En el cruce entre diversidad y evolución
20 años del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva
En 1998 nacía el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de València, un centro orientado tanto a la investigación básica como a la aplicada en estas dos grandes áreas de estudio científico. Este enfoque integrador y multidisciplinar lo han convertido en uno de los centros más avanzados de la Universidad, que actualmente cuenta con quince grupos de investigación y más de cien miembros entre investigadores en plantilla, estudiantes de doctorado y postdoctorados, y personal técnico.
El pasado viernes 26 de octubre, se celebraba en el Jardín Botánico de la Universitat de València la V Jornada Científica del Instituto Cavanilles, que recogió en el auditorio Joan Plaça a numerosos investigadores del Instituto y a otros miembros de la comunidad científica. El título de la Jornada, «20 años del ICBiBE: El cruce entre diversidad y evolución» era una declaración de intenciones acerca del programa del día: una puesta en común de los proyectos e investigaciones que se están realizando actualmente en el Instituto, así como sus resultados más relevantes.
Celebrar veinte años de excelencia
Las jornadas científicas del Cavanilles se han ido celebrando desde el año 2004 y a pesar de no hacerlo con una periodicidad fija, «siempre son un éxito», señaló Juan S. Monrós, actual director del Instituto, durante la mesa inaugural presidida por la rectora de la Universitat de València Mavi Mestre, en la que también participaba Mª José Carmona, coordinadora de la comisión de organización de esta Jornada marcada por el vigésimo aniversario del Instituto.
La ronda de intervenciones la inició Mª José Carmona, catedrática de Ecología de la Universitat, que quiso destacar la alta representación de los investigadores más jóvenes en la Jornada, no solo en las dos sesiones de conferencias programadas por la mañana y la tarde, sino también en la exposición de pósteres científicos que se llevó a cabo en el espacio del Umbracle en el Jardín. Por su parte, Juan S. Monrós, profesor de Ecología de las poblaciones, se centró en los retos de futuro del Instituto. Según afirmó, alcanzar la «excelencia científica» es el objetivo primordial del Instituto Cavanilles, objetivo que requiere «atraer talento joven», algo que solo se logra ofreciendo «las mejores condiciones de trabajo». Mencionó así la necesidad de contar con espacios y equipamientos óptimos para llevar a cabo diferentes investigaciones, así como con personal técnico de apoyo a la investigación.
La rectora de la Universitat, Mavi Mestre, recogió las palabras del profesor Monrós y reiteró su apoyo al Instituto y sus proyectos, que calificó de «necesarios para la comunidad científica y para la sociedad». En este sentido, también elogió a los participantes y a los organizadores de unas jornadas que servían para «compartir conocimiento» y para poner encima de la mesa tanto lo que ya se ha conseguido como lo que aún queda por alcanzar. «Me gusta conocer los retos [de la Universidad], pero también los resultados positivos» afirmó.
Hanna Kokko, protagonista de la Jornada
La V Jornada Científica del Instituto Cavanilles contó, entre otras novedades, con una conferencia plenaria como punto de partida. El honor recayó en Hanna Kokko, profesora de Ecología Evolutiva de la Universidad de Zúrich y experta en modelos matemáticos aplicados al análisis de sistemas biológicos.
«La vida es maravillosamente diversa», afirmó Hanna Kokko al inicio de su intervención, titulada The tension between generality and diversity: what makes biology so cool (“La tensión entre la generalidad y la diversidad: qué hace que la biología sea tan guai”). «Si queremos hallar respuesta a las grandes preguntas –por ejemplo, ¿por qué se da el sexo?– debemos entender primero las cosas pequeñas, irregulares». El resto de la conferencia giró alrededor de cuestiones como el coste del sexo para la vida y los aspectos evolutivos implicados, así como los estudios llevados a cabo por su grupo de investigación para encontrar modelos «más realistas» de las estrategias reproductivas de distintos organismos. La conclusión fue que el estudio de las «rarezas» es el que lleva a las leyes generales y por eso es necesario aceptar y «abrazar» la diversidad.
En declaraciones para Mètode, Mª José Carmona resaltó la satisfacción de todo el equipo con la presencia de Hanna Kokko y con su ponencia, que calificó de «éxito». Para esta conferencia plenaria se habían barajado distintos nombres, entre ellos el de Hanna Kokko. «Queríamos a alguien que trabajara también en esta encrucijada entre biodiversidad y evolución», explicó la profesora Carmona, y la casualidad quiso que la misma Hanna Kokko solicitara al profesor Eduardo García, miembro del grupo de ecología evolutiva del Cavanilles, que participara en la evaluación de una tesis doctoral de una de sus estudiantes. A partir de ahí se gestionó la invitación de la ecóloga finlandesa, que se mostró «entusiasmada» por participar desde el primer momento.
El resto de la Jornada transcurrió con una serie de conferencias de los investigadores del Cavanilles de unos quince minutos de duración, seguidas de un turno de preguntas. Todos los participantes hicieron el esfuerzo de integrar ambas perspectivas, biodiversidad y evolución, en su intervención, ya que el objetivo de la comisión de organización era precisamente que esta Jornada fuera «representativa de este cruce de caminos que tenemos en el Instituto», en palabras de Mª José Carmona. «Muchas veces no encontramos el momento de compartir resultados, de buscar áreas de contacto entre los grupos del Instituto. Esta es una buena ocasión para hacerlo, en un ambiente más relajado y en un lugar tan bonito como es el Botànic», concluyó.
«Juan S. Monrós, director del Instituto Cavanilles, destacó como uno de los retos de futuro el atraer talento joven»
Nuevos horizontes para el Cavanilles
Como ya había hecho durante su intervención en la mesa inaugural, Juan S. Monrós también compartió con Mètode los retos de futuro del Cavanilles. Además de la atraer talento joven, el profesor Monrós señaló la internacionalización del Instituto hacia territorio inexplorado. «Tenemos relaciones con universidades europeas y norteamericanas, pero creo que tenemos que ir yendo también hacia nuestros “hermanos”, los latinoamericanos. Allí hay un mundo de posibilidades científicas». Por otro lado, ante la cuestión sobre si el trabajo realizado en el Instituto Cavanilles llega al público general, el profesor Monrós reconocía que quizás «no llega lo suficiente». Si bien señaló que se trata de una tarea pendiente, también destacó que determinados grupos sí que se esfuerzan en hacer llegar sus investigaciones al público, incluso con intervenciones en radio y televisión.
Bautizado en homenaje al ilustre botánico y naturalista Antoni Josep Cavanilles, en estos veinte años el Instituto Cavanilles se ha consolidado como elemento clave de la investigación científica de la Universitat de València. En palabras de Juan S. Monrós: «Empezamos con un nivel que, no solo hemos mantenido, sino que día a día hemos ido aumentando. Todas las charlas de hoy así lo demuestran. Lo que hemos de hacer es seguir mejorando».