A lo largo de su vida, el biólogo alemán Ernst Haeckel (1834-1919) desarrolló una obra científica cuyas ramificaciones, tal como su árbol de la vida, se extienden hasta hoy en día. Su trayectoria estuvo marcada por el éxito de su prolífico trabajo, pero también por tragedias personales, desavenencias con sus colegas y acusaciones de fraude, además de posiciones ideológicas que le ganaron enemigos acérrimos, sobre todo en los círculos religiosos. Una vida ajetreada y excepcional en la cual nos adentramos en este dosier de la revista Mètode.
A pesar de las acusaciones de antidarwinismo por parte de algunas voces, lo cierto es que Ernst Haeckel fue uno de los grandes paladines de la teoría de la evolución de las especies en Europa. Su ley biogenética encontró notable aceptación como forma de entender el hecho evolutivo; fue el caso, por ejemplo, de muchos evolucionistas de principios del siglo XX en España. El propio Darwin alabó la tarea de difusión de Haeckel de su teoría y su talento a la hora de aplicarla en sus propias investigaciones. Las acusaciones de fraude en algunas de sus ilustraciones de embriones, no obstante, oscurecieron su obra con la sombra de la duda.
Tampoco ayudaron sus pensamientos políticos e ideológicos, entre los cuales destacó el monismo, doctrina que afirma la unidad indivisible del ser, sin distinción entre materia y espíritu, y de la que se erigió como uno de los máximos exponentes. En 1906, de hecho, fundaba la Liga Monista Alemana, iniciativa que se replicó en países vecinos. Esta postura le comportó críticas feroces desde los sectores religiosos, particularmente desde el ámbito católico, pero también desde otros sectores escépticos con el concepto de monismo propuesto por Haeckel. En definitiva, las polémicas protagonizadas por el biólogo alemán han influenciado sin duda la forma en que se ha leído e interpretado su obra, tanto en su propio tiempo como posteriormente.
Los artículos de este dosier van acompañados de una serie de láminas que pertenecen a la obra Kuntsformen der Natur (“Formas artísticas en la naturaleza”) de Ernst Haeckel. Esta obra, publicada por partes entre 1899 y 1904, recogía en formato de litografía cien dibujos de diferentes organismos, muchos de ellos descritos por el propio Haeckel. Estas coloridas láminas, auténticas obras de arte, nos muestran la faceta artística del sabio alemán, reflejo de su ingenio creador.