«Vida y obra de Luis Sánchez Granjel» de José María Urkia Etxabe
Historia de una vocación
Aunque la afirmación puede so-nar rotunda y exagerada, la historia de la medicina española no sería lo mismo sin don Luis S. Granjel (Segura, Guipúzcoa, 1920 – Salamanca, 2014). Lo demuestra el profesor de Historia de la Medicina en la Universidad del País Vasco –y discípulo granjeliano– José María Urkia en una ponderada biografía que es, sobre todo, la historia de una vocación: la de un joven vasco que, tras estudiar Medicina en Salamanca y doctorarse en Madrid, inició una larga carrera docente, que tuvo su hito principal en 1955, cuando obtuvo la Cátedra de Historia de la Medicina del alma mater salmantina (la segunda que se creó en España, tras la de Madrid, que ocupaba su maestro y mentor, Pedro Laín Entralgo). Una carrera que se prolongó durante más de cuatro décadas, hasta su jubilación en 1986. Nada más tomar posesión de su cátedra, puso en marcha el Seminario de Estudios sobre Historia de la Medicina (luego convertido en Instituto) de la Universidad de Salamanca, que muy pronto devino un centro de investigación puntero a nivel nacional y que aglutinó una brillante generación de historiadores que sentaron las bases de una disciplina sin tradición en nuestro país.
En paralelo a esa actividad, Granjel protagonizó una exitosa carrera investigadora que tuvo su punto culminante en la publicación de su monumental Historia general de la medicina española (1978-1986) en cinco tomos, convertida en una obra de referencia en su campo, todavía hoy no superada. Por otra parte, y como señala con acierto el profesor Urkia, además de su dedicación fundamental a la historia de la medicina, Granjel desarrolló una no menos importante faceta como historiador de la literatura española, centrada principalmente en la Generación del 98, con un especial interés por las figuras de los escritores vascos Pío Baroja y Miguel de Unamuno, a los que dedicó numerosos trabajos. Igualmente, fue un «hombre de acción» con una capacidad para tomar la iniciativa fuera de lo común, lo que le llevó a ocupar distintos cargos de gestión a lo largo de su vida, tanto en la Universidad de Salamanca, donde llegó a ser vicerrector de Ordenación Académica, como en la Real Academia de Medicina de Salamanca (institución que llegó a presidir) o en la Real Academia Nacional de Medicina, donde fue académico de número y bibliotecario.
De todo esto nos habla esta biografía que tiene dos grandes ventajas con respecto a la publicada en 2003 por Luis Carlos Tejerizo López (Luis Sánchez Granjel: El hombre que hay detrás del historiador). En primer lugar, la capacidad de síntesis del autor, que en poco más de 200 páginas traza una semblanza ágil, pero ordenada y coherente, que se completa, además, con una extensa bibliografía granjeliana y un útil índice onomástico. Por otro lado, conviene destacar que, como custodio del archivo personal de biografiado, Urkia maneja y cita con aprovechamiento una cantidad de documentos (manuscritos, epistolarios, fotografías, etc.) a los que nadie había tenido acceso antes. Desde este punto de vista, no sé si estamos ante la biografía definitiva de Granjel, pero sí nos encontramos, desde luego, ante el libro ideal para quienes quieran profundizar en el conocimiento de una de las figuras más destacadas de la historiografía española del siglo xx.