«Eivissa i Formentera. Sargatanes i illes», de Antònia Maria Cirer y Jordi Serapio
Conocer los habitantes más especiales de las pitiusas
La autora de esta obra nos adentra en las islas Pitiusas y en estos interesantes animales que son las lagartijas. Como buena conocedora del lugar donde nació, nos pone al alcance, de manera muy amena, un montón de información de todas y cada una de las islas de este archipiélago, tanto las grandes como las pequeñas –en total una cuarentena–, y de las lagartijas que las habitan. A lo largo de las páginas, nos muestra el gran valor biogeográfico de las Pitiusas, que contienen un amplio abanico de islotes en diferentes estadios de antigüedad, de sucesión ecológica y de diferenciación de poblaciones vegetales y animales. Las lagartijas de las Pitiusas (Podarcis pityusensis), con sus más de 30 subespecies y variedades, son un ejemplo muy ilustrativo de la radiación adaptativa (o sea, evolutiva) que se puede dar en un área determinada, en este caso un archipiélago, relacionada con su historia geológica. Las fotografías de las lagartijas de Jordi Serapio, de una gran calidad, muestran el amplio abanico cromático y de medidas que se encuentra en estas islas a causa de diferentes presiones selectivas, efectos fundadores y procesos estocásticos. Hay que destacar que todas las fotografías de lagartijas se han realizado in situ, es decir, en su hábitat natural.
El capítulo introductorio sobre el origen de las Pitiusas es ideal para entender cómo ha podido evolucionar la diversidad de las diferentes poblaciones de lagartijas. Las figuras que se presentan, así como las tablas con estimaciones de las fechas de separación de los islotes de las islas principales, son de gran utilidad para quien quiera profundizar en el conocimiento de los caminos evolutivos en este archipiélago. Seguidamente, la autora nos va presentando cada una de las islas, una por capítulo –señalando en un mapa pequeño en la parte inferior de la página su localización dentro del archipiélago–, explicándonos un poco de su historia y señalando en muchos casos la flora y fauna importante que podemos encontrar. Cada capítulo contiene fotografías de las lagartijas que las habitan y a menudo también del paisaje o de la isla o islote entero desde una perspectiva de pájaro. La autora ha cuidado la toponimia de una manera exquisita.
Para acabar, la autora nos hace un resumen muy apropiado de la vida de las lagartijas en las islas, del entorno al que se tienen que enfrentar y de las presiones selectivas que pueden experimentar, distinguiendo el papel de los factores genéticos del de los ambientales al determinar características de estos animales, como la medida o los patrones de coloración. Centrándose en el alto polimorfismo observado en la isla de Formentera, nos muestra que la relación sugerida por algunos autores «una isla-una subespecie» es discutible, ya que la realidad es mucho más compleja.
En pocas palabras: un libro muy recomendable para los amantes de la naturaleza, de las islas en particular, y de los que quieren entender un poco más la espectacular diversidad que nos ofrecen las lagartijas en este rincón de mundo.