La comunicación implica hoy en día, en muchos casos, cierto riesgos. Un riesgo que puede ser de muchos tipos y que puede involucrar muchos agentes sociales diferentes. Para poder afrontar estos peligros comunicativos, el III Congreso Internacional de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación (AE-IC), se presentó la semana pasada ante el mundo académico como una propuesta «para aportar a la sociedad informaciones, también alertas y críticas, para prevenir situaciones de riesgo, gracias a la racionalidad de proyectos sostenibles» como indicó Miquel de Moragas Spà, Presidente de la AE-IC. El III Congreso que organiza esta asociación creada el año 2008, comenzó con la intervención del profesor de la Universidad de Arizona, David L. Altheide, con una conferencia sobre La ocultación del riesgo. También destacó la sesión plenaria de homenaje a Román Gubern con su Cine y riesgo. Pero, con todo, sobresalió la conferencia Armand Mattelart, un pensamiento crítico de la comunicación-mundo. |
© Mètode
«La comunicación implica hoy en día, en muchos casos, cierto riesgos. Un riesgo que puede ser de muchos tipos y que puede involucrar muchos agentes sociales diferentes»
|
|
© URV |
© URV Al congreso también asistieron personalidades del mundo de la sociología como Armand Mattelart, a la izquierda, y David L. Altheide, arriba. |
|
Fukushima y los periódicos españoles Entre la amplia temática sobre la que giraron los contenidos del Congreso, destacan las investigaciones sobre las teorías y los métodos de investigación en comunicación; los estudios de audiencia y recepción; la comunicación y cultura digital i los estudios sobre el discurso. Más de 500 trabajos fueron utilizados por el III Congreso de la AE-IC, entre ellos, el análisis que realizaron los miembros de la revista Mètode: «Fukushima en la prensa española. El debate científico sobre la energía nuclear a través de los géneros de opinión». Esta investigación presentada por Maite García, Anna Mateu y Martí Domínguez observa de manera cualitativa la repercusión que tuvo el desastre ambiental en Japón después del terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011 en la prensa escrita española de corte generalista. La ponencia concluye que no hay ningún debate estrictamente científico que apueste por un análisis de los hechos medioambientales sobre las consecuencias de la energía nuclear. El estudio calcula que la mayoría de los artículos de opinión escritos durante un mes después del incidente radioactivo, se posicionan a favor de la energía atómica, excepto los del periódico Público que tuvo una opinión taxativa. Por otro lado, todas las argumentaciones que se daban a favor o en contra de este tipo de generación de energía, eran de tipo social, político y, sobre todo, de carácter económico. La cuestión es que no hubo un debate clásicamente científico en torno a esta problemática, quizás a causa de la exagerada politización del tema y los intereses subrepticios que acarrea este tipo de energía. La ponencia se presentó en una sesión dedicada exclusivamente al accidente de Fukushima y sus consecuencias, analizado desde diferentes perspectivas de la comunicación. Una muestra de la repercusión mediática que tuvo este accidente nuclear, del que todavía hoy vemos las consecuencias pero que no sirvió para abrir realmente el debate sobre la energía nuclear en nuestro país. Por otro lado, hay que mencionar que este tipo de propuestas en el ámbito de la investigación son de una importancia relevante a la hora de conocer mejor la comunicación de masas, de saber que efectos tiene en el receptor y, además, tener conciencia de como afecta lo que estudian los comunicólogos en la sociedad actual. Lee las ponencias sobre el accidente de Fukushima. Andrea Torres. Estudiante de Periodismo de la Universitat de València. |
«No hay ningún debate estrictamente científico que apueste por un análisis de los hechos medioambientales sobre las consecuencias de la energía nuclear» |