Guia de camp dels ocells a Catalunya
Carlos Álvarez-Cros y Fran Trabalón
Omega, 2017. 15 × 21 cm, 765 pàgines.
El número de guías de aves seguramente batiría un récord Guinness, pero la mayoría son traducciones de obras extranjeras centradas en otro país o países. Muchas ni tan siquiera están adaptadas, pero incluso las que lo están tienen el problema de la inclusión de especies que no viven aquí, lo que dificulta la identificación.
Durante el siglo pasado, sin internet y con la fotografía analógica, resultaba prácticamente imposible hacer una guía fotográficamente exhaustiva, así que lo más frecuente era ilustrarlas con dibujos. Ahora tampoco es fácil, pero los autores han conseguido hacer una de las guías fotográficas más completas del sector. Las imágenes de las diferentes edades, plumajes y sexos garantizan una correcta determinación.
El precedente más claro de esta obra es Els ocells de les terres catalanes, de Joaquim Maluquer i Sostres, que en 1956 inició la serie de libros sobre las aves hechos por catalanes. Un ejemplo es la guía de campo que publiqué junto a Francesc Jutglar (Planeta, 1999), y otro, la de Estrada, Jutglar & Llobet (Lynx, 2010).
Las descripciones son extremadamente completas, incluyendo el hábitat, los requerimientos alimentarios, las épocas en que se encuentran y la distribución, movilidad, regularidad, sedentarismo… así como los últimos datos conocidos de Cataluña, de forma que queda muy claro «dónde» y «cuándo» son más fáciles de ver. Encontraréis los índices de abundancia y fenología de manera integrada en unos curiosos esquemas muy fáciles de entender en forma de «telaraña». Especialmente detallado es el apartado de comportamiento y reproducción.
El gran valor de esta obra es el rigor y exhaustividad con la que los autores tratan virtualmente todos los aspectos que pueden tener alguna relevancia en la identificación. No obstante, el lector encontrará aspectos muy poco –o nada– habituales, como términos de argot ornitológico y datos de longevidad que ayudan a contestar la pregunta que tantas veces nos hacemos sobre cuántos años vive una determinada ave.
Una agradable sorpresa es que el aficionado dispondrá de amenas explicaciones sobre los nombres populares, la relación con los hombres a través de la historia y las tradiciones populares. Además, incluye un aspecto que no había visto nunca: el origen del nombre científico, es decir, la etimología y su significado cuando procede, e incluso cómo se pronuncia, lo que irá muy bien para eliminar malos hábitos fonéticos.
En definitiva, estoy encantado de haberla prologado porque se trata de una obra que interesará tanto al aficionado como al experto, pues cumple con creces todos los requisitos de una buena guía; pero va más allá: no se queda en el «ya sé poner nombre a lo que estoy viendo», sino que lo complementa con informaciones interesantísimas sobre la especie, lo que hace que tengamos ganas de continuar observando su comportamiento.
