¿Por qué las ventanillas de los aviones tienen las esquinas redondeadas?
Las ventanas del pasaje de los aviones comerciales son redondas o de formas redondeadas por motivos estructurales. La integridad estructural de las ventanas y las puertas de un avión no es un tema menor, puesto que existe una gran diferencia de presión y de temperatura entre el interior y el exterior de la aeronave. En el espacio que ocupa la ventana no hay, obviamente, metal que soporte el fuselaje, y toda esta tensión la debe aguantar el metal inmediatamente alrededor de la ventana. Si este metal está ajustado a ventanas rectangulares o cuadradas, sufre esfuerzos más grandes por las esquinas ante cualquier tensión a la que sea sometido el fuselaje, lo que comporta una probabilidad mayor de que la ventana se rompa. Si esto ocurriera, causaría la descompresión de la cabina y la típica succión del aire del interior del avión que se ve en las películas. Esto, provocaría, como mínimo, un aterrizaje de emergencia.
En la historia de la aeronáutica es famosa la historia del De Havilland DH 106 Comet, el primer avión comercial a reacción. Este avión británico debutó después de la Segunda Guerra Mundial, en 1952, y tenía una amplia cabina altamente presurizada y grandes ventanas cuadradas cortadas en ángulos rectos. Rápidamente los Comets, como eran conocidos, empezaron a tener problemas en pleno vuelo, con cinco accidentes en tan solo dieciocho meses (desde octubre de 1952 hasta abril de 1954) y tuvieron que ser retirados. Más tarde se descubrió que la causa de los accidentes era la fatiga del aluminio alrededor de los ángulos rectos de las ventanas (a causa de ciclos de esfuerzos repetidos), que empezaba a agrietarse y provocaba una descompresión explosiva de la cabina y el fallo estructural de la aeronave. Los fabricantes rivales de la compañía, como Boeing, aprendieron las lecciones del Comet e hicieron ventanas ovaladas fuertemente reforzadas.
En los últimos años, algunas compañías están trabajando en el diseño de aviones sin ventanas físicas, que serían sustituidas por ventanas virtuales que mostrarían el exterior a través de una pantalla, o bien cualquier otra imagen. Esta decisión reduciría el peso de los aviones y, por lo tanto, su consumo de combustible. A pesar de esto, quizás los pasajeros continuemos queriendo mirar por la ventana y saber que está pasando mientras estamos allí arriba.
Antoni Vidal-Ferràndiz es Licenciado en Ingeniería Aeronáutica y doctor en Energía Nuclear por la Universitat Politècnica de València.
Pregunta enviada por Carlos Rodríguez Landrove.
«Los Porqués de Mètode» es un consultorio de ciencia donde lectores y lectoras mandan su pregunta o duda científica y una persona experta las responde. Podéis enviar vuestras preguntas a través de este formulario. Entre todas las que publiquemos entre el 1 de julio y el 20 de septiembre sortearemos un lote de publicaciones de Mètode.
