El padre y las enfermedades del envejecimiento

Uno de los retos que tenemos en la sociedad actual es afrontar la inversión de la pirámide demográfica. En una sociedad pobre o en desarrollo la gente tiene muchos hijos, pero la falta de recursos, de alimentación y de asistencia sanitaria correcta hace que la mortalidad sea muy elevada y que poca gente llegue a una edad avanzada. Cuando una sociedad asegura la alimentación y la sanidad, la tasa de mortalidad en edades jóvenes cae. Si a eso añadimos una mejora de las condiciones económicas y avances sociales, como la incorporación de la mujer al mercado laboral o el aumento de la población que completa estudios superiores, la edad a la que la gente tiene hijos se atrasa. Este problema es uno de los principales retos demográficos de la sociedad actual. Un crecimiento de la población mayor y cada vez menos gente joven.

Con este aumento de la población mayor, aumentan los problemas de salud relacionados con la edad. Estos problemas han sido infraestudiados durante la mayor parte de la historia de la medicina por motivos obvios. La ciencia primero cazó virus y bacterias para frenar enfermedades infecciosas, o bien vitaminas para solucionar enfermedades por déficit de nutrientes. Toda aquella población que no murió de poliomielitis, del tifus o del escorbuto se hizo mayor. Y descubrieron que había otros problemas. Entre estos, los más duros y complicados, sobre todo dentro del entorno familiar, es cuando nuestros mayores sufren una enfermedad que afecta al cerebro, de forma que la persona que una vez conociste y amaste deja de estar presente, aunque todavía lo esté físicamente.

El crítico de novela negra Paco Camarasa decía que si quieres que tu libro tenga éxito, nunca incluyas en este abusos a menores o un personaje con alzhéimer. Son temas tan duros que hacen que los lectores no quieran continuar leyendo. El alzhéimer es una de las enfermedades más frecuentes que puede afectar al cerebro en edad avanzada. Se produce por la acumulación de depósitos de una proteína que se ha plegado incorrectamente en las neuronas y termina matándolas. Aun así, no es la única causa de demencia. Otra es la demencia vascular, en la que se producen en el cerebro pequeños ictus que poco a poco van mermando las capacidades de la persona. Finalmente, la menos conocida es la demencia con cuerpos de Lewy, similar al alzhéimer en tanto que se debe a la acumulación de una proteína en el cerebro, aunque no es la misma proteína y se desarrolla de forma mucho más rápida. Esta enfermedad se hizo conocida a raíz del suicidio del actor Robin Williams, a quien le había sido diagnosticada. La persona que sufra cualquiera de estas afecciones perderá las habilidades cognitivas, pero cada una se manifiesta con diferentes síntomas y las capacidades que se pierden son diferentes en cada caso.

Hay films que han tratado de abordar este problema, haciendo caso omiso de las recomendaciones de Paco Camarasa. Personalmente, me saca de la historia cuando aparece un personaje que aparentemente sufre alzhéimer, pero cuyo comportamiento no es el de una persona con esta enfermedad, como es el caso de José Coronado en Vivir sin permiso. Creo que el film más respetuoso y que mejor ha abordado este tema es El padre, del oscarizado director Florian Zeller (aunque no por esta película). En El padre vemos a Anthony Hopkins que, a pesar de su edad, quiere continuar viviendo solo y llevando su vida, con la oposición de su hija, que quiere que esté mejor cuidado. El problema es que a veces no tiene claro quién es su hija, ya que la historia va avanzando desde el punto de vista del padre. La pérdida de la habilidad de reconocer a las personas es un síntoma del alzhéimer. En España, Antonio Mercero también trató de forma acertada y muy humana el tema en ¿Y tú quién eres? El título es todo un anuncio de lo que nos puede llegar a pasar. 

© Mètode 2024 - 122. Humanidades digitales - Volumen 3
Catedrático de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia e investigador en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV).