Automatización y robótica para el bienestar social

Retos para el sur global y cuestiones de política tecnológica

DOI: 10.7203/metode.9.12222

Las tecnologías de robótica y automatización e inteligencia artificial tienen un inmenso potencial para hacer frente a muchos de los retos sociales incluidos en los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas. Tienen el potencial no solo de aumentar el nivel de vida en los países desarrollados, sino también de aumentar la calidad de vida de lo que se conoce como «sur global». Este artículo discute los retos subyacentes y las cuestiones de política tecnológica relacionadas con la implantación de tecnologías emergentes en economías desarrolladas o en desarrollo. Se exponen varios ejemplos e implementaciones realizadas en colaboración con activistas humanitarios, investigadores y desarrolladores y organizaciones profesionales de todo el mundo.

Palabras clave: robótica humanitaria, vehículos aéreos no tripulados, monitorización medioambiental, política tecnológica, consideraciones éticas, legales y sociales.

Introducción

En su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la ONU ha identificado diecisiete objetivos de desarrollo sostenible para erradicar la pobreza y promover la paz poniendo el foco sobre la educación, la igualdad de género y el empleo. En los próximos años, antes de lo que podríamos pensar o nos gustaría admitir, las tecnologías de robótica y automatización y de inteligencia artificial humanitarias tendrán un papel cada vez más importante en el desarrollo global, particularmente para las economías en desarrollo.

«Las tecnologías de robótica y automatización humanitarias tendrán un papel cada vez más importante en el desarrollo global»

En el contexto de este artículo, las tecnologías de robótica y automatización e inteligencia artificial humanitarias son aquellas que tienen el potencial de transformar y tener un impacto positivo en la vida de diferentes grupos de todo el mundo al abordar algunas de las necesidades no resueltas más urgentes de la humanidad y aumentar así la calidad de vida. En la opinión del autor, la mayoría de los proyectos pasados y presentes en la investigación y el desarrollo de la automatización y la robótica se centran directamente en incrementar el nivel de vida de los países desarrollados en los que la vivienda, el agua corriente, el transporte, las escuelas o incluso el acceso a la sanidad, por mencionar algunas cuestiones, se dan por sentado. La robótica y la automatización humanitarias, por otro lado, puede marcar la diferencia en la vida de la gente aliviando su sufrimiento en momentos de necesidad, como durante desastres naturales o provocados por las personas, o en grupos de población en los que no están aseguradas las necesidades humanas básicas, para mejorar así su calidad de vida y no solo su nivel de vida1.

Muchos de los marcos teóricos que fundamentan las tecnologías de robótica y automatización actuales están suficientemente maduros y han sido ampliamente aceptados por la comunidad académica después de pasar por rigurosos procesos de revisión por pares. No obstante, al ponerlos en práctica, muchos revelan su fragilidad y falta de robustez, como demostró el caso del vertido de la plataforma Deep­water Horizon en el golfo de México o el desastre nuclear de Fukushima Daiichi. Para determinar la efectividad de las aplicaciones tecnológicas de la robótica y la automatización y la inteligencia artificial en beneficio de las comunidades en desarrollo o subdesarrolladas (lo que se conoce como «sur global»), es necesario trabajar de cerca con estas comunidades. Es importante que las soluciones que se creen sintonicen con las necesidades de los beneficiarios para asegurar su sostenibilidad.

Els sistemes aeris no tripulats o vehicles aeris no tripulats, habi­tualment coneguts com a «drons», van desenvolupar-se per a ús militar, però avui dia s’utilitzen cada vegada més en aplicacions de caire civil i en diversos àmbits, des del monitoratge ambiental fins a l’oci particular. / Pixabay

Foro en Automatización y Robótica para la Tecnología Humanitaria (RAS-SIGHT)

RAS-SIGHT2 se formó en otoño de 2012 para acercar a investigadores, desarrolladores y otros interesados para que colaboren en actividades humanitarias en las que la robótica y la automatización pueden tener un papel clave en la mejora de la calidad de vida de gente de todo el mundo, incluyendo todas las regiones que abarca el Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (IEEE por sus siglas en inglés). Esto se está llevando a cabo aprovechando las tecnologías existentes y emergentes para el beneficio de la humanidad, ofreciendo un foro para la discusión y ejecución de proyectos e ideas en colaboración con las comunidades y los socios globales.

Las actividades de RAS-SIGHT se circunscriben en general a plantear proyectos y desafíos. Los desafíos pretenden hacer avanzar la vanguardia de la robótica y la automatización y proporcionar una plataforma para que los investigadores y desarrolladores participen en un entorno grupal para afrontar problemas de índole humanitaria. Los proyectos facilitan que las comunidades y las organizaciones asociadas trabajen en estrecha colaboración con los investigadores en robótica y automatización para elevar la calidad de vida de los residentes en comunidades de todo el mundo. Cabe señalar que estos proyectos no se centran exclusivamente en dar soluciones tecnológicas, sino que, para garantizar un impacto duradero, tienen en cuenta también factores importantes como las limitaciones culturales, políticas y socioeconómicas.

Sirvan como ejemplo dos proyectos recientes de RAS-SIGHT: el primero de ellos está relacionado con la gestión de enfermedades infecciosas (como el ébola). Uno de los aspectos más importantes es garantizar la seguridad del personal que entra en contacto con el virus durante los tratamientos clínicos. Un grupo de investigadores de la Universidad Northeastern (Estados Unidos) han desarrollado un sistema para transferir los datos epidemiológicos desde las instalaciones de atención primaria donde se realiza la recolección de la muestra al lugar donde se analiza. Para superar las dificultades asociadas al proceso de seguimiento de las muestras de sangre, crearon un sistema de bajo coste en el que los datos epidemiológicos se codifican directamente en los viales de la muestra. Como la máquina puede leer los viales, la introducción de datos es automática. Además, crearon un prototipo que utiliza GPS y tecnología móvil para facilitar el seguimiento remoto de las muestras en tránsito desde el punto de atención primaria hasta las instalaciones de análisis (Wonsick, Mehegan y Padir, 2016).

«Los drones pueden tomar imágenes de alta resolución para producir modelos en 3D de zonas peligrosas sin arriesgar vidas humanas»

El segundo proyecto está destinado a ayudar a las personas con problemas de movilidad en Bolivia. Según la Organización Mundial de la Salud, las personas con problemas de movilidad representan un 10 % de la población del país. El limitado sistema de sanidad de Bolivia no puede hacerse cargo de las necesidades de este grupo específico. Los investigadores de la Universidad Privada Boliviana han desarrollado una prótesis de rigidez variable que puede suplir algunas de las funciones que el usuario ha perdido. Desarrollaron un mecanismo que permite al usuario regular la rigidez con una mano, mientras que un movimiento de la muñeca activa el agarre. El prototipo tiene tres dedos pasivos. Han diseñado un mecanismo de agarre de rigidez variable compuesto únicamente de elementos impresos en 3D, por lo que los costes de producción son bajos. También se han desarrollado dos controladores mioeléctricos diferentes que permiten utilizar servomotores estándar para emular actuaciones de rigidez variable (Tapia, Urquidi y Pakleppa, 2018).

Robótica para desminar

Una de las actividades más notables de RAS-SIGHT ha sido la creación del Desafío de Robótica y Tecnología Humanitaria (HRATC por sus siglas en inglés), centrado en la detección de minas terrestres en zonas asoladas por la guerra. Según el Servicio de Acción contra las Minas de las Naciones Unidas3, las minas terrestres matan entre 15.000 y 20.000 personas al año (niños en su mayoría) y mutilan a muchísimas más en 78 países. El desminado cuesta entre 300 y 1.000 dólares por mina y, por cada 5.000 minas retiradas, muere una persona y dos resultan heridas. Resulta evidente que limpiar regiones de minas terrestres después de un conflicto es una tarea difícil, arriesgada, peligrosa y costosa, con implicaciones sociales enormes para los civiles.

El objetivo global del HRATC es desarrollar soluciones robóticas fiables para detectar minas terrestres y artillería sin explotar, especialmente en comunidades en las que, debido a estos explosivos, las personas viven con miedo de resultar heridas o incluso perder la vida. En consecuencia, estas comunidades tienen acceso reducido a las tierras de cultivo, lo que limita seriamente su sustento. Aunque existen otras soluciones, son prohibitivamente caras y no son prácticas para los países en vías de desarrollo, donde están enterradas la mayoría de estas minas. Desde el principio, el HRATC se ha centrado en el desarrollo de soluciones económicas y sostenibles para estas comunidades (Madhavan et al., 2014; Madhavan et al., 2015; Prestes et al., 2016).

Desminar és una tasca perillosa i cara: extraure una mina pot costar entre 300 i 1.000 dòlars i per cada 5.000 mines retirades manualment, mor una persona i dues més en resulten ferides. El Repte de Robòtica i Tecnologia Humanitària del fòrum RAS-SIGHT obre la participació a estudiants i investigadors de tot el món perquè ajuden en el desenvolupament de programari lliure i obert per a la detecció fiable de mines terrestres. En la imatge superior, una sessió d’entrenament de l’exèrcit nord-americà a soldats armenis perquè aprenguen a desminar. A la dreta, el robot Pioneer P3-AT, la plataforma en què els participants havien de provar els seus projectes a l’edició de 2017 de la competició. / Departament de Defensa de EU; RAS-SIGHT / HRATC 2017

Los objetivos primarios del desafío son: 1) desarrollar un software libre y abierto para la detección fiable y robusta y la clasificación de minas terrestres, así como su posterior eliminación; 2) inspirar, estimular y educar a investigadores y estudiantes sobre los beneficios de adoptar tecnologías de robótica y automatización para el beneficio de la humanidad, y 3) proporcionar una plataforma para el intercambio de ideas sobre cómo afrontar necesidades globales urgentes mediante tecnologías de robótica y automatización.

La primera edición del HRATC se lanzó en 2014 con un desafío centrado en la promoción del desarrollo de nuevas estrategias para la detección autónoma de minas terrestres utilizando robots móviles (terrestres). Las estrategias empleadas por los equipos participantes se evaluaron de manera cuantitativa y objetiva de acuerdo a los siguientes criterios: tiempo de exploración y cobertura ambiental; calidad de la detección y la clasificación (por ejemplo, cuando se detecta un objeto metálico, se debería clasificar correctamente como mina o como un objeto distinto); y si el robot esquiva o no las minas (durante la navegación, debería evitar pasar sobre estas).

El desafío se desarrolla en tres fases: 1) fase de simulación, 2) fase de pruebas y 3) fase de desafío. Los equipos van siendo eliminados después de cada fase y los restantes pasan a la siguiente, que culmina en la fase de desafío (la final). Cabe señalar que los equipos no tienen que comprar o construir un robot equipado con sensores ni desarrollar el software que lo acompañe. Cada equipo puede participar de forma remota en cada fase. El HRATC es el único programa de detección de minas que ofrece a participantes de todo el mundo acceso gratuito a las últimas plataformas robóticas y sensores, con lo que promueve la educación de los especialistas en robótica de los países en vías de desarrollo mediante herramientas avanzadas. Como resultado, se ha bajado la barrera de entrada para estudiantes e investigadores que, de otro modo, no tenían manera posible de participar en desafíos internacionales de robótica orientados a generar un beneficio para la humanidad.

«El enorme potencial de tecnologías de doble uso como los drones para la guerra y la paz es irrefutable»

Uno de los aspectos más difíciles para los participantes ha resultado ser la detección fiable de las minas enterradas. En diferentes ediciones se observó que los equipos no aprovechaban completamente las capacidades del robot; por ejemplo, no integraban sus posibilidades de visión o no controlaban correctamente la altura de los brazos para maximizar la probabilidad de detectar minas. El hecho de que la mayoría de los equipos estuvieran compuestos enteramente por estudiantes sin una formación sólida en robótica se reflejaba directamente en el rendimiento de los equipos en cada una de las fases. No es del todo sorprendente, puesto que los participantes necesitan comprender correctamente aspectos de la navegación robótica como la planificación del movimiento, la localización, el procesamiento no lineal de señales y los sistemas operativos robóticos (ROS, por sus siglas en inglés).

Un problema potencial del formato del HRATC podría ser que la curva de aprendizaje es demasiado pronunciada para los equipos participantes, especialmente en su primera participación, puesto que el tiempo para el desafío es relativamente corto. Tal vez un período de participación más largo daría el tiempo necesario para que se produjeran avances tangibles. A partir del desafío de 2017 se diseñó y adoptó una documentación estándar para que el código creado por cada equipo pudiera ser reutilizado por otros. Aunque los avances han sido más graduales y lentos de lo esperado, los organizadores son optimistas sobre el potencial de estos desafíos para resolver el problema humanitario de detectar y desarmar minas terrestres.

drones para la respuesta a catástrofes y la monitorización medioambiental

Los sistemas aéreos no tripulados (UAS por sus siglas en inglés) o vehículos aéreos no tripulados (UAV por sus siglas en inglés), habitualmente conocidos como «drones», se desarrollaron para uso militar, pero hoy en día se utilizan cada vez más en aplicaciones civiles. Tanto aquellos que son pilotados de manera remota por operadores de tierra como los que vuelan de forma autónoma son una valiosa herramienta de vigilancia aérea. En entornos privados de GPS y áreas sin acceso inmediato a las imágenes por satélite y las redes de comunicación –como después de una catástrofe natural o en operaciones de recuperación en países en vías de desarrollo– los UAV pueden proporcionar imágenes en alta resolución necesarias para evaluar la situación, lo cual puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

L’estat de Rio Grande do Sul a Brasil pateix sovint situacions extremes provocades per fenòmens naturals, com les inundacions de 2015 causades per dies seguits de pluges torrencials (en la imatge). Des de 2016, la Universitat Federal de Rio Grande do Sul, tracta de millorar els models de recopilació de dades atmosfèriques i imatges d’alta resolució d’aquelles àrees amb un risc alt mitjançant l’ús de drons. El projecte pretén ajudar a crear una estructura nacional de resposta a catàstrofes més efectiva. / Ricardo André Frant

El estado de Río Grande del Sur en Brasil contiene varias zonas de alto riesgo. Según la Defensa Civil brasileña, casi 600 municipios se vieron obligados a decretar el estado de emergencia en Río Grande del Sur entre 2003 y 2010 debido a situaciones extremas. Casi un millón de personas se vieron afectadas: hubo quien perdió su hogar, quien despareció, resultó herido o enfermo, o tuvo que ser reubicado; algunos incluso fallecieron.

Con el fin de ayudar en la respuesta a catástrofes y el trabajo de recuperación, sería deseable identificar y mapear áreas de interés en las que centrar el trabajo. Tradicionalmente, esta información se recoge mediante sensores remotos o cámaras en vehículos aéreos tripulados. Estos últimos implican altos costes y problemas logísticos complejos, y los primeros no se pueden utilizar en un plan de emergencia para una catástrofe hidrológica debido a varias limitaciones como la frecuencia fija de su información, el extenso período de tiempo entre que se realiza una observación y se recibe la imagen, o problemas asociados a la presencia de nubes. Una solución interesante y eficiente es utilizar UAV para obtener una vista aérea del panorama y capturar imágenes detalladas y en alta resolución del terreno. Los UAV pueden tomar imágenes multiespectrales de alta resolución, que a su vez producen modelos en 3D de zonas peligrosas sin arriesgar vidas humanas. Los meteorólogos, los hidrólogos y los modeladores espaciales pueden utilizar estos datos para proporcionar resultados más detallados y fiables a escala local.
Un trabajo conjunto con colegas de la Universidad Federal de Río Grande del Sur (Silva et al., 2016) se ha centrado en mejorar los modelos regionales utilizando imágenes de precisión y en superalta resolución tomadas por UAV, especialmente en zonas consideradas de alto riesgo. Los sensores meteorológicos de los UAV se pueden utilizar para recoger información atmosférica y proporcionar modelos meteorológicos más precisos a nivel local. Integrar estos datos en los modelos hidráulicos e hidrológicos hace posible la simulación de escenarios, lo cual permite predecir qué regiones son vulnerables a inundaciones o desprendimientos dependiendo de los diferentes niveles de precipitación. A su vez, esta información puede ayudar a los equipos de rescate a enfrentarse a problemas relacionados. Estas iniciativas representan los primeros pasos en la fusión de datos aéreos multiresolución, sistemas de información geográfica web, política y prácticas de gestión de catástrofes para crear una estructura nacional brasileña de respuesta a catástrofes que sea efectiva, práctica y analítica y que se podría extender a otras economías en desarrollo.

Cuestiones de política tecnológica

Como hemos planteado más arriba, el desarrollo y el empleo de tecnologías de robótica y automatización humanitarias puede ser considerado un proceso económico de abajo arriba que pretende mejorar la calidad de vida. Pero resulta igual de importante realizar un enfoque de arriba abajo que tenga en cuenta la regulación actual y los problemas de gestión, y que sirva para aconsejar en la creación de políticas tecnológicas que generen un impacto positivo en la población en general. Por lo tanto, fomentar el desarrollo tecnológico para el bienestar social y entender las implicaciones éticas, legales y sociales de las tecnologías emergentes para beneficio de la humanidad son dos enfoques que deben ir de la mano.

«La robótica ha transformado las normas laborales tradicionales en las economías desarrolladas»

Por lo general, es complicado que las regulaciones vayan al mismo ritmo que el crecimiento tecnológico, lo cual tiende a frenar la innovación e impide que la sociedad las acepte. Una regulación y una gestión ágiles y flexibles son de vital importancia para que las tecnologías se extiendan y beneficien a la humanidad con todo su potencial. Un ejemplo de ello es la regulación de problemas asociados a los vehículos autónomos y los UAV. Aunque se han propuesto guías de buenas prácticas, todavía no se pueden ejecutar desde un punto de vista legal. Otra área que requiere atención es el debate sobre robots y el mercado laboral. Las siguientes secciones se ocupan de la evolución de la mano de obra en la era de la automatización en las economías en vías de desarrollo y de los problemas relacionados con los sistemas aéreos no tripulados.

Educación y reciclaje profesional para economías en vías de desarrollo

La robótica, la automatización y la IA han transformado las normas laborales tradicionales en las economías desarrolladas, en las que cada vez existe más preocupación sobre las implicaciones futuras de la automatización y sobre cómo estas afectarán a la sociedad en general. En las comunidades en desarrollo todavía no se dispone de suficiente información acerca de cómo afectan estos temas al sur global, puesto que la aceptación social y la asimilación difieren de manera significativa entre las economías desarrolladas y en vías de desarrollo (lo que se conoce como «fractura norte-sur»).

Erróneamente, el debate sobre la automatización y el empleo se centra solo en el número de empleos que se pierden. Por el contrario, debería enfocarse hacia la naturaleza cambiante del trabajo debido a la posibilidad de describir tareas funcionalmente y automatizarlas. En la cuarta revolución industrial se hace hincapié en el trabajo conjunto entre máquinas y humanos, en el que las tareas repetitivas y peligrosas se pueden relegar a las máquinas y los sistemas automáticos mientras que los humanos se centran en aspectos que requieren creatividad, habilidades sociales e inteligencia emocional. Esta fuerza de trabajo colaborativa es el futuro y tendrá enormes consecuencias para el empleo en la era de la automatización.

En economías basadas en la mano de obra (por ejemplo, los países BRICS4), la automatización tendría efectos mucho más pronunciados en la próxima década. Aunque la mano de obra sea barata en las economías en desarrollo, la automatización de las economías desarrolladas compensará esta ventaja, lo que conllevará una disminución significativa de la fuerza de trabajo de las naciones subdesarrolladas y en vías de desarrollo. Deberían considerarse las limitaciones socioeconómicas, políticas y de recursos durante la implantación de tecnologías emergentes, puesto que pueden acarrear consecuencias imprevistas como una desestabilización de las estructuras económicas y políticas que acabe beneficiando indebidamente a determinados sectores de la sociedad, lo que generaría nuevas fracturas y agravaría las desigualdades actuales. Hay retos urgentes relacionados con la forma de proporcionar conocimiento técnico a las naciones en desarrollo, con sus programas educativos obsoletos centrados en el aula y con presupuestos limitados, para que puedan introducir y absorber estas tecnologías de vanguardia.

«Deberían considerarse las limitaciones socioeconómicas, políticas y de recursos a la hora de implantar tecnologías emergentes»

Los programas de reciclaje profesional deberían ser obligatorios para que toda la población activa, y no solo la poco cualificada, actualice sus competencias. En cuanto a la educación en los países en desarrollo relativa al potencial de las tecnologías emergentes, se debería desarrollar un nuevo plan de estudios, investigación, transferencia tecnológica, así como difundir guías de buenas prácticas y casos de éxito. Poner en práctica decididamente estas medidas, con el apoyo de datos empíricos, conduciría a la creación sostenible de empleo y a una mayor calidad de vida. El desarrollo de capacidades, el empoderamiento de gobiernos y comunidades locales y los marcos legales y políticos prácticos y positivos darían paso a una era de crecimiento equitativo encaminado a erradicar la pobreza.

Problemas éticos, legales y sociales del uso de sistemas aéreos no tripulados

A pesar de la polémica suscitada por el uso de sistemas aéreos no tripulados para atacar objetivos situados a miles de kilómetros del personal que los tripula, el enorme potencial de estas tecnologías de doble uso para la guerra y la paz es irrefutable y también se ha reconocido en misiones humanitarias. El uso de drones para los ataques de precisión contra blancos terroristas está bien documentado. A pesar de la preocupación y la polémica por la muerte de civiles, el número de ataques de este tipo ha aumentado en la última década. Las limitaciones para procesar los datos impiden hacer un análisis minucioso de la eficacia de las operaciones con drones que permita abordar los problemas de transparencia (especialmente en la lucha antiterrorista).

Sovint, el debat sobre l’automatització i l’ocupació se centra només en el nombre de llocs de treball que es perden. Per contra, hauria d’enfocar-se cap a la naturalesa canviant del treball. En la quarta revolució industrial, les tasques repetitives i perilloses poden relegar-se a les màquines i sistemes automàtics, mentre que els humans poden centrar-se en aspectes que requereixen creativitat, habilitats socials i intel·ligència emocional. En la imatge, el robot col·laboratiu Sawyer (Rethink Robotics) en una fàbrica d’equipament de construcció als EUA. / Jeff Freen / Rethink Robotic

Por otro lado, como suele ocurrir con las tecnologías de doble uso, los sistemas aéreos no tripulados también se utilizan para mantener la paz. Los UAV desplegados para vigilar una zona pueden prevenir atrocidades y proporcionar datos sobre la violación de derechos humanos. Organizaciones como la ONU carecen de la capacidad tecnológica y la infraestructura necesarias para realizar un seguimiento remoto y analizar los datos. Debido a que la Organización de Aviación Civil Internacional, el organismo regulador responsable de la aviación internacional, todavía no estipula las normas para las operaciones autónomas, los estados miembros han formulado sus propias regulaciones, lo cual resulta en políticas ad hoc en cada país.

Uno de los debates más candentes es el de la autonomía de los UAS, junto con otras cuestiones relacionadas con la privacidad, la seguridad y la responsabilidad. Los avances en aprendizaje automático y robótica plantean problemas legales, éticos, sociales y tecnológicos complejos con respecto a la autonomía, que se está extendiendo en el transporte y la navegación de los UAS y que facilita el uso remoto de la fuerza por parte de los países desarrollados.

La ausencia de estándares legales aplicables y de una gestión creíble del uso de drones armados está complicando la evidente falta de transparencia y responsabilidad de las políticas actuales, lo que podría polarizar a la comunidad internacional en el futuro. Dado que muchos países carecen de regulación al respecto y que, en aquellos en los que existe, esta no suele ajustarse al derecho internacional humanitario, la proliferación desenfrenada de UAS puede tener graves consecuencias internacionales. Sin una legislación adecuada y objetivos de no proliferación específicos para los drones, no es difícil imaginar que actores no vinculados con los estados acaben desarrollando UAS con intenciones perversas. Se deberían realizar acciones conjuntas para frenar su proliferación mediante el desarrollo de estrategias sofisticadas de control de la exportación. Sería necesario formular un código internacional de conducta avalado por expertos para regular los mercados globales de UAV. Estas acciones servirían para apaciguar la preocupación derivada de problemas como la responsabilidad por los daños, la privacidad de los datos y la seguridad, y allanar el camino hacia normas, estándares éticos y prácticas generalizadas para los UAS de mayor autonomía.

«Sin una legislación adecuada, no es difícil imaginar que actores privados acaben desarrollando el uso malintencionado de drones»

Consideraciones finales

La adopción de tecnologías emergentes tiende a ser lenta en los países en vías de desarrollo por razones que suelen ir más allá del producto interior bruto y los índices de nivel de vida. Aunque el potencial de estas tecnologías es innegable en su mayor parte, el reto es hacerlas fiables, económicas y fácilmente accesibles para las masas teniendo en cuenta factores socioeconómicos, culturales y medioambientales. Además, las cuestiones éticas, legales y sociales relacionadas con las tecnologías emergentes son de vital importancia debido a la imprecisión de los límites de privacidad y seguridad, tanto individual como colectiva. Es necesario conseguir una regulación y una gestión adecuadas.

El autor está convencido de que desarrollar herramientas sostenibles, identificar fracturas e iniciar diálogos entre diferentes partes, incluyendo a los académicos, la industria y el gobierno, aliviará el sufrimiento de la humanidad y aumentará la efectividad y eficiencia de las tecnologías emergentes. Un beneficio secundario de esto es que se educará al público sobre los aspectos positivos de estas tecnologías, lo cual, a su vez, facilitará la aceptación social de la robótica y automatización y de la inteligencia artificial y maximizará su impacto.

 

1La opinión del autor sobre el nivel de vida está influida por el trabajo seminal de Schumacher (1973), especialmente por su exposición de la «economía budista». (Tornar al text)

2Siglas en inglés de Robotics and Automation Society Special Interest Group on Humanitarian Technology. (Tornar al text)

3http://www.mineaction.org/unmas (Tornar al text)

4Acrónimo referente a los mercados emergentes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. (Tornar al text)

REFERÈNCIES
Madhavan, R., Marques, L., Prestes, E., Dasgupta, P., Cabrita, G., Portugal, D., … Garcia, J. (2014). 2014 Humanitarian Robotics and Automation Technology Challenge. IEEE Robotics and Automation Magazine, 21(3), 10–16. doi: 10.1109/MRA.2014.2334953
Madhavan, R., Marques, L., Prestes, E., Maffei, R., Jorge, V., Gil, B., … Dasgupta, P. (2015). 2015 Humanitarian Robotics and Automation Technology Challenge. IEEE Robotics and Automation Magazine, 22(3), 182–184. doi: 10.1109/MRA.2015.2452199
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Schumacher, E. F. (1973). Small is beautiful: Economics as if people mattered. Londres: Blond & Briggs.
Silva, T., Madhavan, R., Prestes, E., Farina, F., Gandra, T., Wiebbelling, R., & Almeida, D. (2016). Unmanned aerial vehicles for environmental monitoring and disaster management. En Proceedings of the 2016 International Tech4Dev Conference, Lausana, Suïssa. Consultado en https://
cooperation.epfl.ch/files/content/sites/cooperation/files/Tech4Dev%202016/1229-Silva-SE02-HUM_Full%20Paper.pdf
Tapia, C., Urquidi, O., & Pakleppa, M. (2018). Variable stiffness prosthetic grasper with myolelectric control, IEEE RAS-SIGHT Project. Consultado en
http://www.ieee-ras.org/images/Variable_stiffness_prosthetic_
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Wonsick, M., Mehegan, C., & Padir, T. (2016). Enhancing the outcomes of epidemiological surveillance in Liberia through automated tracking of blood samples. Consultado en http://www.ieee-ras.org/images/
TaskinPadir_ras-sight-finalReport-padir.pdf

© Mètode 2018 - 99. Interconectados - Otoño 2018
Experto reconocido internacionalmente en robótica móvil, navegación y tecnologías humanitarias. Actualmente es director general de la empresa Humanitarian Robotic Technologies (EE UU). Ha ocupado cargos en la Universidad de Maryland (EE UU), en la de Amrita (India), así como en el Laboratorio Nacional de OakRidge (EE UU) y el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (EE UU). Obtuvo un doctorado en robótica de campo en la Universidad de Sídney y una especialización en ingeniería de sistemas en la Universidad Nacional de Australia. En los últimos 24 años ha publicado más de 200 artículos y ha coeditado dos libros y cuatro números especiales de revistas centrados en robótica, sistemas inteligentes, política tecnológica y ética. Actualmente investiga sobre aspectos éticos, legales y sociales de la robótica, la automatización y las tecnologías de IA, así como sobre temas relacionados con la gestión y la regulación.