La ciencia nos permite entender el mundo donde vivimos. Siglos de investigación nos han llevado a conocer nuestro lugar en el universo, y también nos han descubierto un misterio quizás todavía más fascinante: cómo funciona este organismo que nos contiene e, incluso, por qué se estropea. En este campo, como en muchos otros, hemos pasado de contemplar las maravillas de la naturaleza a poder cambiarlas.
La misión de la medicina siempre ha sido luchar contra las leyes de la biología para alargar la calidad y la cantidad de vida que nos queda. Pero estamos en el siglo XXI, en plena era postgenómica, después de haber conseguido leer las instrucciones genéticas que nos hacen humanos, y la medicina, reconvertida ahora en biomedicina y actuando como nodo central de un puñado de disciplinas científicas, se está planteando nuevos retos. Ya no se trata solo de aumentar al máximo la salud, sino de redefinir la humanidad. Hemos conseguido desarrollar las herramientas no tan solo para curar enfermedades, sino también para mejorar nuestros cuerpos sanos. Ahora falta decidir cómo las tenemos que utilizar.
Los autores de ciencia ficción hace tiempo que imaginan cómo podrían ser los posthumanos, el siguiente paso en nuestra evolución, organismos esculpidos no por milenios de selección natural, sino por la ciencia. Ahora, con la ayuda de la genética, la robótica y la química, finalmente estamos en disposición de cruzar la frontera. Los futuros más fantásticos se pueden convertir en realidad, incluso los distópicos, por eso es importante que, cuanto antes mejor, se abra un diálogo donde todos podamos discutir la manera de encarar el reto del transhumanismo, el movimiento imparable que pide mejorar nuestros cuerpos con toda la tecnología que tenemos al alcance.
Esta monografía quiere explorar el tema desde varios ángulos y así proporcionar argumentos para poder participar en el que quizás será el debate más trascendente de nuestra historia. Preparémonos para dar la bienvenida a los humanos del futuro.