Vavílov en España, de Pablo Huerga Melcón

Recordando a Vavílov

vavilov

Rema y Vive editorial, 2023. 287 páginas.

Nikolái Ivánovich Vavílov (1887-1943) fue uno de los grandes genetistas del primer tercio del siglo xx y, por desgracia, le tocó vivir los años más dramáticos de ese siglo. Aun así, tuvo una carrera de éxito y de importantes aportaciones a la ciencia, pero, a partir del verano de 1927, su enfrentamiento con Trofim Denisovich Lysenko (1898-1976), protegido de Stalin, tuvo consecuencias fatales.

El enfrentamiento entre Vavílov y Lysenko es uno de los casos paradigmáticos de hasta dónde puede llegar la colisión entre ciencia e ideología. Vavílov fue el introductor en Rusia de la genética mendeliana, después de haber pasado un tiempo estudiando con William Bateson (1861-1926) en el Plant Breeding Institute de Cambridge y en la John Innes Horticultural Institution de Merton en 1913. Cuando regresó a Rusia, en 1916 se incorporó al Instituto de Agricultura de Moscú, lo que le dio la oportunidad de recorrer, durante la Primera Guerra Mundial, la región montañosa fronteriza entonces entre Rusia, Turquía y Persia, y recoger semillas de variedades locales de varios cereales. Observó que muchas de estas variedades eran resistentes a determinadas enfermedades, aunque menos productivas de grano. De esta experiencia y de sus conocimientos de genética, resultó un plan de aprovechamiento de la variabilidad natural de las plantas cultivadas para obtener híbridos que reunieran las cualidades positivas de las variedades madre y, sobre todo, que fueran más resistentes a condiciones adversas. Esto le llevó a viajar por todo el mundo para reunir el primer banco de semillas de la historia.

En uno de estos viajes, en verano de 1927, Vavílov visitó España: pasó por Madrid, el País Valenciano (en particular, por la estación arrocera de Sueca), Andalucía, Castilla y León –donde visitó la Granja Agrícola de Valladolid, la Tierra de Campos y el Bierzo–, Galicia (los Ancares), Asturias –donde recorrió montañas y valles en búsqueda de variedades autóctonas de escanda–, Cantabria, Navarra y Guipúzcoa, y también llegó a Portugal.

El libro recoge fielmente el itinerario de Vavílov y, de paso, presenta a sus interlocutores y acompañantes en cada etapa, ofreciendo así un retrato del estado de la genética y de la agronomía en la España de hace un siglo. Pero también da una imagen de la vida y los logros de Vavílov, y de su caída en desgracia en los años más oscuros del estalinismo.

Precisamente, mientras recorría España en busca de muestras y semillas de plantas de cultivo tradicional, sobre todo la escanda (Triticum turgidum ssp. dicoccoides), se comenzaba a fraguar en Rusia la conspiración que acabaría por costarle la vida. Lysenko, con el apoyo de Stalin en sus ataques a la «genética burguesa mendeliana», de la que Vavílov era el máximo exponente en la URSS, y defendiendo una pretendida «genética proletaria», calumnió a Vavílov acusándole de «enemigo de clase». Entre 1936 y 1938, Vavílov fue perdiendo todos sus apoyos y muchos de sus colaboradores. Por último, en 1940, acusado por Lysenko de «reaccionario, burgués, idealista y formalista», fue destituido de todos sus cargos, detenido por el KGB, torturado, procesado y condenado a muerte.

© Mètode 2024 - 120. Ciencia a diestro y siniestro - Volumen 1 (2024)
Biólogo e historiador de la ciencia (Barcelona). Seminario de Historia de la Ciencia Joan Francesc Bahí. Fundación privada Carl Faust. Ex-presidente de la Societat Catalana d’Història de la Ciència i de la Tècnica (IEC).