Sobre Gregor Mendel

Gregor Mendel decidió combinar sus dos pasiones: los estudios naturalistas e intelectuales y la jardinería.

Gregor Mendel

National Library of Medicine

Johann (Gregor) Mendel (1822) tenía dos hermanas, Veronika y Theresia. A pesar de ser listo y capacitado, sus padres no pudieron pagarle los estudios más allá de los dieciocho años. Los problemas económicos, y el miedo a no poderse mantener en un futuro, le causaron problemas de salud. Estas circunstancias y su amor por los estudios lo llevaron a escoger ser monje, y fue aceptado por la abadía agustiniana de Brno (Gregor es el nombre que escogió en el mundo clerical). Theresia renunció a su dote para que su hermano pudiera continuar estudiando, lo que Gregor le agradeció y devolvió pagando los estudios de los tres sobrinos, que se ganaron la vida con profesiones liberales. Mendel estudió filosofía, medicina, matemáticas y física, y tenía que ser maestro, pero lo intentó dos veces sin éxito; a pesar de sacar las mejores notas en los exámenes escritos y de resolución de cuestiones, fracasaba en las exposiciones orales y nunca pasó de ser un docente adjunto. Lo que le interesaba era la observación como naturalista: era un magnífico apicultor y un excelente jardinero desde joven. Se dedicó a estudiar la herencia de los caracteres. Primero pensó en estudiar ratones, pero su abad se lo prohibió, puesto que no consideraba adecuado estudiar cruces en mamíferos (con la correspondiente actividad sexual) dentro de la abadía. Entonces, decidió combinar sus dos pasiones, los estudios naturalistas e intelectuales y la jardinería, a partir de la obtención de híbridos de plantas (una técnica muy apreciada para obtener diferentes variedades), usando diferentes variedades de guisanteras. Dedicó ocho años al cultivo de híbridos de guisantera y al estudio de la herencia y transmisión de sus características. Estos estudios culminaron con dos presentaciones orales ante la Sociedad de Historia Natural de Brno, el 8 de febrero y el 8 de marzo de 1865, donde defendió sus resultados. Estas conferencias fueron transcritas por un escritor anónimo en el diario local. A partir de la acogida de estos estudios, decidió escribir un único artículo para divulgar estos resultados al resto de la comunidad científica, publicando el famoso «Versuche über Plflanzenhybriden» (traducido como “Experimentos sobre el hibridismo en plantas”), donde expuso los resultados de sus ensayos de forma metódica y rigurosa, sin pretensiones, pero de forma precisa y racional, empleando una aproximación estadística nunca aplicada antes en el ámbito naturalista. De acuerdo con esta, comparaba las ratios de la herencia de diferentes características de los progenitores en la descendencia. Así, se inventó una nueva nomenclatura para denominar y distinguir los factores hereditarios que determinaban los caracteres y propuso cómo se combinaban y segregaban estos factores. De esta manera formalizó las actualmente conocidas y estudiadas leyes de Mendel.

Esta carta imaginada se sitúa, pues, la noche de la última conferencia de Mendel, previamente a la escritura y publicación del «Versuche». Después de la publicación de este artículo verdaderamente seminal, continuó trabajando unos años más hasta ser elegido abate en 1868, y el trabajo en la abadía prácticamente puso fin en sus estudios. En aquel momento, no existía ni el término genética (propuesto por Bateson en 1905) ni el de gen (acuñado por Wilhelm Johannsen en 1909). Mendel los denominaba factores, o unidades determinantes de un carácter, y los consideraba partículas indivisibles y heredables. Ciertamente, Mendel inventó la nomenclatura para estos factores: escogió la A mayúscula para el factor dominante y a minúscula para el factor recesivo. Sus esquemas e inferencias son, innegablemente, la base del conocimiento de la herencia mendeliana, tal como ha llegado a nuestros días.

© Mètode 2022 - 114. Un mundo, una salud - Volumen 3 (2022)

Profesora titular de Genética de la Universidad de Barce­lona (España), con una amplia trayectoria científica y académica en genética. Dirige un grupo que investiga las bases genéticas de dolencias hereditarias minoritarias, en particular, la ceguera. Es miembro del Instituto de Biomedicina (IBUB), adscrito al CIBERER, y de varias comisiones de bioética. Es cofundadora de la empresa DBGen, dedicada al diagnóstico genético. Ha escrito dos libros divulgativos y tiene una columna semanal de divulgación científica en www.elnacional.cat.