Entrevista a José Antonio Sobrino

«La teledetección es una herramienta al servicio de la sociedad»

Catedrático de Física de la Tierra de la Universitat de València

Jose Antonio Sobir

José Antonio Sobrino es Catedrático de Física de la Tierra en la Facultad de Física de la Universitat de València. Ha dedicado la mayor parte de su trayectoria profesional a la investigación y aplicación de la física en el campo de la protección del medio ambiente. Desde hace treinta años, Sobrino trabaja en el ámbito de la teledetección, es decir, la observación de la Tierra desde satélites. En 1996, creó en la Universitat de València el grupo de investigación en Unidad de Cambio Global, la cual dirige desde entonces. Además, es presidente de la Asociación Española de Teledetección, así como presidente y fundador del congreso internacional Recent Advances in Quantitative Remote Sensing (RAQRS), cuya sexta edición se ha celebrado esta semana en Torrent. El trabajo de Sobrino fue reconocido en 2019 con el premio Jaume I de protección del medio ambiente. Conversamos con él para conocer más detalladamente el ámbito de la teledetección y sus aplicaciones.

¿En qué consiste la teledetección?

La teledetección es la observación de la Tierra desde un satélite. Gracias a ellos, podemos dar una imagen del planeta muy amplia, ya que tenemos una constelación de satélites que están en tiempo real generando datos y nos permiten hacer un seguimiento de toda la problemática de la Tierra. Fundamentalmente hablamos de aplicaciones forestales, sequías, incendios, estimaciones de la necesidad de agua en los cultivos, contaminación, calidad del aire…

¿Cómo puede aplicarse la teledetección a la protección del medio ambiente?

En primer lugar, utilizamos los datos de teledetección siempre que se produce algún desastre natural o impacto sobre el medio natural, por ejemplo un incendio. Gracias a la teledetección podemos obtener el perimetraje y el grado de severidad. También podemos detectar los fenómenos de «isla de calor» que ocurren en las ciudades sobre todo durante la época estival. La teledetección es una herramienta que está al servicio de la sociedad y cada vez ofrece más posibilidades para llevar a cabo estudios de impacto medioambiental.

Además del cambio climático, ¿en qué otros ámbitos puede ser de ayuda la teledetección?

En muchos, por ejemplo se pueden hacer inventaros agrícolas, es un soporte para la política agraria común. También se puede utilizar para tomar medidas de cara a la mejora de la calidad de vida de los habitantes del planeta. Las aplicaciones son numerosas: se puede detectar el nivel de contaminación del océano, la calidad del aire…

Esta es la sexta edición del congreso Recent Advances in Quantitative Remote Sensing. ¿Cómo y por qué surgió la idea de llevarlos a cabo?

La primera edición del congreso tuvo lugar en el año 2002. Unos años antes, pensé que estaría bien hacer un congreso internacional que pusiera el énfasis en el aspecto cuantitativo de la teledetección: el desarrollo de algoritmos, el calibrado de  satélites, hacer aplicaciones cuantitativas… Tuvimos un respaldo importante, lo que nos motivó a continuar. Siempre lo hemos hecho en el auditorio de Torrent y hemos contado con el apoyo del Ayuntamiento y las instituciones de la ciudad. Además, es un sitio que tiene las condiciones óptimas para que los distintos congresistas, que provienen de centros variados y punteros a nivel internacional, estén trabajando una semana. Celebramos el congreso cada tres o cuatro años; el último estaba previsto para 2020 pero a raíz de la pandemia de coronavirus tuvo que retrasarse.

El objetivo principal de este congreso es evaluar el estado de las investigaciones y aplicaciones de la teledetección. ¿Qué novedades podemos encontrar en este ámbito?

Como siempre, nos reunimos para hacer un inventario de lo que se ha hecho en los últimos años. Además, se presentan las misiones de teledetección futuras y estimaciones sobre resultados de las mismas. En este congreso se compartirán los primeros resultados obtenidos con el satélite español PAZ, que es un radar de alta resolución. También se mostrarán algunos nuevos satélites que se lanzarán esta década, así como las nuevas misiones de la Agencia Espacial Europea, de la NASA… No solo se presentarán las misiones actuales y futuras, sino también los algoritmos que han permitido obtener los datos utilizados para explicar esos parámetros de interés.

En un futuro, ¿qué avances se espera obtener en el campo de la teledetección?

La línea de trabajo futura se centrará en misiones de una precisión mayor, con mayor resolución espacial, espectral y temporal. Es decir, se busca tener un seguimiento en tiempo real, o con la mayor frecuencia posible, que nos permita monitorear aspectos como la necesidad de agua de los cultivos o los desastres naturales. Y además, que nos permita aplicar políticas utilizando las imágenes como fuente de información.

Actualmente trabaja en CityClim, un proyecto que utiliza a la ciudad de València como objeto de estudio, ¿puede explicar en qué consiste?

CityClim es un proyecto financiado por la Unión Europea en el que la Universitat de València está trabajando y que tiene como objetivo generar mapas de las zonas urbanas con una resolución de cien metros para ejecutar pronósticos avanzados de su meteorología. Una de las ciudades donde se va a probar el modelo es en València, y actualmente estamos trabajando en colaboración con el Ayuntamiento y distintos socios de otros países. Junto a ellos, estamos investigando en la metodología que nos permitirá producir estos mapas en tiempo real. El año que viene, si todo va bien, haremos una investigación para estimar el impacto que tienen en la temperatura de la ciudad los materiales utilizados para construirla. Estamos muy esperanzados en este proyecto.

© Mètode 2022
Graduada en Periodismo por la Universitat de València.