía yo haciéndome el chuleta. 

Pere Estupinyà. Escritor y divulgador científico (Nueva York).
© Mètode 84, Invierno 2014/15.

 

111-84Moisés Mahiques

«Eso de las erecciones depende en gran medida del sistema cardiovascular y, efectivamente,
hay muchas sustancias naturales
que pueden ser vasodilatadoras
y facilitar la potencia sexual»

 

«Recuerdo un estudio muy gracioso donde habían analizado la composición de una gran cantidad de productos naturales para la erección y vieron que casi un 20 % de ellos tenían restos de sildenafil, el principio activo de la Viagra»

© Mètode 2015 - 84. ¿Qué es la ciencia? - Invierno 2014/15

Escritor y divulgador científico, Madrid. Presentador de El cazador de cerebros (La 2).