Raramente la pseudociencia trata el tema de la formación de las estelas que a veces los aviones trazan en el cielo. Generalmente estas estelas han estado en el punto de mira de teorías de la conspiración antes que de la pseudociencia en sí misma.
Como conjunto de ideas pseudocientíficas, la pseudopsicología clínica muestra la peculiar característica de constituir toda una tradición paralela a la psicología, con numerosas ramificaciones y desarrollos teóricos y prácticos interrelacionados.
La pseudociencia (falsa ciencia) y la ciencia basada en estudios defectuosos y sesgados (mala ciencia) producen conocimiento falso o incierto, sin pruebas o con evidencias de baja calidad. Ambas representan un riesgo para la salud.
La medicina alternativa tiene una gran prevalencia social, promovida por grupos bien organizados que han desarrollado una retórica rebuscada para justificarse frente a la ausencia de pruebas. Este artículo analizará algunos de estos argumentos.
Tanto los problemas científicos como los filosóficos que plantean las pseudociencias arquetípicas, como la astrología y el creacionismo, son bastante conocidos. No obstante, la mayoría de campos de investigación tienen áreas controvertidas que levantan sospechas de negligencia intelectual sistemática.
En este artículo aplicamos un enfoque epidemiológico para exponer los rasgos típicos de la pseudociencia y la persistente popularidad de la que gozan. La epidemiología de la pseudociencia intenta explicar por qué algunas creencias logran una amplia distribución mientras que otras no, y por tanto busca identificar qué factores desempeñan un efecto causal en esta configuración.
La ciencia es una práctica de investigación de los hechos, pero hay muchas otras actividades de este tipo que aplican los mismos patrones de razonamiento para conseguir información lo más fiable posible en cuestiones empíricas.
La pseudociencia es un subproducto del prestigio de la ciencia como empresa social y como medio de obtención de conocimiento. Su carácter es inherentemente negativo, dado que, por definición, la pseudociencia es un fraude intelectual consistente en productos, prácticas o ideas ajenas a la racionalidad científica que,
Mètode se suma a este esfuerzo en favor de la evidencia científica con su número 95: El engaño de la pseudociencia, coordinado por el filósofo de la Universitat de Valencia Angelo Fasce.
«La pseudociencia es un subproducto del prestigio de la ciencia como empresa social y como medio de obtención de conocimiento. Su carácter es inherentemente negativo, dado que, por definición, la pseudociencia es un fraude intelectual». Así empieza el monográfico del número 95 de Mètode, coordinado por Angelo Fasce.