La salvia mariolenca (Salvia lavandulifolia subsp. mariolensis) es una planta aromática leñosa cespitosa, de tallo simple y con pelos glandulares. Las hojas son más o menos ovaladas y oblongas, dos o tres veces más largas que anchas, de color grisáceo o blanquecino. El cáliz es de tipo no bilabiado, con cinco dientes casi iguales, no reticulado entre las venas y con pelos glandulosos. La corola es de un color azul violáceo. Se trata de un arbusto bajo, que llega a medir entre 30 y 60 cm. Florece entre los meses de mayo y julio, ambos inclusive. Esta planta ofrece un olor muy agradable y un sabor intenso si bien un tan-to amargo. La fragancia emana de los aceites esenciales contenidos en las numerosas glándulas que cubren buena parte de la planta, tanto asentadas sobre hojas y tallos, como dispuestas coronando los pelos antes mencionados. La composición química de la salvia es conocida, si bien lo reflejado en la literatura correspondería principalmente a Salvia officinalis L. y Salvia lavandulifolia subsp. lavandulifolia, que varían sobre todo en la proporción de componentes. La hoja de salvia contiene: 1-2,5 % de aceite esencial constituido principalmente por alfa y betatujona (35-60 %), alcanfor y 1,8-cineol; taninos; ácido rosmarínico; flavonoides; diterpenos amargos (carnosol); triterpenos y estrógenos. La droga entera disecada contiene como mínimo 15 ml/kg de aceite esencial; la droga cortada, un mínimo de 10ml/kg, ambas calculadas respecto a la droga anhidra.
Ecología
Esta planta es muy similar a la salvia común o de montaña (S. lavandulifolia Vahl subsp. lavandulifolia), si bien se encuentra fundamentalmente en territorio de las comarcas centrales del País Valenciano, pero también está presente en comarcas como el Valle de Ayora, el Alto Vinalopó y la Canal de Navarrés. Habita sobre sustrato básico (calizas y margas) y pedregoso, entre 700 y 1.200 metros de altitud, donde forma parte de matorrales heliófilos. En estos espacios naturales es relativamente abundante. La salvia de montaña es similar pero menos blanquecina y de tipo más erecto, y ocupa altitudes parecidas o un poco más elevadas desde el centro de Valencia hasta el norte de Castellón.
«La salvia es una buena alternativa a tratamientos de sustitución hormonal a base de estrógenos sintéticos»
Existe una tercera salvia valenciana similar, S. lavandulifolia subsp. approximata (Pau) Figuerola, exclusiva del Ricón de Ademuz y sus alrededores; se trata de una mata apretada –incluso cuando se cultiva a baja altitud– y con flores rosadas. Una cuarta especie, la salvia oficinal (S. officinalis) proviene del Mediterráneo oriental, se cultiva desde antaño y a veces se naturaliza; es una planta más elevada, de hojas verdosas y de fragancia muy diferente.
En el País Valenciano encontramos una serie de topónimos que hacen referencia a esta plan-ta, como son el Tossal de la sàlvia (La Safor), el Maset de la sàlvia (Alcoleja), el Barranc de la sàlvia (Biar), la Font dels salviars o el Racó dels salviars en Carcaixent. Además, encontramos también 29 calles llamadas Sàlvia en la provincia de Alicante, seis en la de Valencia y otra en la de Castellón; pero probablemente solo los nombres alicantinos se refieren a la planta de Mariola.
Salvia, etnobotánica y cultura
La salvia de Mariola es una planta que está considerada como panacea en la cultura popular del País Valenciano, ya que tiene una gran variedad de aplicaciones etnobotánicas, a menudo ligadas a las enfermedades de la mujer. El hecho de que la salvia contenga entre sus principios activos un estrógeno la convierte en una planta indicada para trastornos hormonales femeninos como las irregularidades menstruales (se considera una planta emenagoga), o incluso la infertilidad. También la salvia es una de las plantas más indicadas en la medicina popular para atenuar los efectos de la menopausia y es una buena alternativa a tratamientos de sustitución hormonal a base de estrógenos sintéticos –que pueden llegar a ser peligrosos–, porque alivia considerablemente los síntomas de la menopausia como sofocos, nauseas, vértigo, golpes de calor, sudores nocturnos y dolores de cabeza. Por el contrario, es una planta contraindicada durante los primeros meses de embarazo a causa de su propiedad emenagoga que estimula la menstruación. En cambio, tomada durante el último mes, se dice que ayuda a tener un parto más rápido y fácil. Por otro lado, las mujeres que están amamantando deben evitar ingerirla, ya que bloquea la producción de leche.
«La salvia de Mariola es una planta utilizada en la llamada jardinería mediterránea y que también sirve como planta melífera»
Entre otros usos populares, se utiliza en forma de infusión como astringente y digestivo, en caso de indigestión, pesadez o malestar estomacal, virtud que comparte con otras plantas aromáticas de la misma familia botánica. También se utiliza como relajante después de vómitos, sirve como tranquilizante y ayuda a recuperarse de los mareos. Mejora la circulación sanguínea y, además, es hipotensora e hipoglucemiante. Tradicionalmente, la salvia también se ha utilizado para combatir afecciones respiratorias simples, como inflamación de las anginas, afonía, faringitis, gripe, laringitis, resfriados, tos, enfriamiento y también para rebajar la fiebre. Es diurética y desintoxicante. La hojas de salvia tienen acción antibacteriana y antifúngica, gracias sobre todo al aceite esencial, y acción antiviral debida, en parte, a los diterpenos. De esta virtud se deriva su uso tradicional como planta vulneraria que, aplicada directamente o en forma de compresas o cataplasmas, es cicatrizante e impide que las heridas se infecten, y por eso se utiliza para curar llagas y úlceras. La salvia, además, ayuda a conservar la acetilcolina, que es un neurotransmisor del que depende un mejor funcionamiento del cerebro.
En sus usos cosméticos, esta planta se utiliza, en forma de crema o loción, para la piel, la caída del cabello, la caspa, las canas y el olor corporal. También es un potente relajante muscular, recuperador de los esfuerzos físicos excesivos. Sus hojas pueden masticarse como dentífrico o para fortalecer las encías, curar heridas o úlceras de la boca y aliviar la halitosis. Los preparados a base de salvia tienen acción antiinflamatoria, a la cual contribuye el ácido rosmarínico, que resulta muy efectiva en caso de hemorroides. También tiene acción astringente, estimulante de las secreciones y antitranspirante, para casos de sudoración excesiva y maloliente. Es una de las plantas utilizadas para teñir el pelo de manera natural. Para usos medicinales se aconseja recogerla desde agosto hasta que florece en primavera, pero no se recomienda hacerlo en lugares donde su presencia es más rara. Aquí, conviene respetarla hasta el final del verano para que pueda esparcir las semillas.
Las flores y hojas tiernas se utilizan también como alimento directamente en ensaladas o como planta aromática en variedad de guisados, salsas, quesos, carnes y pescado. Por otro lado, también sirve para hacer ramilletes con fines ornamentales y religiosos. Un buen ejemplo de esto son les enramades de salvia en la fiesta del pa beneït de la Torre de les Maçanes, que se celebra el 9 de mayo en honor a san Gregorio. En Biar también se celebra la festividad de la Mare de Déu de Gràcia, el 10 de mayo, donde la salvia adorna y engalana con su perfume todas las calles por donde pasa la imagen de la Virgen.
Es una planta utilizada en la llamada jardinería mediterránea y que también sirve como planta melífera. Desafortunadamente, a pesar de su evidente potencial para el uso ornamental, solo es producida ocasionalmente por viveristas, al contrario que la salvia oficinal, de la que hay numerosas cultivariedades.
Los escritores valencianos también utilizaron la salvia en sus textos, como es el caso de Enric Valor en Temps de batuda («me parecía percibir singularmente fuerte la fragancia a salvia») o en La idea de l’emigrant («En aquella umbría había salvia, aliaguetas, coronas de reina agarradas a las rocas, y durante el buen tiempo, no se terminaba nunca una hierba jugosa muy grata para los rebaños»). Por su origen alicantino, la salvia que Valor tenía en mente era sin duda la de Mariola; en otros casos, sobre todo en textos antiguos, resulta imposible distinguir entre esta especie y otras parecidas. El mestre Robert en su Llibre del Coch nos habla, por ejemplo, del salviat, que era una tortilla de salvia típica de la cocina medieval. Además, en el libro de cosmética natural del siglo XIV llamado Tresor de beutat, aparece la salvia en dos recetas: una para el dolor de cabeza y otra para las llagas en general.
«Entre otros usos populares, la salvia se utiliza en forma de infusión també como astringente y digestivo, en caso de indigestión, pesadez o malestar estomacal»
Además, en la comarca de L’Alcoià-El Comptat se elabora un licor, llamado popularmente salvieta o licor de salvia, con fines digestivos. Para preparar un litro se utilizan tres cuartos de anís dulce y un cuarto de cazalla, una cucharada de miel, dos o tres ramitas de salvia y dos o tres más de poleo blanco. De la misma manera, la salvia también se utiliza para elaborar el herbero, hecho junto con otras hierbas aromáticas y medicinales.
En definitiva, la salvia de Mariola es una planta característica del territorio central valenciano y muy arraigada en la cultura valenciana por sus múltiples virtudes. Por este motivo, es necesario tanto conservar la planta en sí como todo el patrimonio inmaterial asociado, para evitar que se pierda y quede en el olvido. Por tanto, es el momento de aprender a apreciar el legado que nos dejan nuestros antepasados y conservarlo, para que el día de mañana las nuevas generaciones puedan disfrutarlo.