«Una breve historia de casi todo», de Bill Bryson

La historia desconocida de la ciencia

Una breve historia de casi todo
Bill Bryson 
Traducció de José Manuel Álvarez 
RBA libros. Barcelona, 2012. 640 páginas.

Bill Bryson, escritor británico especializado en libros sobre viajes, lengua inglesa y divulgación científica, consigue increíblemente condensar millones de años de historia en un libro de menos de seiscientas páginas. No es solo una breve historia del universo, de la Tierra, de la geología y los fósiles, de la química y la física, de los átomos, del movimiento de las placas tectónicas, de las grandes catástrofes y extinciones, de la atmósfera, del agua o de todo lo que permite la generación de vida en el planeta, sino que cuenta gran parte de la historia y las anécdotas que existen detrás de cada uno de estos descubrimientos.

La motivación de Bryson para escribir este libro viene de una reflexión que probablemente ha pasado por nuestras mentes en algún momento de nuestra vida, sobre todo en los años de aprendizaje en la escuela o en el instituto: ¿cómo han conseguido los científicos llegar a descubrimientos tan impresionantes como esos que nos explican en una página de un libro de texto? Más todavía, ¿cuál es el significado real y qué repercusión han tenido estos descubrimientos en la ciencia que les sigue?

En Una breve historia de casi todo se tratan temas tan diversos como la generación de materia orgánica y las primeras células o el descubrimiento de los elementos de la tabla periódica, pasando incluso por la creación de la teoría de la relatividad. El autor consigue transmitir una gran cantidad de información sobre estos temas de forma divertida y sencilla, aunque no superficial, lo que pasa muchas veces en libros de divulgación científica. El contenido es lo bastante complejo como para aprender muchas cosas nuevas, pero lo bastante simple como para entender todo el contenido incluso si no se está familiarizado con el tema.

«El autor consigue transmitir una gran cantidad de información de forma divertida y sencilla, aunque no superficial»

Un ejemplo de la simplificación que practica Bryson a lo largo de todo el libro es la comparación de estadísticas y de medidas complejas con medidas de objetos cotidianos que nos resultan más fáciles de imaginar. Así pues, sugiere imaginar el tamaño de los protones en comparación con el punto situado sobre la «i»: este punto puede incluir alrededor de 500.000.000.000 protones, un número semejante al número de segundos que constituyen medio millón de años. De forma similar, explica que la probabilidad de que una molécula de 1.055 aminoácidos (como es el caso del colágeno) se acople de forma espontánea es semejante a la probabilidad de conseguir el orden correcto de símbolos en una máquina tragaperras constituida por 1.055 ruedas con 20 símbolos cada una.

Este libro transmite al lector las grandes historias que hay detrás de algunos de los grandes descubrimientos en la historia de la ciencia. Algunos de ellos han sido un éxito total, como la publicación de Principios matemáticos de la filosofía natural, la obra maestra de Isaac Newton. Otros acabaron con más cantidad de problemas que de resultados, como es el caso de la primera cooperación científica internacional a mediados del siglo xviii. Esta cooperación pretendía calcular la distancia de la Tierra al Sol, tomando medidas desde más de cien puntos diferentes del planeta y aprovechando el tránsito de Venus. No obstante, finalmente pocas medidas fueron aprovechables, a causa de la influencia de guerras, enfermedades o transporte de los materiales sobre la actividad de los científicos encargados. Además, en este libro existe un espacio bastante grande reservado para aquellos científicos que no fueron reconocidos por el trabajo realizado, en muchas ocasiones un trabajo imprescindible para los grandes descubrimientos científicos posteriores.

«Los humanos somos el principal factor responsable de la destrucción de prácticamente todo lo que nos rodea»

Finalmente, se comentan algunos de los casos más extremos de efectos negativos ocasionados por ciertos descubrimientos sobre la naturaleza, como es el caso de las investigaciones realizadas por Thomas Midgley Júnior. Este inventor realizó estudios sobre las aplicaciones de la química en la industria. Específicamente, fue el responsable de la introducción del tetraetilplomo en la industria de los motores, un acto que posteriormente derivaría en el uso de este compuesto altamente tóxico en otras áreas de la industria, como el almacenamiento de agua en tanques recubiertos de plomo, el uso del plomo como pesticida e, incluso, su uso como un componente de la pasta dentífrica. Midgley era consciente de los problemas que, poco a poco, iban derivando del uso de este compuesto, pero por intereses económicos nunca expresó sus preocupaciones. Thomas Midgley no es solo responsable de la introducción de esta neurotoxina en la industria, sino también el responsable de la invención de los clorofluorocarbonos, un producto ampliamente utilizado en miles de aplicaciones diferentes, desde espráis de desodorante hasta el aire acondicionado de los coches. No fue hasta cincuenta años después cuando se dieron cuenta del efecto de este compuesto sobre la estratosfera: los clorofluorocarbonos devoran el ozono.

Esta última idea, la de descubrimientos que amenazan la naturaleza, lleva a una reflexión que el autor presenta en el capítulo final del libro: los humanos tenemos no solo el privilegio de existir sino, sobre todo, de haber conseguido el suficiente desarrollo neuronal como para ser conscientes y poder apreciar nuestra existencia. La naturaleza, guiada por la evolución, nos ha permitido llegar hasta donde estamos actualmente y, sin embargo, somos el principal factor responsable de la destrucción de prácticamente todo lo que nos rodea. El humano moderno ha estado presente tan solo en un 0,0001 % de la historia de la Tierra e, incluso en tan poco tiempo (relativamente), no somos conscientes de la cantidad de especies que se han extinguido en el tiempo que llevamos aquí, ni menos aún de nuestro papel en este proceso de remodelación de la naturaleza.

© Mètode 2017 - 92. El universo violento - Invierno 2016/17

Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (UV-CSIC, Valencia)