Las pseudociencias, un peligro que es necesario denunciar

El número 95 de Mètode reivindica la evidencia científica

Presentació revista Mètode - Taula sobre pseudociències

La pseudociencia puede suponer un peligro para la salud y está más presente en la sociedad de lo que nos imaginamos, puesto que afecta ámbitos muy diversos. Esta es una de las ideas que se destacó en la presentación del número 95 de Mètode, El engaño de la pseudociencia, que se celebró el lunes 6 de febrero en la librería Ramon Llull de Valencia. En el acto participaron el director de Mètode, Martí Domínguez, el coordinador del monográfico, Angelo Fasce, y el doctor en bioquímica y autor de uno de los artículos, José Miguel Mulet, los cuales recalcaron la rigurosidad con la que se trata el tema en este volumen a la vez que sugirieron actuaciones contra las pseudociencias en el ámbito educativo y legislativo.

El número 95 de Mètode realiza, en palabras de Angelo Fasce, filósofo de la ciencia y coordinador del monográfico, «un viaje desde los principios conceptuales, la definición de pseudociencia, hasta determinados contextos como la medicina alternativa». También, enumeró, «trata, entre otros, la pseudopsicología, presenta un análisis de temas como las estelas de condensación o chemtrails, alrededor de los cuales hay numerosas teorías de la conspiración y muestra cómo los reglamentos se ven afectados por temas pseudocientíficos».

Angelo Fasce mencionó cómo otras revistas rechazaron las versiones iniciales del monográfico y destacó la valentía de Mètode. Por su parte, Martí Domínguez, director de Mètode, sabía que le habían puesto obstáculos: «la gente habla mucho al respecto, pero después no se atreve a publicar porque produce problemas; hay muchas personas que creen en la pseudociencia». A pesar de las dificultades que podía suponer el análisis de temas como la medicina alternativa, «lo encontramos tan interesante y necesario que seguimos adelante y estoy muy contento con el resultado» explicó. Martí Domínguez destacó también la gran difusión que tienen las pseudociencias en los medios de comunicación: «este discurso tiene una fuerza brutal».

También José Miguel Mulet, doctor en Bioquímica y profesor de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia, así como autor de unos de los artículos del volumen, manifestó que «el trabajo en el monográfico ha valido la pena, he aprendido y he tenido la oportunidad de publicar con compañeros de referencia, a los que admiro». De hecho, relató una anécdota sobre Edzard Ernst, investigador que participa en el número, a quién definió como el mayor experto en pseudomedicina: «contactaron con él desde la Universidad de Exeter (Reino Unido) para ser catedrático de Medicina Alternativa Complementaria, puesto que tenía formación como homeópata y médico naturista, pero una vez investigó el tema de manera académica, vio que no había nada; así, su cátedra, que trataba la medicina alternativa, se convirtió en la mayor cátedra crítica al respecto».

José Miguel Mulet subrayó la importancia de que exista un número como este porque «la pseudociencia está más presente de lo que nos imaginamos». También hizo referencia a casos que se podían dar en foros de enfermos crónicos, donde «alguien puede contestar con un enlace que explique que es posible curarse de la enfermedad siguiendo un tratamiento que se lleva a cabo en algún lugar lejano; si la persona hace caso, seguramente haga un viaje largo, se dejo mucho dinero y vuelva peor del que estaba». Por razones como estas, «es necesario denunciar las pseudociencias», concluyó.

Los ponentes recordaron que disciplinas como la nutrición también sufren los efectos de la pseudociencia y comentaron el caso de un niño que sufrió escorbuto porque sus padres siguieron recomendaciones alimentarias indebidas.

Para combatir el problema de las pseudociencias, Angelo Fasce sugirió una estrategia que no se basara únicamente en la divulgación, sino que incluyera cuestiones educativas y restricciones legales. El coordinador del monográfico se mostró «muy pesimista con la situación». Martí Domínguez compartió su pesimismo cuando habló del espacio que ocupa la astrología en los diarios. El director de Mètode explicó el caso de un periódico que retiró el horóscopo y la sección de ciencia, y cómo los lectores llamaron para recuperar el primero, que se mantuvo, pero no la segunda.

© Mètode 2018

Graduado en Periodismo y estudiante del máster interuniversitario en Historia de la Ciencia y Comunicación Científica.