El 2009 se cumplían setenta años del fin de la Guerra Civil y la revista Mètode dedicó un monográfico a una de las consecuencias que la victoria de Franco tuvo en la ciencia española: el exilio forzado de científicos e intelectuales a países de nuestro entorno como Francia o Reino Unido o a sudamericanos como Venezuela o México. Para este número, Mètode contó con la colaboración del artista plástico Antoni Miró (Alcoi, 1944), autor de la portada y los separadores interiores.
Con su habitual realismo y compromiso, el artista alcoyano quiso representar la tragedia que significó el exilio a través de los barcos que transportaban a los republicacions hacia sus países de acogida como hilo conductor. El Stanbrook, el Sinaia, el Massilia se convierten así en el símblo del exilio forzado después del final de la guerra.
Artista de proyección internacional, Antoni Miró recibió en 2008 la Medalla al Mérito en Cuba, además del Premio Octubre en Valencia por su trayectoria. Antoni Miró diseño el monolito en recuerdo de los fusilados por el franquismo que se inauguró el mismo año de publicación del monográfico, en 2009, en el cementerio de Paterna (Horta Nord), donde se calcula que hay enterradas más de 2.000 víctimas de la dictadura.
