Alcaloides del tropano y etnobotánica histórica

La detección de atropina y escopolamina en unas galletas sin gluten activó los mecanismos de seguridad alimentaria de la Unión Europea el pasado mes de julio. No obstante, estos alcaloides del tropano tienen usos populares en el Mediterráneo occidental desde la prehistórica. Mucho antes de que se oyera hablar de drogas de sumisión química o que se difundiera la palabra antillana burundanga para denominar la escopolamina, extraída de la Brugmansia arborea (floripondio o trompeta de ángel).

La alerta de unas galletas

La página web de la Agencia de Salud Pública de Cataluña del Departamento de Salud de la Generalitat (ASPCAT), recoge la noticia, con fecha del 10 de julio de 2023, que había notificado a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) mediante el Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) una alerta relativa a la presencia de atropina y escopolamina en un lote de galletas sin gluten con perlas de chocolate, como resultado del autocontrol de la empresa francesa Gerblé, con el fin que se verificara la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización de todo el Estado español.

La misma Agencia de Salud Pública de Cataluña recoge cada mes el número de alertas notificadas a través del Sistema de alerta rápida para alimentos y piensos europeo (RASFF). Las alertas del RASFF de los meses de mayo y junio de 2023 sobre biocontaminantes, ya sea bajo el nombre genérico de alcaloides del tropano o, directamente, escopolamina y atropina, parecen estar sobre todo relacionadas con el uso de las semillas de tef, planta asimilable a los cereales en la producción de alimentos aptos para celíacos. La harina de tef constituía un 13,5 %de los ingredientes incluidos en las galletas retiradas del mercado.

Tef

El tef (Eragrostis tef) es una planta herbácea planta asimilable a los cereales en la producción de alimentos aptos para celiacos. En junio de 2023, se activaron los mecanismos de alerta sanitaria en Cataluña por la presencia de atropina y escopolamina en unas galletas sin gluten de la marca francesa Gerblé, que contenían un 13,5% de harina de tef. La biocontaminación en cultivos como el tef parece producirse cuando se cosechan conjuntamente las malas hierbas con la especie cultivada. / Rasbak

Contaminación alimentaria por alcaloides del tropano

Los alcaloides derivados del tropano son un grupo de 200 compuestos sintetizados por numerosas plantas de las familias de las solanáceas (especialmente de los géneros Atropa, Datura y Hyoscyamus, por lo que respecta a la escopolamina y la atropina), las brasicáceas (en cuanto a la coclearina y a la tropina) y las eritroxiláceas (por lo que respecta a la catuabina y la cocaína).

La Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA), una área especializada dentro l’ASPCAT, difunde a través de su boletín que las substancias motivo de alerta se suelen ingerir a causa del consumo de alimentos contaminados, ya que las semillas de la belladona (Atropa belladonna), el estramonio (Datura stramonium) o el beleño negro (Hyoscyamus niger) se han encontrado como impurezas en diversos cultivos agrícolas para uso humano y animal, como ahora los de cereales o pseudocereales (tef, maíz, mijo, trigo sarraceno, sorgo), legumbres y semillas oleaginosas (girasol). Los productos se contaminan cuando se recogen conjuntamente las malas hierbas con la especie conreada. La contaminación puede limitarse mediante el uso de herbicidas a lo largo del cultivo o, más tarde, mediante la separación mecánica de las semillas, siempre que sean de un tamaño más pequeño que el del grano recogido. En concreto, detalla que las semillas de estramonio, que muestra una amplia difusión en las regiones temperadas y tropicales, no pueden eliminarse con facilidad mediante selección y limpieza.

El documento más reciente que fija los límites máximos para la contaminación por alcaloides del tropano en alimentos es un reglamento de la Comisión Europea del 25 de abril de 2023. Entre estos, solo la atropina y la escopolamina tienen importancia como contaminantes alimentarios a escala europea.

Farmacología, medicina y efectos agudos

De hecho, los alcaloides detectados en las galletas tendrían una utilidad farmacológica. Los usos de la atropina en el ámbito médico se encuentran en la cirugía, como anestésico, en cardiología y oftalmología, y como antídoto en el envenenamiento por causa de organofosforados. En cuanto a la escopolamina, actúa como depresor del sistema nervioso central e induce al sueño. Al consumo involuntario de ambos alcaloides podrían asociarse efectos más o menos agudos correspondientes al síndrome tóxico anticolinérgico: la visión borrosa acompañada de midriasis (dilatación anormal de la pupila), boca y mucosas secas, estados psicotomiméticos de diversa intensidad, pérdida de memoria, sedación y dificultades para el habla, disminución de la sudoración, enrojecimiento y calentamiento de la piel y taquicardia. No tienen efectos crónicos porque no se acumulan en el organismo ni tiene efectos genotóxicos, pero las dosis elevadas de los alcaloides pueden causar la muerte.

Varios estudios confirman que las poblaciones del Mediterráneo occidental a lo largo de la Edad de Bronce final hacían un uso ritual y medicinal de la atropina y la escopolamina, o de la efedrina procedente de Ephedra fragilis (en la imagen). / Frank Vincentz

Uso ritual y medicinal de los alcaloides del tropano

Aun así, la ingesta de estos alcaloides no siempre es accidental. Se tiene constancia de que poblaciones que nos han precedido en la ocupación de la Mediterránea occidental a lo largo de la Edad de Bronce final (a principios del primer milenio antes de nuestra era) hacían un uso ritual y medicinal de la atropina y la escopolamina, o de la efedrina procedente de la Ephedra fragilis. Así lo ha atestado el análisis de los cabellos conservados en el contexto de un culto funerario de tres cientos años, entre 1100 y 800 a. n. e. Este se recoge en un artículo de Guerra-Doce y colaboradores publicado en Scientific Reports en abril de 2023. El estudio tan solo analiza una decena de los 210 esqueletos inhumados en la cueva menorquina de Es Càrritx a lo largo de un período más extenso, y también de otros encontrados en otros lugares de entierro de la isla que corresponden al intervalo de tres siglos. En general, el tratamiento post mortem comenzaba depositando los cuerpos en el sepulcro, cuyos cabellos se teñían de rojo. A continuación, se peinaban y cortaba algunos mechones de pelo y se introducían en contenedores alargados de madera o cornamenta, los cuales disponían de bases y tapas que sellaban su interior. En circunstancias normales ─a diferencia del caso del grupo de objetos escondidos en Es Càrritx que se han investigado─, los tubos deberían aparecer al lado de cada difunto.

Si bien la guía Plantes de Menorca (2014) clasifica Datura stramonium (estramonio o orval) com una planta exótica de naturalización localizada, la Encyclopedia of psychoactive plants (2005) la considera de origen desconocido y recoge el debate entre los botánicos que sostienen que es una planta euroasiática del área del mar Caspio y quienes defienden su origen americano (por ejemplo, l’Herbari Virtual del Mediterrani Occidental de la UIB). Significativamente, el estudio efectuado sobre los cabellos de los sujetos menorquines identifica el estramonio ─al cual califica como nativo de la isla, a diferencia de Datura inoxia─, como un candidato causal probable para el rastro químico presente en el organismo de los individuos (FALTA): en las muestras disponibles, se ha encontrado una proporción más elevada de escopolamina que de atropina, que puede corresponder al consumo de las hojas de ejemplares jóvenes de la planta. En el continente, en Andorra, ya se habían recogido restos carbonizados de D. stramonium de la Edad de Bronce Media quinientos años anteriores a los inicios del rito funerario menorquín. Pero otras plantas psicoactivas de la isla, Hyoscyamus albus y Mandragora autumnalis también contienen los alcaloides del tropano. Según fuentes etnobotánicas de Menorca, como la Flora Medicinal de les Illes Balears (2021), las hojas de Efedra actualmente se usan en diversos tratamientos. Cigarrillos preparados con D. stramonium y H. albus se han fumado como antiasmático, y las raíces de Mandragora se añadían a los bálsamos para curar el insomnio.

Los resultados presentados en un estudio publicado en Scientific Reports indican que varias plantas portadoras de alcaloides fueron consumidas por gente de la Edad del Bronce de Menorca con fines que parecen alejados de mitigar patologías; el estramonio parece haber sido una de las especies predilectas en usos y aplicaciones típicamente ejercidos por chamanes. En la imagen, detalle de un fruto del estramonio abierto, con las semillas visibles. / Agnieszka Kwiecień

Los resultados presentados en el artículo indican que diversas plantas portadoras de alcaloides fueran consumidas por gente de la Edad de Bronce de Menorca. Curiosamente, las sustancias psicoactivas detectadas en el estudio no son adecuadas para aliviar el dolor implicado en afecciones paleopatológicas graves documentadas entre la población enterrada en la cueva de Es Càrritx. Los alcaloides del tropano inducen un delirio caracterizado por una confusión mental extrema, alucinaciones fuertes y realistas, desorientación, alteración de la percepción sensorial y desorganización de la conducta.

Teniendo en cuenta la toxicidad potencial de los alcaloides encontrados en los cabellos, su manipulación, uso y aplicaciones representaban conocimientos altamente especializados que eran típicamente poseídos por chamanes. Estos sanadores y adivinos (sin especificación de sexo conocida) eran capaces de controlar los efectos secundarios de las drogas vegetales mediante un éxtasis que hacía posible el diagnóstico o la adivinación. Las decoraciones en círculos concéntricos de las tapas de los tubos que guardaban los cabellos muestran un paralelismo con el efecto de dilatación de las pupilas provocado por los alcaloides detectados en las muestras (midriasis). La aparición de formas que se pueden interpretar como ojos sería una metáfora de la visión interior, en algunos casos relacionada con estados alterados de conciencia y experiencias visionarias bajo la influencia de los alucinógenos.  Los indicios apuntan hacia el afán de conservar una colección de objetos de rituales pertenecientes a determinados miembros de la comunidad, posiblemente chamanes, en un momento de cambio social caracterizado por la transición de la etapa naviforme o pretalayótica a la talayótica.

Si tenéis interés en conocer los usos populares contemporáneos de las plantas del territorio, la obra de referencia en línea es Etnobotànica dels Països Catalans.

Para saber más

Amengual Vicens, J. C. (2021). Flora Medicinal de les Illes Balears. Edicions UIB.

Fraga Arguimbau, P., Estaún Clarisó, I., Comas Casademont, M., Cardona Pons, E. (2014). Plantes de Menorca. Consell Insular de Menorca.

Guerra-Doce, E., Rihuete-Herrada, C., Micó, R., Risch, R., Lull, V., & Niemeyer H. M. (2023). Direct evidence of the use of multiple drugs in Bronze Age Menorca (Western Mediterranean) from human hair analysis. Scientific Reports, 13, 4782.  https://doi.org/10.1038/s41598-023-31064-2

Rätsch, C. (2005). Encyclopedia of psychoactive plants: ethnopharmacology and its applications. Inner Traditions International.

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