Matemáticamente, el movimiento de un fluido se describe mediante las llamadas ecuaciones de Navier-Stokes. En el espíritu de la mecánica newtoniana, estas ecuaciones deberían determinar el movimiento futuro del fluido a partir de su estado inicial.
Marquina trabaja en una buena muestra de lo que es el casi inalcanzable número de disciplinas y aplicaciones basadas en el cálculo matemático que hoy en día inundan nuestra vida cotidiana.
El artículo se centra en la autoorganización de algunos sistemas dinámicos de fluidos, paradigmas de la complejidad y propone un enfoque estético a sus características.