Demasiados osos y pingüinos

Las viñetas olvidan la fauna autóctona cuando alertan de los riesgos del cambio climático

Sara Moreno, Tatiana Pina y Martí Domínguez, investigadoras e investigador de la Universitat de València, han mostrado la sobrerrepresentación de animales icónicos del cambio climático, como los osos polares y los pingüinos, en viñetas que abordan la emergencia climática. En un artículo científico, para el cual han revisado 1.022 de estas ilustraciones concluyen que, independientemente de su origen geográfico, los viñetistas suelen evitar el uso de animales autóctonos y muestran muy poca biodiversidad en sus dibujos, especialmente en cuanto a insectos y otros invertebrados.

El oso polar y el pingüino son las especies más usadas por los viñetistas de todo el mundo cuando ilustran animales en viñetas sobre el cambio climático. En cambio, la fauna autóctona se encuentra especialmente ausente en estas ilustraciones. Esta es la principal conclusión del trabajo Worlds apart, drawn together: Bears, penguins and biodiversity in climate change cartoons, publicado recientemente por Sara Moreno, Tatiana Pina y Martí Domínguez en la revista Public Understanding of Science. En el artículo se ha examinado la presencia, la tipología y el uso de animales en viñetas que tratan el cambio climático firmadas por autores de 60 países, entre los cuales se encuentra representación de los cinco continentes.

El estudio anima los dibujantes a utilizar fauna autóctona en sus ilustraciones para mejorar la comunicación sobre el cambio climático en sus viñetas, así como a representar también fauna invertebrada, dado que a pesar de ser la más abundante del planeta y la más afectada actualmente por la crisis climática, casi no aparece en las viñetas.

Además, el trabajo recomienda evitar la difusión de ideas erróneas, puesto que “se han detectado algunos errores biogeográficos graves”, alerta Sara Moreno, graduada en Biotecnología, doctoranda en Comunicación e Interculturalidad y primera firmante del artículo. Uno de estos errores es la representación del oso polar y el pingüino en un mismo ecosistema, puesto que “el oso polar vive en el Ártico, al hemisferio norte, mientras que al pingüino se lo encontrará en la Antártida y otras tierras australes, es decir, en el Hemisferio Sur”, explica la investigadora.

(De izquierda a derecha). Martí Domínguez, Sara Moreno y Tatiana Pina, autoras y autor de la investigación ‘Worlds apart, drawn together: Bears, penguins and biodiversity in climate change cartoons’.

El trabajo también alienta los viñetistas a desarrollar una comunicación sobre el cambio climático contemplando la posibilidad de un futuro que no sea exclusivamente el más temido. “Todas las viñetas estudiadas plantean un único escenario: uno en que no se ha podido evitar la peor de las consecuencias de la crisis climática”, explica Moreno. Este hecho “no deja espacio para imaginar soluciones que atenúan el problema y puede invitar al usuario de estas ilustraciones a instalarse en una posición de inmovilismo frente a la acción climática”, concluye la investigadora.

“Las viñetas pueden ser una herramienta muy útil para analizar la percepción el público sobre cualquier tema”, explica Martí Domínguez, profesor de la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación y director de la revista Mètode. Además, “las viñetas también influyen en la creación de la opinión pública, especialmente sobre aspectos de actualidad, y la cuestión climática es un ejemplo claro”, aclara el investigador.

En las ilustraciones estudiadas está muy presente el humor gráfico. “Se trata de un mecanismo muy eficiente para acercar un asunto de interés público a un gran número de potenciales lectores”, señala Domínguez. “El humor gráfico es un objeto de estudio muy interesante cuando se quieren estudiar cuestiones que implican cierta crítica social”, asevera el investigador.

Tatiana Pina, investigadora y profesora de la Facultad de Magisterio de la Universitat de València, destaca el especial esfuerzo que se tendría que hacer desde todas las instituciones, y especialmente desde las escuelas, para “incluir tanto en la educación formal como en la no formal el estudio del cambio climático y sus consecuencias”, al mismo tiempo que “se proporciona al estudiantado herramientas por saber como actuar ante esta grave crisis climática «.

Por lo tanto, el trabajo sugiere que utilizar predominantemente animales alejados del imaginario colectivo local podría producir una distancia geográfica en la percepción social del conflicto climático y, como consecuencia, reducir la motivación para tomar acciones y mitigar el problema. Por otro lado, los investigadores también alertan de la posibilidad de crear una falsa percepción de distancia temporal respecto al cambio climático si se ilustra los animales en escenarios extremadamente devastados, para insinuar que las consecuencias del calentamiento global en sus ecosistemas todavía están lejos de ocurrir.

Artículo: Moreno-Tarín et al. (2021). «Worlds apart, drawn together: Bears, penguins and biodiversity in climate change cartoons». Public Understanding of Sciencehttps://doi.org/10.1177/0963662521992508

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