El inicio del 2022 ha sido especialmente seco. Durante semanas hemos estado pendientes del cielo, conscientes de la falta de lluvias que hemos sufrido durante el otoño y el invierno, y de las terribles consecuencias que eso implica. El agua es un recurso preciado del que dependen actividades básicas como la agricultura, la ganadería y el consumo humano. Lo sabemos bien en la península Ibérica, una zona tradicionalmente afectada por sequías cíclicas. Pero a las características propias de nuestro territorio se suman el impacto de las actividades humanas: el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos amplifican y ponen en riesgo de desertificación buena parte de las zonas áridas. Unas zonas que, lejos de lo que podamos pensar, son espacios con una interesante biodiversidad de especies y de paisajes (ocupan alrededor del 40 % de nuestro planeta). Este monográfico, coordinado por los profesores Jaime Martínez-Valderrama, Emilio Guirado y Fernando T. Maestre, nos recuerda el valor ecológico de las zonas áridas, analiza sus usos y recursos, y nos alerta de los peligros de la desertificación, es decir, de las consecuencias de la degradación del suelo. Ciencia y política no han sabido ir de la mano –tampoco en esta ocasión– para encontrar soluciones efectivas a este problema ambiental, y al avance de la desertificación. Esperemos que este nuevo número de Mètode, acompañado por la fuerza primigenia de la pintura del artista Josep Esteve Adam, el gran pintor de Algemesí, sirva de reflexión sobre la necesidad de caminar hacia un uso más sostenible de los recursos y de tomar medidas efectivas contra el cambio climático. Aun con eso, en este primer volumen del 2022, no olvidamos otras cuestiones que suponen grandes retos para el futuro de la sociedad, como la necesidad de buscar alternativas para luchar contra la resistencia a los antibióticos (¿serán los virus los que en esta ocasión nos ayuden a combatir una futura pandemia bacteriana?), la necesidad de reconectar con la naturaleza o la búsqueda de una vacuna contra el sida. Sin olvidar la necesaria mirada al pasado de los historiadores de la ciencia, con un completo dosier sobre el brillante y polémico evolucionista Ernst Haeckel. Además, en este número ponemos en marcha una nueva sección abierta, que inaugura el científico Pere Puigdomènech. «Cuentos de ciencia» aúna ciencia y literatura, porque sin duda el arte nos ayuda a reflexionar sobre la sociedad y nosotros mismos, y también sobre la ciencia.
