«¿Cómo se transforma una oruga en mariposa? Esta pregunta, que resume la maravilla y el misterio de la metamorfosis, ha constituido un enigma intemporal que ha fascinado al hombre desde los tiempos más remotos…» Con un comienzo así, no es extraño que este libro atrape al lector desde el principio. Y después no queda decepcionado, tanto por el interés del tema como por la forma en que se trata.
Muchos conocerán la metamorfosis por la obra de Kafka, pero el hecho es que ha captado la atención de muchos pueblos desde hace milenios. Ya los egipcios admiraban este cambio drástico y encontraban un paralelismo con la resurrección. Posteriormente se mantuvo –con diferentes grados y formas de interpretar– esta connotación divina en muchas civilizaciones, considerándola una prueba de la existencia del más allá. Parece mentira el juego que da el ciclo vital de los insectos…
Ahora bien, todo es muy complejo y no podríamos entender bien la cuestión si no partimos de unos conocimientos mínimos. Por eso gran parte del libro es una lección de historia natural: explica, por ejemplo, los cuatro tipos de metamorfosis: la de los ametábolos, con aparente ausencia de cambio; la de los hemimetábolos, de cambio, pero gradual; la de los holometábolos, con el cambio brusco, tan fascinante; y la denominada hipermetamorfosis, con más de una morfología larval.
Una vez aclarado eso, asimilaremos muy bien el proceso gracias a la comprensión de la base del cambio –la muda– y a su regulación: el complicado sistema hormonal. Finalmente, se explica cómo y en qué momento se originó este fenómeno en el largo camino de la evolución, evidenciando las grandes ventajas adaptativas que comportaba la metamorfosis.
Xavier Bellés hace un repaso histórico muy completo no solamente de las interpretaciones –a menudo fantasiosas– de las diferentes culturas, sino también de las teorías que se han ido planteando. Pero no es una recopilación de «batallitas del abuelo». Nada más lejos de la realidad, porque incorpora las investigaciones más modernas, ya que es un tema que no está del todo resuelto. Incluso incluye descubrimientos realizados por el mismo doctor Bellés y su equipo del Instituto de Biología Evolutiva, de Barcelona (CSIC). En resumen, su trabajo habría demostrado que los microRNAs tienen un papel clave en la regulación de la metamorfosis, ya que si los suprimimos en la última fase ninfal, el insecto no muda a un adulto, sino a otra ninfa, que es supernumeraria y gigante.
La única crítica que se me ocurre es la brevedad. Ya sé que «lo bueno si breve, dos veces bueno», pero es que, una vez atrapado –desde el primer momento, como decíamos–, el lector se traga el libro en un suspiro… ¡y se queda con ganas de más! Esperemos, pues, que el autor –con una larga trayectoria como escritor– nos obsequie con más obras de alta divulgación como esta, siguiendo la sombra de otras como Supervivientes de la biodiversidad, Bestiario, El teatro de los insectos…