Vigilando las constantes vitales de la Tierra

María Piles es investigadora en el Laboratorio de Procesado de Imágenes de la Universitat de València

María Piles

Soy María Piles, profesora en el Departamento de Ingeniería Electrónica en la Universitat de València y realizo mi investigación en el Laboratorio de Procesado de Imágenes. Soy doctora e Ingeniera de Comunicaciones, y me he especializado en el campo de la teledetección, en satélites de observación de la Tierra.

Actualmente estoy trabajando en el proyecto CIMR (de sus siglas en inglés Copernicus Imaging Microwave Radiometer), una nueva misión Sentinel Expansion del programa Copernicus que la Agencia Espacial Europea (ESA) está desarrollando. El satélite se lanzará en 2029 y nos permitirá observar el Ártico y los cambios que están sucediendo en todo el planeta debido al calentamiento global.

En la misión CIMR en Valencia somos un equipo de cuatro personas que desarrollamos la parte de los algoritmos de recuperación de la humedad y temperatura del suelo y de superficies de áreas inundadas. También nos coordinamos con el equipo de fabricación del satélite, el cual es muy novedoso a nivel tecnológico, ya que nunca antes se había podido medir la banda de las microondas porque para ello se requiere una antena de dimensiones muy elevadas. Ahora se ha desarrollado una tecnología que permitirá enviar al espacio unas antenas de tipo malla plegadas que se desplegarán una vez en órbita. Tecnológicamente es un reto muy complicado.

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María Piles después de la entrevista. / Foto: Laura García.

En concreto, yo me centro en la parte de la captación de las microondas emitidas por la Tierra. A partir de estas, somos capaces de obtener las propiedades de la parte del planeta que se está observando. Podemos determinar la salinidad y la temperatura del mar y conocer el espesor del hielo o el grosor de las capas de nieve. Estas propiedades tienen una gran importancia, ya que en el Ártico se está produciendo el deshielo de gran parte de la zona que estaba permanentemente helada. El proyecto CIMR nos proporcionará unas observaciones vitales para entender qué está sucediendo. La Tierra es un sistema donde está todo interconectado, y el hecho de que se esté derritiendo el casco polar ártico significa que el agua de esa zona es más dulce, con lo que cambia su densidad y se alteran las corrientes oceánicas. Estos cambios pueden provocar alteraciones en el clima, como más olas de calor, o variaciones en las precipitaciones. Todo está relacionado y necesitamos observaciones para poder entender mejor qué está pasando y prepararnos.

Es como si midiéramos las constantes vitales a escala planetaria. Las necesitamos para poder entender mejor cómo se va a comportar la Tierra y si va a haber cambios drásticos. Por ejemplo, ahora las precipitaciones son fenómenos más extremos, pero los modelos actuales no son capaces de predecirlo correctamente porque no había ocurrido en el pasado. Cuantas más observaciones tengamos, más podremos aprender del comportamiento del sistema terrestre, mejor podremos modelarlo y hacer predicciones más precisas.

Realización de la entrevista: Marta Gutiérrez y Anna Mateu. Edición: Marta Gutiérrez. 

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Trabaja en el Laboratorio de Procesado de Imágenes de la Universitat de València. Es Ingeniera de Telecomunicación y Doctora en Teoría de la Señal y Comunicaciones (2010), con especialización en Teledetección. Tiene amplia experiencia en la recuperación del contenido de agua en suelos y vegetación a partir de microondas de baja frecuencia, y ha participado activamente en las actividades científicas de las misiones SMOS de la ESA y SMAP de la NASA. Actualmente es miembro del Grupo Asesor de la Misión CIMR. Desde 2015, es presidenta del capítulo español de la IEEE Geoscience and Remote Sensing Society.