Katherine Johnson nació el 26 de agosto de 1918 en White Sulphur Springs (EE UU). Educada entre la segregación racial y la discriminación de género, a los trece años asistía a la escuela secundaria en el campus para estudiantes de raza negra en el West Virginia State College. A los dieciocho entró en la universidad, donde cursó la carrera de matemáticas y mostró ser superdotada. Katherine se graduó con los máximos honores en 1937 y empezó a trabajar de maestra en una escuela pública para alumnos negros de Virginia.
En 1939, la Universidad West Virginia abrió las puertas de postgrado por primera vez a tres estudiantes de raza negra: Katherine y dos hombres. Ella abandonó el trabajo de maestra y se inscribió en el programa de postgrado de matemáticas. Sin embargo, al acabar el primer semestre abandonó los estudios para casarse. Cuando las hijas se hicieron mayores, volvió a la escuela. Pero en 1952 se anunciaron puestos de trabajo en la zona de computación del National Advisory Committee for Aeronautics –NACA, antecedente de la NASA– en una zona del laboratorio de Langley para trabajadores negros. Katherine empezó a trabajar en verano de 1953 y pasó los siguientes cuatro años analizando cálculos matemáticos de las pruebas de vuelo.
El lanzamiento del satélite soviético Sputnik en 1957 cambió la vida de Katherine Johnson. Aquel año, Katherine proporcionó el apoyo matemático al documento Notas sobre la tecnología del espacio (1958) elaborado por ingenieros de la División de Investigaciones de Vuelo y la División de Investigación de Aviones no Pilotados. Los ingenieros de estos grupos formaban el núcleo del Space Task Group, primera incursión oficial de la NASA en viajes espaciales. Katherine se encargó de hacer análisis de trayectoria para la misión Freedom 7 de Alan Shepard en 1961, primer viaje espacial con humanos hecho en EEUU. En 1960, ella y el ingeniero Ted Skopinski calcularon las ecuaciones que describen un vuelo espacial orbital especificando la posición de aterrizaje de la nave. Fue la primera vez que una mujer de la División de Investigaciones fue acreditada como autora de un informe de investigación.
«Katherine Johnson fue la primera mujer en ser acreditada como autora de un informe de la División de Investigaciones de Vuelo de la NASA»
En 1962, cuando la NASA se preparó para la misión orbital de John Glenn, Katherine Johnson llevó a cabo el trabajo que la haría más famosa. La complejidad del vuelo orbital había requerido la construcción de una red mundial de comunicaciones, que unía estaciones de rastreo a ordenadores IBM en Washington, Cabo Cañaveral y las Bermudas. Las computadoras habían sido programadas con las ecuaciones orbitales que controlarían la trayectoria de la cápsula en la misión de Glenn, la Friendship 7, pero el astronauta era reticente a arriesgar la vida en función del cálculo electrónico de unas máquinas que podían estropearse. Glenn pidió que Katherine Johnson ejecutase los mismos cálculos de las ecuaciones programadas con el ordenador. Katherine tenía que hacerlo a mano con una máquina de cálculo mecánico. El astronauta dijo: «Si Katherine dice que los cálculos son buenos, estoy preparado para volar.» El vuelo de Glenn fue un éxito y marcó un punto de inflexión en la carrera espacial entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Cuando le preguntaron cuál era su mayor contribución a la exploración espacial, Katherine Johnson mencionó los cálculos que ayudaron a sincronizar el Lunar Lander del proyecto Apolo con el módulo de mandos y servicios que orbitaba la luna. Se retiró en 1986, después de treinta y tres años en Langley. En 2015, a los 97 años, Katherine Johnson recibió del presidente Obama la Medalla Presidencial de la Libertad, el máximo honor civil de EE UU. Era el triunfo de quien tuvo que pasar por encima de barreras injustas que le fueron impuestas por el hecho de ser mujer y de ser negra.