‘Acoso: #MeToo en la ciencia española’, de Ángela Bernardo

Los estragos del machismo en la ciencia

Acoso. #MeToo en la ciencia española

Acoso
#MeToo en la ciencia española

Ángela Bernardo
Next Door Publishers. Pamplona, 2021. 250 páginas.

En octubre de 2017, la publicación de un reportaje en The New York Times sobre el historial de abusos sexuales perpetrados por el productor de Hollywood Harvey Weinstein conmocionó al mundo. Días después, miles de mujeres volcaban en las redes sociales sus propias historias de acoso, vividas tanto dentro como fuera del ámbito laboral, alentadas por la etiqueta #MeToo: a mí también me ha pasado. No era, por supuesto, la primera vez que se denunciaba un caso de acoso sexual de un hombre poderoso contra una mujer. Tal como expone la periodista Ángela Bernardo en la obra que nos ocupa, el estallido de un movimiento de esta envergadura no surgió de la nada.

Pero la denuncia contra Weistein, mediante un reportaje contrastado al milímetro, puso fin a la impunidad del acosador. El testigo de las supervivientes era por fin escuchado y no automáticamente cuestionado. El #MeToo dinamitó el discurso de los casos aislados y ayudó a poner el foco donde hacía falta: en unas estructuras jerárquicas que son el caldo de cultivo ideal para este tipo de abusos. Pronto el #MeToo se extendió a otras esferas, como la científica.

En Acoso. #MeToo en la ciencia española, Ángela Bernardo aborda algunos de los primeros casos que se denunciaron en el ámbito científico, mucho antes de octubre de 2017. Por ejemplo, el de Carmita Wood, una administrativa que trabajaba en la Universidad de Cornell en la década de los setenta, que sufrió años de acoso sexual por parte del físico nuclear Boyce McDaniel. Casos como el de Carmita sentaron un precedente para que en Estados Unidos, país pionero en la cuestión, se creara legislación en materia de protección contra el acoso sexual y el acoso por razón de sexo en el ámbito laboral. En Europa, y en España, estas normativas han tardado más en desarrollarse y, a pesar de existir, en demasiadas ocasiones han resultado insuficientes.

Es el caso que sufrieron dos profesoras y una investigadora de la Universidad de Sevilla, que tuvieron que soportar los comentarios y tocamientos del catedrático de su departamento y, al querer denunciarlo a la institución, no encontraron apoyo. Ángela Bernardo parte de este caso y otros similares ocurridos en el ámbito académico español para visibilizar qué factores estructurales hacen posible el acoso: silencios cómplices, miedos a consecuencias académicas y económicas, mentalidades machistas… Todo con el objetivo de resaltar una realidad que tendría que resultar evidente: la integridad de la ciencia estará comprometida mientras se toleren estos comportamientos.

El mundo científico no solo debe preocuparse de luchar contra el fraude o el plagio, sino que también debe hacerlo para asegurar que todas las personas que participan en él, mujeres y hombres, lo hagan en igualdad de condiciones, sin tener que afrontar denigraciones que minan su bienestar y su capacidad de crear conocimiento. Esta obra propone una necesaria reflexión en este sentido, que sin duda contribuirá a conseguir el objetivo de un mundo académico más igualitario y más libre.

© Mètode 2022 - 113. Vida social - Volumen 2
Periodista y traductora, revista Mètode.