«Panses a l’ombria del Benicadell» de Carles V. Fuster Montagut
Memoria de la pasa en La Vall d’Albaida
La historia de la economía valenciana estuvo marcada en los siglos XIX-XX por la exportación de productos agrícolas como la naranja, el arroz o la pasa. Es conocida la dedicación de miles de familias de La Marina y La Safor, hasta mediados del siglo XX, a la producción familiar de pasa de uva moscatel en secaderos (donde se escaldaba en calderas y se extendía al sol) y riuraus anexos: soportales donde resguardar los cañizos extendidos en la era en caso de lluvia. Pues bien, esta labor agrícola, de gran interés etnográfico, también se desarrolló en la parte oriental de La Vall d’Albaida: en Terrateig, Montitxelvo, Benicolet, Llutxent, Aielo de Rugat y Rugat.
Lo revela y lo ejemplifica, con profusión de detalles etnográficos y de recursos gráficos, el libro Panses a l’ombria del Benicadell. Riuraus i sequers a la Vall d’Albaida, publicado por la Institució Alfons el Magnànim. Se trata de una obra del investigador Carles V. Fuster Montagut que fue ganadora del IX Premi d’Investigació del Institut d’Estudis de la Vall d’Albaida, en 2012. El estudioso, licenciado en Historia, máster en Gestión del Patrimonio Cultural, se ha especializado en la historia de la cultura de la pasa y destaca por el activismo en la recuperación del patrimonio asociado al sector, especialmente los riuraus. Ha impulsado la creación de revistas, asociaciones y muestras etnográficas, como la Festa de l’Escaldada en La Vall d’Albaida, de celebración anual, a la cual reserva un espacio en esta publicación.
Prologado por el catedrático de filología catalana Antoni Ferrando (hijo de Benicolet), el libro explica el proceso de escaldado y las raíces históricas de la actividad, que se remontan a la atzebib o uva secada al sol del tiempo de al-Ándalus. De los moriscos y las cartas de poblamiento del siglo xvii, pasando por la crisis de la filoxera (1910), llegamos al 1972: el último año en que se escaldó en La Vall con finalidad comercial. El recorrido histórico, sólidamente documentado, combina datos bibliográficos y de archivo, descripciones etnográficas y canciones y refranes recogidos oralmente.
Capítulo a parte merece la arquitectura de la pasa: los riuraus arqueados, que proliferaban antaño en la comarca. Se estudia, con dibujos ilustrativos y abundante material fotográfico, el procedimiento y el espacio de la producción de la pasa, donde se introdujeron incluso estufas para acelerar el proceso de secado. El lector dispone de un catálogo de los veinticinco riuraus valldalbaidinos mejor conservados. Viene después un capítulo en el que se insiste en la necesidad de preservar los riuraus para las nuevas generaciones y transformarlos en espacio de encuentro comunitario; de memoria de una tarea familiar muy añorada por nuestros mayores. No en vano, la antigua «cultura de la pasa», conmemorada cada año gracias al esfuerzo del autor y de otros vecinos de la comarca, atesora en sí valores múltiples: sociales, históricos, arquitectónicos, etnológicos, pedagógicos, turísticos, gastronómicos… Se cierra la obra con una compilación bibliográfica, un apéndice documental y un dosier etnográfico y fotográfico. Es un libro muy documentado, pues, pero escrito con vocación divulgativa. Imprescindible para los amantes de las tradiciones del campo valenciano.