El cine apareció en medio de otros numerosos inventos técnicos que, en las postrimerías del siglo XIX, transformaron la vida de las sociedades contemporáneas. Las imágenes en la pantalla trasmiten emociones e ideas, intervienen en el comportamiento del público de una manera quizá más conmovedora (pero no más reflexiva) que su contrapartida escrita. Las intersecciones entre ciencia y cine constituyen un ámbito de estudio fundamental, tanto para científicos e ingenieros como para historiadores, museólogos, enseñantes, periodistas, así como para los mismos cineastas. De hecho, es a través del cine (en pantalla grande o pequeña) que gran parte de la población construye su concepto de la ciencia y de los científicos.
Entre las diversas, pero no numerosas, actividades dedicadas a la reflexión sobre la ciencia y el cine, queremos destacar dos, realizadas el pasado 2005 y que han sido en parte la motivación de este monográfico. En la Universitat de València se ofreció el curso de libre opción «De King Kong a Einstein», mientras que la tercera edición de la Escola de Primavera d’Història de la Ciència, celebrada en su sede de Mahón, se dedicó precisamente a la ciencia y al cine. En estas dos actividades, dirigidas a públicos muy diferentes, se analizaron desde diversas perspectivas el cine y su interacción con la sociedad. El cine es una magnífica herramienta para la divulgación y comunicación de la ciencia y de la tecnología, y Mètode ha recogido aquí algunas reflexiones sobre el papel del cine en la manera de percibir la cultura científica y tecnológica.