Desmitificando el lobo

Tradicionalmente, se ha presentado al lobo como el enemigo del hombre, el gran depredador que nos acecha en el bosque para atacarnos. Por eso se le ha odiado y perseguido desde siempre. Los pocos casos de ataques a hombres han servido para justificar matanzas masivas y la depredación sobre el ganado ha provocado la persecución continua hasta hacerlo desaparecer de la mayor parte del territorio ibérico. Durante siglos se le consideraba no solo pieza cinegética, sino una alimaña que se tenía que matar, y se premiaban económicamente los trofeos de los cazadores.

portada llibre llop Vicent Urios

Eto-Ecología de la predación del lobo (‘Canis lupus signatus’) en el noreste de la península Ibérica, de Vicente Urios (publicado por Editorial Quercus, Barcelona, 2018. 18 × 26 cm, 330 páginas).

Pues bien, la mejor manera de combatir esta idea tan exagerada es profundizar en el conocimiento de la vida real del lobo, en su comportamiento y en la relación con el entorno. Y eso es lo que hizo Vicent Urios en su tesis doctoral, dirigida por el Dr. Javier Castroviejo y defendida en la Universitat de Barcelona. El libro que ahora presentamos da a conocer los resultados de la investigación.

El autor colocó radiotransmisores en seis lobos de las provincias de Zamora y León entre 1988 y 1990 y estudió la alimentación, la actividad, el uso del espacio, la estructura social de las manadas y lo más polémico: las relaciones con el hombre. Averiguó que la presa más importante del lobo era el corzo (Capreolus capreolus), con cerca del 50 % de la biomasa consumida. El resto eran ungulados, silvestres o domésticos, pero la predación sobre el ganado vivo fue escasa. De hecho, los cadáveres abandonados en el campo representan el 30 %. Esto es importante, porque cuando se hacen estudios de contenido estomacal estos pueden llevar a la falsa conclusión de que ha sido un rebaño atacado por los lobos.

La mayoría cazan de las 22 a las 24 h, y en el 25 % de desplazamientos de jornada entera vuelven a su punto de partida, la mitad por el mismo camino y la otra mitad con una trayectoria más o menos circular. Una de las conclusiones más interesantes es que hay una cierta especialización en cada grupo de caza, es decir, un tipo de «cultura». Por ejemplo, los hay que persiguen sobre todo jabalíes, mientras que otros, no. Esto demuestra la importancia de la enseñanza a los cachorros por parte de los padres.

Esperemos que todo ello contribuya a eliminar la imagen de enemigo del ser humano, tan arraigada que incluso aparece en los cuentos infantiles, como Caperucita Roja. Curiosamente, actualmente se sabe que el perro, considerado «el mejor amigo del hombre», pertenece a la misma especie que su variante salvaje.

Al final del libro hay 30 páginas repletas de fotos que ilustran muy bien cómo fue la investigación. A pesar de no ser una obra dirigida al gran público, es de lectura fácil y muy recomendable para todo aquel que quiera saber más sobre una de nuestras especies más emblemáticas.

© Mètode 2020 - 105. Estándares - Volumen 2 (2020)
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Doctor en Ecología y Evolución, escritor, profesor y fotógrafo de naturaleza (Barcelona).