En tierra de lobos
José Ramón de Camps Galobart
Autoedición, 2021. 200 páginas.
Ni una cosa ni la otra. El lobo es un depredador que, como todos, intenta sobrevivir en su tierra, que después fue ocupada por otra especie que también intenta lo mismo: el hombre. He aquí el acierto en el título de la obra que reseñamos: En tierra de lobos.
Forzosamente se estableció una relación que podríamos definir como de amor-odio según las circunstancias y el momento. Hace tiempo que empezó, puesto que el lobo fue el eterno compañero de la humanidad en su evolución desde que ambas especies surgieron hace un par de millones de años.
Sobre la peligrosidad del lobo han corrido ríos de tinta… y de sangre. Frente a otros que difunden mitos falsos, aquí tenemos una obra seria que aborda la cuestión de forma rigurosa desde el conocimiento y contribuye a la reflexión sobre el futuro de la relación hombre-lobo. No podía ser de otra forma con la larga experiencia de naturalista que tiene el autor, José Ramón de Camps Galobart, que ha publicado títulos como Cuaderno de lobos (2016), una gran obra y no solo por el tamaño, y Mensajeros de la biodiversidad (2019), reseñada aquí (Mètode, n.º 103), donde también hablaba del lobo.
En esta obra encontraremos bien explicadas las estrategias de caza gregaria, cómo se coordinan los miembros de la manada y cómo funciona la jerarquía y la compleja organización social del grupo. Aclara el tema de los machos y hembras alfa, cómo y por qué aúllan, y el motivo por el cual el cuervo es su mejor aliado. Explica el éxito en la ocupación de territorios, clave de su supervivencia, y cómo su presencia produce cambios en el ecosistema. También aborda el delicado tema de la caza y el hecho de que el lobo, recientemente clasificado como especie protegida, mata ovejas porque es un depredador, y por tanto los ganaderos también se tienen que proteger; los mastines resultan ser lo más efectivo para ello. Finalmente, explica que la relación del hombre con el lobo se pierde en la noche de los tiempos: cuando un ejemplar se acercó a un grupo humano en la época de las cavernas y empezó la historia de los perros, puesto que no son más que lobos domesticados (el ADN mitocondrial lo demuestra).
Tradicionalmente, el lobo se ha presentado como el enemigo del hombre, se le ha considerado una alimaña y se le ha hecho desaparecer de la mayor parte de la península Ibérica. Pero desde finales del siglo xx la situación ha cambiado y ahora está en expansión.
Si os dejáis atrapar por la obra, disfrutaréis de un divertido recorrido por el mundo de una especie que siempre ha inquietado al hombre con sus enigmáticos aullidos y mirada profunda. A partir de un gran conocimiento por experiencia propia, el autor hace una inmersión en el fascinante comportamiento de este gran carnívoro ibérico, una de nuestras especies más emblemáticas.
Solo por la lectura el libro ya vale la pena, pero gana mucho con las ilustraciones de Guillermo González y Gonzalo Gil. Está escrito de forma tan apasionada que se hace corto y uno siente como si estuviera viviendo las escenas que describe.
