En el Año Internacional de las Legumbres, declarado por la FAO, no queríamos dejar pasar la oportunidad de proponer una actividad con estas plantas, que son uno de los grupos más importantes en nuestra alimentación, así como parte de nuestro paisaje natural. Las legumbres son la tercera familia más numerosa de plantas con flores que habita el planeta, y sus frutos son grandes fuentes de proteínas, con una aportación entre dos y tres veces más alta que el trigo o el arroz. Además, estas plantas suelen vivir en simbiosis con ciertas bacterias capaces de fijar nitrógeno atmosférico en el suelo.
«Los frutos de las legumbres son grandes fuentes de proteínas, con una aportación entre dos y tres veces más alta que el trigo o el arroz»
Encontramos legumbres en todos los continentes y las hay que se cultivan desde hace más de 9.000 años. Como ejemplo de su importancia podemos resaltar la influencia que tenían en la sociedad romana, cuando los nombres de los cuatro grandes grupos de legumbres servían para designar a las familias más distinguidas: Cicerón (garbanzos), Léntulo (lentejas), Fabio (habas) y Piso (guisantes o pésoles); ningún otro grupo de alimentos tuvo tanta relevancia en esta sociedad. Además, desde tiempos lejanos estas plantas se han cultivado como ingrediente para elaborar numerosos productos alimentarios. Es el caso de las lentejas y los garbanzos, utilizados en la India para preparar los papadums. En el Mediterráneo, con garbanzos se elaboran productos muy conocidos y consumidos, como el hummus, aunque con este ingrediente también podemos encontrar ejemplos de panes y tortas como la farinata, en Italia.
Otra característica que hay que destacar de estas simientes es la variedad de colores de la cubierta o membrana protectora: verde en el caso de los guisantes; roja, blanca o negra en diferentes variedades de judías; transparente en los altramuces, o con dos pigmentaciones, como en el caso de las judías pintas. Estos colores provienen de las antocianinas y de los fenoles de la cubierta, lo que les proporciona propiedades antioxidantes. Como estas sustancias son solubles en agua, desaparecen en la cocción y se pierde el color. En el caso de los guisantes, de las habas y de las judías verdes, el color proviene de la clorofila.
Os proponemos dos actividades con estas plantas tan sugerentes. La primera consiste en hacer una colección de diferentes variedades y tipos de legumbres. Es una forma de comprender la importancia y diversidad de este grupo de plantas. Con la segunda actividad podremos diseñar un jardín de enredaderas para decorar cualquier rincón.
«Las semillas de las leguminosas permiten ver de una forma extraordinariamente sencilla ómo se produce la germinación y el crecimiento en las plantas»
Las semillas de las leguminosas permiten ver de una forma extraordinariamente sencilla ómo se produce la germinación y el crecimiento en las plantas. Una semilla, que es una futura planta, consta de una membrana protectora y, encerrado en esta envoltura, encontramos el embrión, que tiene dos grandes hojas de reserva –los cotiledones– y un pequeño tallo. Los cotiledones aportan los nutrientes de la futura planta, ya que se formaron en la fecundación del óvulo como un tejido nutritivo o endosperma. En otras simientes el endosperma se desarrolla con el embrión y es el órgano de reserva del fruto maduro, pero en las leguminosas este tejido se incorpora a los cotiledones y alimenta la pequeña plántula de su interior. La cubierta o membrana protectora de las semillas varía en grosor: por ejemplo, es fina en el cacahuete, pero representa hasta un 30 % de la masa de los altramuces. Está formada por glúcidos en las paredes celulares; estas cadenas de polisacáridos son las responsables de la costosa digestión de las legumbres, ya que su longitud obliga a tener que trabajar para romperlas. El tipo de agua y la cocción, sin embargo, ayuda. Las semillas se componen principalmente de proteínas y almidón, aunque en el caso de la soja y el cacahuete pueden tener entre un 25 % y un 50 % de aceite.
Actividad: Colección de legumbres
La primera actividad es muy sencilla y es la base de cualquier plantel. Os proponemos una lista de diferentes legumbres, pero podéis buscar otras si queréis hacerla más completa. Además, encontraréis que existe una rica y variada diversidad de cada una de ellas:
Materiales y utensilios:
- Tarros de vidrio
- Legumbres secas de variedades diferentes
- Etiquetas
Procedimiento:
- Para conseguir las legumbres y disfrutar de todas sus variedades podemos ir al mercado de nuestro pueblo o ciudad. Una vez las tengamos, solo hay que llenar los tarros de vidrio y ponerles una etiqueta con el nombre común y el científico. ¡Eso nos ayudará a ver la diversidad que existe en el planeta!
Nom comú | Nom científic | Localització |
Tramús | Lupinus sp. | Europa i el sud-oest asiàtic |
Fesol o mongeta | Phaseolus vulgaris | Amèrica Central i Amètica del Sud |
Cacauet | Arachis hypogaea | Amèrica Central i Amètica del Sud |
Cigró | Cicer arietinum | Europa i el sud-oest asiàtic |
Pèsol | Pisum sativum | Europa i el sud-oest asiàtic |
Fava | Vicia faba | Europa i el sud-oest asiàtic |
Lentilla | Lens culinaris | Europa i el sud-oest asiàtic |
Soja | Glycine max | Amèrica Central i Amètica del Sud |
Actividad: Plantación de legumbres
En esta segunda actividad os proponemos un método muy sencillo para hacer una plantación de legumbres.
Materiales y utensilios:
- Legumbres de seis variedades diferentes
- Huevera
- Algodón
- Agua
- Macetas o botellas de plástico
Procedimiento:
- Seleccionamos judías de diferentes variedades: pinta, canela, del Barco, garrofó…
- Ponemos cada una de las variedades de legumbres en uno de los compartimentos de la huevera, encima de un trozo de algodón humedecido.
- Dejamos la huevera cerca de una ventana para que las semillas puedan recibir luz natural.
- Cada día haremos el seguimiento del desarrollo de la plántula a partir de las reservas nutritivas y veremos cómo van apareciendo el tallo y pequeñas hojas.
- Al cabo de una semana podremos trasplantar estas plántulas a una maceta. También podemos aprovechar botellas de plástico, tal como proponíamos en el número 89 de Mètode. Así tendremos una colección de enredaderas. Además, esta actividad, que se puede hacer en cualquier época del año, nos permitirá conocer el embrión vegetal y el desarrollo de las diferentes partes de la planta.