«Las radiaciones: beneficiosas, letales, misteriosas», de Martine Jaminon y Jesús Navarro
Radiaciones es una palabra que hoy provoca actitudes de precaución, de rechazo o incluso de miedo. Los autores, Martine Jaminon, directora de la Maison de la Science, museo científico de Lieja, y Jesús Navarro, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Física Corpuscular de Valencia, tratan de responder a las preguntas que cualquier ciudadano se puede plantear al respecto: ¿Qué son las radiaciones? ¿Qué perjuicios causan? ¿Qué beneficios aportan? ¿Cómo actúan sobre nuestro cuerpo y cómo nos afectan? Para responderlas han escrito este libro accesible para lectores sin formación científica, cuya lectura viene facilitada por abundantes y aclaratorias ilustraciones en color, acompañadas por muchas e interesantes fotografías de época, que no encarecen el libro. La primera parte del libro aclara qué son las radiaciones con un poco de historia de la ciencia. Empieza con el descubrimiento de los rayos X por Roentgen (que desencadenó la exploración de otras radiaciones), de la radiactividad por Becquerel y Pierre y Marie Curie, y de los rayos alfa, beta y gama por Rutherford. El capítulo 7 nos ofrece unos interesantes escritos de los Curie sobre los efectos de las radiaciones en su propio cuerpo. Después se presenta una breve historia del átomo indivisible, desde los filósofos griegos y también algunas corrientes filosóficas orientales, hasta Dalton y Perrin, pero también se habla de los científicos que se opusieron a él, como los químicos Dumas, Berthelot y Ostwald y del físico Mach. Irónicamente, cuando se acaba la controversia sobre la realidad de los átomos, se acumulan evidencias experimentales de su estructura. Por último, se presenta el espectro electromagnético y el debate sobre si las radiaciones son partículas u ondas. En la segunda parte trata de los efectos de las radiaciones, distinguiendo entre ionizantes y no ionizantes, y del origen, ya que, a pesar de lo que se piensa, la mayor parte (un 66%) tienen un origen natural. Pero no basta con considerar las interacciones de las radiaciones con los átomos, ya que estos pueden formar parte de un ser vivo y por eso se tratan temas no tan habituales en un libro de divulgación física, como la célula, el ADN y sus mutaciones, a un nivel muy comprensible. Nos muestra cómo las radiaciones ionizantes pueden lesionar el ADN y, si éste no se repara, la célula puede pasar a ser cancerosa. También nos hablan de las explosiones nucleares y de las centrales nucleares, del «problema de importancia que hasta la fecha no se ha resuelto satisfactoriamente: los residuos radiactivos» y de los dos principales accidentes, los de las centrales Three Mile Island y Chernóbil. Concluye esta parte con las radiaciones UVB, el agujero de la capa de ozono y el incremento en la incidencia del melanoma. En la tercera parte aparecen las aplicaciones beneficiosas de las radiaciones. Nos habla de los radiotrazadores de los isótopos radiactivos producidos por Frédéric e Irène Joliot-Curie y de los aceleradores de partículas que favorecerán la producción y permitirán al científico Glenn Seaborg, además de descubrir nuevos elementos, producir isótopos a la carta para la medicina, como el hierro-59 o el yodo-128, que favorecen el estudio de la hemoglobina y el tiroides, respectivamente. Después se muestran diferentes técnicas para ver el interior del cuerpo humano, con imágenes anatómicas (como las obtenidas con radiaciones, como los rayos X, o sin ellas, como las resonancias y la ecografía) o funcionales, obtenidas por la radiación emitida por un trazador radiactivo. Entre estas destaca la tomografía de emisión de positrones (PET en inglés), que ha permitido detectar tumores muy pequeños, y localizar de forma precisa las zonas del cerebro activas durante el análisis de los neurocientíficos. Por último, se muestra el uso de las radiaciones en radioterapia, tanto interna, en la que se fijan las fuentes radiactivas en el mismo tumor, como externa, donde la radiación se dirige sobre la zona del cuerpo donde está el tumor que se quiere eliminar. En la última parte nos muestran muchas aplicaciones no médicas de las radiaciones: determinación de la edad de la Tierra, estudio de la radiación cósmica, la datación de tiempos remotos o de tiempos más recientes. En este último caso se utiliza el carbono-14, que ha permitido fechar restos egipcios, la llegada del hombre a América o la «Sábana Santa». Los rayos X obtenidos en la radiación sincrotrón de los aceleradores de partículas permiten hacer experimentos en campos muy diversos, como microelectrónica, ciencia de materiales, contaminación, catalizadores, alimentos, medicamentos, cosméticos, arqueología (como la identificación de la faraona Hatshepsut o del palimpsesto de Arquímedes). También nos hablan de las aplicaciones de los más de 10.000 aceleradores que había en el mundo en 1994: pocos en física fundamental, la mayoría en medicina (como en fuentes de radiación externa o para la producción de radioisótopos), y el resto en arte, industria, etc. Por último, no rehuyen tratar efectos de las radiaciones no ionizantes, como las microondas de las antenas de telefonía móvil, para llegar a la conclusión de que, a pesar de que «no se haya encontrado ninguna prueba de efectos perjudiciales de las microondas, la inquietud social que han producido es motivo suficiente para continuar investigando». Como se ha podido ver en el resumen, se trata de un libro muy interesante para el público en general, dada la importancia de las radiaciones en la vida de todos, pero también para el público más especializado, por el carácter multidisciplinario de la obra, que incluye aspectos de física, química, biología, medicina, arqueología, etc. Jordi Solbes. Departamento de Didáctica de las Ciencias (UV). |
Las radiaciones: beneficiosas, letales, misteriosas Martine Jaminon, Jesús Navarro Faus Nivola. Tres Cantos, 2009. 256 páginas.
«Los autores tratan de responder las preguntas que cualquier ciudadano se puede plantear sobre las radiaciones»
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