La Amazonía tiene un papel crucial en el clima del planeta y, por tanto, en nuestro bienestar, además de albergar una amplia diversidad de grupos socioculturales. La deforestación y la degradación suponen las mayores amenazas.
Los bosques son el hogar de más del 80% de la biodiversidad terrestre, pero en la medida que los árboles están menos adaptados a las condiciones climáticas actuales, son más vulnerables a las plagas, sequías e incendios.