«Me veo ahora frente a la muerte pero no he acabado con la vida.» Esta es la cita que encabeza Gratitude, un libro brevísimo –se lee en media horita– pero de una intensidad poco común.
La desaparición de Oliver Sacks, el 30 de agosto del 2015, puso punto final a una época. Su adiós definitivo se vivió como la pérdida de una gran figura, el truncamiento de una voz de inmensa penetración e influencia en el mundo de hoy.